Un 64% de personas con discapacidad puede trabajar gracias a las tecnologías
El próximo 15 de julio se celebra el Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, una fecha que invita a reflexionar y a analizar el impacto de las nuevas tecnologías en la mejora de la calidad de vida.
En este contexto, y por séptimo año consecutivo, la Fundación Adecco, con el apoyo de Keysight Technologies Spain, presenta el informe Tecnología y Discapacidad, que desprende que las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas imprescindibles para la mejora y normalización de la vida de las personas con discapacidad, así como en su acceso al empleo.
Durante los últimos años se ha producido un importante avance en el empleo de personas con discapacidad, anotándose, en 2017, el mejor registro de toda la serie histórica, con 110.068 contratos.
Son muchos los factores que hay detrás de este incremento: una legislación más eficiente, una mayor sensibilización empresarial o un cambio de mentalidad por parte de las propias personas con discapacidad, que van dejando atrás obsoletas creencias que asocian esta circunstancia con inactividad y dependencia, para formarse y acceder al mercado laboral.
Sin embargo, el impacto de la tecnología también ha sido decisivo, al abrir un inmenso abanico de posibilidades: una persona con tetraplejia manejando el ordenador a través de la voz o un profesional con discapacidad visual leyendo un documento, recién salido de una impresora braille… son solo algunos ejemplos.
Así, un 64% de las personas encuestadas -de las que tienen empleo- admite que las nuevas tecnologías han sido esenciales para desempeñar sus funciones en el puesto de trabajo. Es destacable cómo esta cifra va incrementándose año tras año.
En definitiva, las nuevas tecnologías tienen el gran potencial de acercar a las personas con discapacidad al mundo del empleo. Estas son algunas de las razones:
- El avance de la tecnología convencional, que en los últimos años se ha materializado en productos como tablets, apps o la irrupción de lo táctil, ha hecho posible que la tecnología que usa todo el mundo se convierta, quizás sin pretenderlo, en facilitadora de la vida de las personas con discapacidad, así como de su acceso al empleo.
- La irrupción de adaptaciones específicas para ciertas discapacidades permite superar muchas barreras que las personas con discapacidad encuentran en su día a día, haciendo posible que desempeñen ciertos puertos de trabajo de los que antes estaban excluidos. Por ejemplo, una persona con discapacidad motora puede manejar ratones de diadema y trabajar como administrativo.
- Las nuevas tecnologías eliminan el factor desplazamiento, permitiendo a las personas con discapacidad desempeñar sus funciones de forma telemática (teletrabajo).
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “Las nuevas tecnologías han supuesto un antes y un después en el empleo de las personas con discapacidad, permitiendo que las empresas recuperemos el talento de muchas que, hasta el momento, permanecían excluidas del mercado laboral. El desarrollo de la tecnología convencional (móviles, tablets, apps, etc.), unido a la irrupción de diferentes adaptaciones tecnológicas (ratones y teclados virtuales, impresoras braille, entre otros muchos), nos equipara a todos y reduce una brecha que, hace unos años, parecía insoslayable”.
Además, Mesonero añade que: «Las nuevas tecnologías no solo influyen en el desempeño del puesto de trabajo sino también en la búsqueda del mismo. Al posibilitar hacerlo de forma online, o hacer entrevistas por videoconferencia, muchas personas con discapacidad han tenido la oportunidad de demostrar su talento y optar a un empleo al que, hace algunas décadas, hubieran tenido muy difícil acceder”.
Tecnología al servicio de la inclusión
Durante los últimos años han proliferado las herramientas tecnológicas destinadas a facilitar la vida de las personas con más dificultades, reduciendo las barreras y equiparando sus capacidades a las de la población general. He aquí algunos ejemplos:
- Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
- Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla para invidentes, impresoras de braille, magnificadores de pantalla o lupas aumentativas, etc.
- Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.
Son las personas con discapacidad sensorial las que más emplean tecnologías adaptadas en su puesto de trabajo (81%), seguidas por las personas con discapacidad física (60%) y las personas con discapacidad intelectual/psíquica (26%).
Según Elena Buitrago, empleada de la Fundación Adecco, con una tetraplejia: «En mi puesto de trabajo utilizo pequeñas adaptaciones para llevar a cabo mis tareas. Como una tablet no tiene capacidad ni sistema suficiente para muchos programas de edición, lo complemento con un ordenador de sobremesa y con un programa llamado VNC Viewer. Esto hace que pueda duplicar la pantalla del ordenador al iPad y usarlo tanto de ratón como de teclado táctil. Es decir, controlo el ordenador y sus programas desde el iPad”.
Además, añade que: “Al no mover las manos ni sentirlas, el sistema que mejor me funciona es el táctil, en el que con un ligero toque selecciono el botón que quiero. Gracias al iPad, tengo acceso a programas informáticos y a Internet. Esto me ha abierto muchísimas puertas, como por ejemplo estudiar una carrera universitaria o presentar mi candidatura e empleos”.
Pero además de permitir el acceso al empleo, las nuevas tecnologías son aliadas indiscutibles en la mejora de la calidad de vida global de las personas con discapacidad. Así, siete de cada diez encuestados declara que la tecnología ha mejorado su calidad de vida,en términos generales. Por ejemplo, gracias a la invención del audífono, un sordo puede escuchar; el WhatsApp permite a un sordomudo comunicarme a tiempo real, sin necesidad de utilizar la voz; los vehículos adaptados ofrecen movilidad e independencia para desplazarse a una persona con problema motores, y los subtítulos y audífonos digitales facilitan el acceso al ocio para personas con algún tipo de discapacidad visual o auditiva.
Teletrabajo: solución de alto potencial
Según un reciente análisis de la Dirección de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, el teletrabajo podría ser una potente alternativa para garantizar la participación en el empleo de las personas con discapacidad, especialmente cuando esta afecta a su movilidad.
Dicho estudio identifica algunas posiciones que, a nivel nacional, tienen un alto potencial de contratación en régimen del teletrabajo, fundamentalmente en el área de atención al cliente e informática: operador de call center, grabador de datos, administrativo, gestor de cobros, diseñador web o programador.
Si bien es cierto que un 22% de las compañías desarrolla iniciativas de teletrabajo, la realidad es que el éxito de implantación de las mismas todavía es bajo. Según los resultados de esta encuesta, solo un 11% de las personas con discapacidad, con empleos aptos para el teletrabajo, cuenta con la posibilidad de desempeñar sus funciones de forma telemática.