La inversión socialmente responsable crece en España

El mercado de la inversión socialmente responsable (ISR), es decir, aquella que incorpora criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG, o ESG por sus siglas en inglés) en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión, se encuentra en España en una etapa de progresiva madurez, tanto por lo que respecta al volumen creciente de activos como a la mayor sofisticación de las estrategias de inversión.

Así lo constata el estudio Spainsif 2020 sobre La inversión sostenible y responsable en España que la entidad ha publicado el pasado mes de octubre y que se basa en las 33 respuestas recibidas al cuestionario realizado, de las cuales 21 respuestas provenían de entidades nacionales (un 17% más que el año anterior), y 12 de gestores y propietarios de activos internacionales (que representan el doble de las recibidas en la edición previa).

Para realizar el estudio, se han utilizado cifras al cierre del ejercicio 2019, y se ha seguido la metodología europea de clasificación de la ISR, en función de las estrategias seguidas, que se comparten con los estudios de Eurosif y de Global Sustainable Alliance GSIA. Y, por segundo año consecutivo se ha incluido información de los activos ASG gestionados por las gestoras internacionales.

A la vista de l0s datos observados en el informe, la inversión sostenible continúa mejorando en el volumen de activos gestionado, tendencia general del mercado, y en la calidad de las estrategias aplicadas para la selección de activos ASG.

Teniendo en cuenta que el enfoque del estudio está centrado en el año 2019, no se puede cuantificar el impacto que la covid-19 pueda haber tenido en la ISR.  Sin embargo, en diversos informes se ha constatado que la resiliencia de los fondos ASG es mayor que la de los fondos de características similares en su composición de renta fija/renta variable que no integran aspectos de ASG.

El mercado ISR logra un crecimiento constante

Diferentes iniciativas, planes e instrumentos confluyen en la actualidad más inmediata y hacen que la inversión basada en criterios ASG reciba un importante impulso y aumente en importancia y cuota de mercado.

Por ejemplo, una de estas iniciativas es el llamado Pacto Verde Europeo o European Green Deal. Este plan de acción permitirá alcanzar en 2050 una economía sostenible, neutra en emisiones de gases de efecto invernadero, que posibilite restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación, haciendo un uso eficiente de los recursos.

Por su parte, en marzo de 2020 el Grupo Técnico de Expertos en Finanzas Sostenibles de la UE dio a conocer su Informe Final sobre la Taxonomía. Esta herramienta establecerá la clasificación y relación de criterios que deben cumplir las actividades económicas con contribución sustancial a alguno de los seis objetivos ambientales de la UE.

En ese mismo mes, se publicó La guía de uso del estándar de bono verde europeo o EU GBS, por sus siglas en inglés. Está basado en los Green Bond Principles (GBP), desarrollados por la Asociación internacional de Mercado de Capitales (ICMA). Es de carácter voluntario y está diseñado para ser utilizado por emisores de la UE, pero también por emisores ubicados fuera de la UE.

A su vez, se han creado dos índices de referencia climáticos: Transición Climática de la UE (CTB EU) y otro alineado con el Acuerdo de París (PAB EU), y que han venido acompañados de la definición de los requisitos de divulgación ambiental, social y de buen gobierno (ASG) que se aplicarán a todos los índices de referencia de inversión.

La estrategia de exclusión sigue siendo la más utilizada

La respuesta recibida a los cuestionarios, en términos de representatividad de mercado, supone el 76% del total del mercado nacional, con poca diferencia respecto a la muestra del estudio del año pasado, y un 43% del internacional comercializado en España.

Las entidades consultadas declaran tener un total de activos gestionados con algún tipo de estrategia o criterio ambiental, social y de gobernanza ASG, de 285.454 millones de euros, lo que supone un incremento del 36% con respecto al año pasado.

Este aumento se debe, principalmente, a la aportación de los activos gestionados por compañías internacionales, que ha pasado de ser de 19.366 a 77.883 millones de euros.

<p>Evolución de activos gestionados con criterios ASG en España. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.</p>

Evolución de activos gestionados con criterios ASG en España. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.

Por lo que respecta a estrategias de inversión, la más utilizada, dada su relativa sencillez y el peso que ha tenido tradicionalmente en la inversión sostenible, sigue siendo la exclusión sistemática de empresas, sectores o países del universo de inversión si involucran actividades basadas en criterios específicos, o exclusión simple.

Entre esos sectores y empresas se encuentran, por orden sobre el total de entidades nacionales e internacionales, las bombas de racimo y antipersona, las armas de destrucción masiva, la producción y comercio de todas las armas, la energía nuclear, la pornografía y el alcohol, hasta un total de 15 exclusiones.

Destaca el hecho de que los combustibles fósiles y el carbón sean la exclusión que es menos tenida en cuenta en las inversiones ISR, ocupando el último puesto de la lista.

<p>Desglose por estrategias de los Activos ASG de las respuestas recibidas. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.</p>

Desglose por estrategias de los Activos ASG de las respuestas recibidas. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.

La segunda estrategia de inversión más utilizada es la de integración de criterios ASG, es decir, las restricciones obligatorias sobre las decisiones de inversión, basadas en ratings y valoraciones financieras derivadas de la investigación de los criterios ASG, siendo una de las estrategias más sofisticadas consideradas por la metodología del estudio.

Por su parte, las inversiones de impacto representan la tercera estrategia de inversión y suponen un 10% de los activos ASG por estrategia, un total de 29.567 millones de euros. Estas inversiones tienen la intención de generar un impacto ambiental y social a la vez que generan un retorno financiero.

¿Cuál será la evolución en los próximos años de la ISR?

El informe de Spainsif también recoge valoraciones cualitativas derivadas de las respuestas de la encuesta.

Entre estas valoraciones se encuentran la percepción de qué factores serán claves en el desarrollo del mercado ISR en los próximos tres años. A esta pregunta, un 35% de los encuestados respondió que sería clave la legislación, un 29% la demanda de los inversores institucionales, un 18% la demanda de los inversores individuales, un 8% las instituciones internacionales, un 5% la noción del deber fiduciario, y otro 5% las presiones externas de ONG, medios de comunicación, sindicatos, etc..

Sobre las acciones del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, consideradas como relevantes para el desarrollo de la ISR, aumenta la percepción de la taxonomía como herramienta clave junto con la integración de la sostenibilidad en la gestión del riesgo.

En cuanto al desarrollo de estrategias derivadas del desarrollo sostenible y el cambio climático, se aprecia un evidente aumento del porcentaje de entidades con políticas de sostenibilidad en mayor o menor medida, y destaca el crecimiento de la desinversión en combustibles fósiles y una economía baja en carbono, pero también aumentan las políticas relacionadas con el Acuerdo de París o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

<p>Porcentaje de entidades encuestadas con estrategias definidas en materia de desarrollo sostenible y cambio climático. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.</p>

Porcentaje de entidades encuestadas con estrategias definidas en materia de desarrollo sostenible y cambio climático. Fuente: 'La inversión sostenible y responsable en España'. Spainsif.

También se debe destacar que mientras que los datos cuantitativos del informe son del año 2019, las respuestas a la encuesta fueron recogidas en plena crisis de la Covid-19, por lo que las percepciones recogidas sobre el crecimiento de la ISR en los próximos años se ven profundamente alteradas por dicha situación, y muchos de los encuestados se muestran menos optimistas que en ediciones anteriores con respecto cómo será la evolución del mercado.

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