La industria farmacéutica, punto de apoyo para la pyme innovadora y ‘startup’ social

Las grandes compañías del sector del medicamento innovador junto con su patronal, Farmaindustria, llevan años poniendo sus ojos sobre pequeñas empresas con grandes ideas e interesantes investigaciones, pero poca capacidad económica, para invertir en ellas y poder darles un recorrido completo hasta las manos del paciente.

Ni si quiera en estos tiempos convulsos faltan emprendedores con ideas innovadoras, basadas en arduos trabajos de investigación. La mayoría de estos proyectos están cargados de optimismo y de buenas vibraciones, pero también faltos de financiación, una característica muy necesaria para poder sacarlos adelante. Y que es especialmente problemática en los casos relacionados con el ámbito de la I+D clínica, donde las inversiones deben ser elevadas para alcanzar el éxito.

En concreto, sacar un medicamento innovador al mercado es un proceso de alto riesgo que tiene un coste aproximado de unos 2.500 millones de euros, que se reparten en los 12 años que suelen durar los trabajos de I+D, según datos de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria). Unas cifras que, por otra parte y de forma excepcional, han conseguido transformarse con gran esfuerzo para obtener vacunas contra la covid-19 en un tiempo récord.

En ese punto donde confluyen los trabajos en fase preclínica de las startups, o de grupos de investigación públicos, con la necesidad de financiación para llevar su labor más allá suelen entrar en juego las grandes empresas farmacéuticas, que aportan con frecuencia su capital y recursos en esos proyectos jóvenes y prometedores.

De esta manera, pueden llegar hasta sus últimas fases de ensayo y, si los resultados son favorables, aportar nuevas terapias al mercado. O, si finalmente no lo son, al menos abrir nuevas vías de investigación que puedan dar frutos en el futuro por otros caminos.

Las cifras anuales que se manejan en este campo son abultadas. Según la última Encuesta sobre Actividades de I+D que Farmaindustria realiza entre sus asociados, el peso de los proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales y centros públicos y privados (gasto extramuros) supuso en 2019, último año estudiado, 528 millones de euros. Un 43,6% de la inversión total de las compañías farmacéuticas (1.211 millones de euros) con una marcada tendencia al alza.

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Programa Farma-Biotech

Para que la relación entre grandes farmacéuticas y pequeños grupos de investigación, públicos y privados, sea posible existen iniciativas de todo tipo que favorecen esa toma de contacto deseada por ambas partes. Un ejemplo es Farma-Biotech, promovida por la patronal Farmaindustria y que lleva funcionando desde 2011.

Su finalidad es facilitar la colaboración mutua a través de encuentros en los que se unen las ideas con potencial innovador de unos con la alta capacidad inversora y de desarrollo, además de la gran experiencia regulatoria, de otros. Una fórmula interesante con la que se puede acelerar la I+D de productos prometedores y convertirlos en fármacos autorizados y disponibles para los pacientes en el medio plazo.

En su última reunión, celebrada a finales de 2020 de forma telemática y en la que participaron 18 grandes laboratorios, se tuvieron en cuenta ocho nuevos proyectos de investigación liderados por pequeñas empresas y por centros de investigación públicos españoles. Estos están centrados en los campos de oncología, cardiovascular, Alzheimer, alergias, enfermedades infecciosas y enfermedades raras, y todos ellos se encuentran aún en fase preclínica, es decir, antes de los ensayos en humanos.

“En esencia, este programa trata de contribuir a que proyectos de investigación que se están realizando en España en el campo de la salud humana puedan tener la opción de superar la fase preclínica y llegar a fases de desarrollo. Son las compañías farmacéuticas las que tienen capacidad para dar ese impulso sin el cual la mayoría de iniciativas quedarían prácticamente paralizadas”, explica Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria.

Desde la puesta en marcha de este programa se han evaluado más de 500 proyectos de investigación, de los cuales más de un centenar han encajado con los criterios de selección que plantea Farma-Biotech: una propuesta innovadora de ámbito mundial, diferenciada del resto, con suficiente avance técnico y con protección industrial. De esta manera, en estos momentos hay unas 45 moléculas nuevas que están en fase de desarrollo y con una patente que las protege.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación y se enmarca en la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores. Igual que Best, un proyecto estratégico impulsado por la industria farmacéutica y en el que se integran todos los grupos de interés implicados en el entorno de la I+D, tanto públicos como privados, para crear así una plataforma de excelencia en investigación clínica de medicamentos en España.

Proyectos con futuro

Entre los participantes en la última reunión de Farma-Biotech hay nombres de instituciones tan reconocidas como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) o la Universidad Autónoma de Barcelona, pero también pequeñas compañías biotecnológicas como InnoUp Farma.

“En nuestro caso todavía no se ha llegado a ningún acuerdo, aunque estos procesos son largos y algunos laboratorios mostraron bastante interés en nuestros proyectos”, asegura Maite Agüeros, CEO de esta compañía, afincada en Navarra.

En concreto presentaron dos: una vacuna para la alergia al cacahuete y un tratamiento oral para cáncer de mama. “Utilizamos una innovadora tecnología, patentada a nivel mundial, basada en el uso de nanopartículas, que optimiza las propiedades de los fármacos, mejorando su eficacia y disminuyendo su toxicidad”, explica la responsable.

Una herramienta con la que están poniendo el foco en dar solución a problemas no resueltos, como el de reducir la toxicidad de ciertas terapias oncológicas, como la del paclitaxel, muy utilizada en cáncer de mama de forma intravenosa. A través de esta vía, han conseguido desarrollar una formulación libre de un compuesto tóxico, llamado cremophor, que permite administrar el fármaco por vía oral y con unos resultados similares e, incluso, superiores.

Por otra parte, el otro proyecto que la compañía tiene en marcha podría poner en el mercado un tratamiento para curar la alergia al cacahuete. Un problema que representa el 25% de las alergias alimentarias y unos 55 millones de pacientes en todo el mundo, y que es una de las primeras causas de shock anafiláctico.

Durante esa última reunión del programa Farma-Biotech también se encontraban responsables de SOM Biotech, una pyme barcelonesa que focaliza sus esfuerzos en el campo de los medicamentos huérfanos para enfermedades poco frecuentes, sobre todo en aquellas centradas en el sistema nervioso central.

<p>SOM Biotech apoyando el Día de las Enfermedades Raras. Foto: SOM Biotech.</p>

SOM Biotech apoyando el Día de las Enfermedades Raras. Foto: SOM Biotech.

Para desarrollar su trabajo cuenta con una tecnología patentada puntera basada en inteligencia artificial (IA) para analizar estructuras moleculares y seleccionar la mejor opción tras realizar más de 2,5 millones de comparaciones. De esta manera, es capaz de reducir el coste de la I+D y los tiempos de desarrollo. Con ella trabaja en su propia cartera de medicamentos, pero también ofrece como servicio a otras farmacéuticas para reposicionar sus productos.

Entre los últimos hitos que ha logrado, con el apoyo de equipos de investigación y desarrollo clínico externos, están las licencias de dos medicamentos, uno para tratar la amiloidosis y otro para el glioblastoma, un tipo de tumor cerebral. Además, ha finalizado unos ensayos en fase II sobre un fármaco para la enfermedad de Huntington, con resultados positivos.

Apuestas individuales

Además de iniciativas globales como Farma-Biotech, algunos de los laboratorios con presencia en España tienen en marcha propuestas propias, individuales, de apoyo a pequeñas empresas innovadoras. Novartis es una de ellas. De hecho, a lo largo de los últimos años ha puesto en marcha diversos programas, premios y jornadas formativas que tienen como fin el despegue de startups del sector salud.

Por ejemplo, en 2019 puso en marcha el primer programa de aceleración de emprendimientos con base tecnológica para el cuidado del cáncer junto con Conector Startup Accelerator. Esta iniciativa se creó con el objetivo de impulsar el ecosistema emprendedor para favorecer el desarrollo de soluciones innovadoras que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer a lo largo de todo proceso de la enfermedad: diagnóstico, tratamiento, seguimiento y en el día a día.

También ha participado en eventos como South Summit, en Madrid, o Barcelona Health Hub Summit para contactar con startups vinculadas a la salud digital con las que aprovechar sinergias y mejorar procesos. Según José Marcilla, director general de Novartis Oncology en España, la compañía lleva tiempo apostando por las nuevas tecnologías y aprovechando las oportunidades que vienen de la mano del ecosistema digital para acelerar los avances en investigación biomédica y desarrollar estrategias terapéuticas innovadoras.

“El binomio innovación-colaboración será clave para el progreso, y queremos trabajar conjuntamente con startups y empresas de tecnología que nos ayuden a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con enfermedades oncohematológicas”, José Marcilla.

“Estamos convencidos de que el binomio innovación-colaboración será clave para el progreso en cualquier sector, y queremos trabajar conjuntamente con startups y empresas de tecnología que nos ayuden a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con enfermedades oncohematológicas”, ha asegurado Marcilla.

Finalmente, la compañía ha organizado encuentros como el celebrado el pasado verano bajo el título Emprender en salud. De la teoría a la práctica. En este último reunió a miembros del ecosistema emprendedor con expertos en tecnologías de la salud e innovación, y sirvió para debatir sobre las claves necesarias para avanzar en la transformación digital del entorno sanitario y dar respuesta a las necesidades cambiantes de los pacientes, los profesionales de la salud y la sociedad.

Ideas con impacto social

Otra de las grandes farmacéuticas que se ha implicado en dar impulso a pequeñas empresas del sector salud ha sido Lilly, que participa en el programa Emprende InHealth, organizado por Unltd Spain y que ya va por su quinta edición. En esta iniciativa, los proyectos seleccionados no buscan únicamente una sostenibilidad económica, también persiguen una transformación positiva a nivel social.

Se trata de un programa que, por el momento, ha dado soporte a 24 startups que todavía siguen funcionando. En parte por sus ideas de impacto, pero también por el apoyo personalizado aportado por la iniciativa, con planes que tienen en cuenta la situación concreta de cada emprendimiento y sus necesidades específicas.

En este proceso, cada startup cuenta con un mentor de Lilly con experiencia en la puesta en marcha de proyectos en el sector salud, que les acompaña y les guía para que sean capaces de cumplir objetivos. Además, se les incluye en una red de más de 80 emprendimientos de impacto social para que puedan estar en contacto directo con agentes clave del sector.

De esta manera, los seleccionados consiguen posicionarse ante un público amplio, aumentando su reconocimiento en el mercado y su credibilidad ante los principales grupos de interés. Además de ampliar sus conocimientos en estrategias de financiación, crecimiento, medición de impacto social, comunicación y de acompañamiento al paciente.

Entre las empresas que ya han conseguido despegar gracias a este programa está, por ejemplo, Idoven, que ha creado un sistema apoyado en IA para ayudar a prevenir problemas cardiacos e incluso infartos de manera remota. Una tecnología innovadora que ha llegado a captar la atención de importantes inversores entre los que está el futbolista Iker Casillas.

También ha participado en este programa Ever Health, capaz de implementar servicios de telemedicina en aquellos negocios donde más se necesitan: desde la consulta de un médico hasta residencias, colegios, hoteles, etc. Y Rithmi, un dispositivo con forma de reloj de pulsera capaz de detectar y registrar arritmias en tiempo real, previniendo fallos cardiacos.

Estos son solo tres de las decenas de pequeñas empresas que han despegado gracias al programa Emprende inHealth. Según fuentes organizadoras, esta iniciativa nació alineada con tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): el número 3, que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de la población; el número 8, relacionado con el trabajo decente y el crecimiento económico, y el número 17, que busca crear alianzas para lograr objetivos.

Los casos de Lilly, de Novartis y de Farmaindustria son solo ejemplos prácticos de cómo las empresas farmacéuticas se han convertido en un soporte imprescindible para el desarrollo de pymes de alto valor añadido. Savia nueva necesaria para la creación de empleos de calidad que pone su mirada en procesos de I+D+i que van a servir para ofrecernos a todos un futuro mejor, más saludable y con una mayor calidad de vida.

Contenido realizado bajo acuerdo de colaboración con Farmaindustria.
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