“Si no te gusta cómo está el mundo, cámbialo. Tenemos poder para hacerlo”

Con solo 14 años, Víctor Arzoz creó Purify my water, un sistema de depuración de aguas económico y sostenible. Su sueño es llevar agua potable a cualquier rincón del mundo donde se necesite.

<p>Foto: Víctor Arzoz.</p>

Foto: Víctor Arzoz.

Víctor Arzoz casi nació emprendedor social. Hace cinco años, cuando tenía solo 14, se enteró por un programa de su colegio de Madrid, que una escuela de Costa de Marfil necesitaba agua potable.

Poniendo en práctica su conocimiento técnico, y con el impulso de su padre y su tío, se puso en contacto con el colegio y diseñó un sistema de potabilización de agua de bajo coste que no utiliza químicos, funciona a partir energía solar y programación de placas de Arduino con código abierto.

Así nació su empresa social Purify my water, un sistema de purificación de agua dirigido a todas las personas que necesiten agua potable. El sueño de Víctor es que su emprendimiento llegue a cualquier lugar del mundo donde se necesite.

Víctor ha sido seleccionado como Joven Changemaker por la fundación Ashoka, que impulsa el emprendimiento social a nivel mundial. Simón Menéndez, director de Educación y Jóvenes de Ashoka España, define así a los jóvenes changemakers: “Son menores de 21 años que llevan su empatía a la acción para hacer frente a un problema, activan a otros y trabajan en equipo. Asumen un papel responsable, crítico y protagonista ante los retos que nos plantea la realidad”.

Víctor Arzoz figura, además, en la lista 2021 de la revista Forbes de Los 100 españoles más creativos en los negocios.

¿Qué es Purify my water?

Purify my water es un hardware y software que se utilizan para crear un sistema económico de purificación de agua de fabricación propia (DIY, do it yourself) que se puede ensamblar sin grandes gastos en componentes.

Nació con el objetivo que el agua purificada sea más accesible para quienes la necesitan con urgencia.

La idea principal de este proyecto es utilizar piezas lo más baratas posible para crear una máquina robusta que sea en su mayor parte autosuficiente y fácilmente escalable.

Para lograrlo, hemos dividido el sistema en la unidad de control y algunos periféricos. Con poco o ningún cambio en la unidad de control y el código los componentes de purificación de agua se pueden expandir para purificar más agua según sea necesario.

Actualmente, estamos trabajando en una versión nueva y revisada del sistema de purificación de agua con el objetivo de aumentar aún más la eficiencia.

El prototipo que estamos desarrollando y probando se implementará en la escuela Kanhakro en Costa de Marfil y suministrará alrededor de 1.500 litros de agua limpia por día al colegio y sus alrededores.

<p>Foto: Víctor Arzoz.</p>

Foto: Víctor Arzoz.

En el manifestó de jóvenes changemakers decís que queréis buscar un mundo mejor. ¿Cómo lo definirías? ¿Qué debería tener?

Para mí, un mundo mejor es un mundo en el que los changemaker no hagamos falta porque todos los grandes problemas de nuestra sociedad (la miseria, el hambre, la profunda desigualdad entre seres humanos…) se hayan extinguido.

Este mundo mejor debería estar libre de cualquier opresión hacia cualquier colectivo, debería garantizar igualdad de oportunidades sin importar dónde hayas nacido o quién es tu familia y, lo más importante, los habitantes de este mundo mejor deberían ser empáticos para que cuando se detecte un problema, se resuelva inmediatamente y para que desaparezca la esclavitud, el trabajo infantil, y, en general, la mayor parte de los males que achacan a nuestra sociedad.

¿Cuáles son tus principales preocupaciones?

Cómo será el día de mañana. Al igual que muchos otros jóvenes (y no tan jóvenes), me preocupan temas medioambientales, como el cambio climático; temas sociales, como qué será de mi futuro laboral (¿tendré que irme fuera del país para encontrar un trabajo decente?), pero lo que más me preocupa es la ignorancia. En esta sociedad se premia al más ignorante, al más borrego de todos.

Vivimos en una sociedad tecnológica en la que nadie sabe nada de tecnología, ni de historia, ni de ninguna otra materia. Cómo podemos avanzar si nadie sabe cómo funciona el mundo. Cómo podemos defender nuestros derechos si no sabemos que los tenemos. Este es el principal problema de nuestra sociedad actual.

¿Qué quieres cambiar con tu proyecto?

Con mi proyecto pretendo conseguir que se reduzcan las intoxicaciones y muertes por consumo de agua no potable.

Hoy en día, numerosas regiones del planeta carecen de suministro de agua potable, incluso cuando en esas regiones sí hay agua.

Es un inmenso problema que todavía carece de solución y poseo los conocimientos técnicos para proponer una.

<p>Foto: Víctor Arzoz.</p>

Foto: Víctor Arzoz.

¿Cómo quieres impulsar el cambio? ¿Qué es lo más importante?

Los humanos aprendemos lo que vemos. Si la sociedad descubre que hay gente (cada día más) que tuvo una idea, pequeña o grande, e intentó llevarla a cabo para mejorar el mundo, habrá más gente que hasta ahora no se había atrevido a dar el paso, y se sumará a proyectos existentes, o creará los suyos propios.

Lo más importante es crear una comunidad donde todos nos ayudemos para mejorar el mundo y darle visibilidad para que crezca y sea más efectiva.

¿Qué características crees que debe tener una persona para empezar a cambiar el mundo? ¿Cómo podemos fomentar estas características en los jóvenes?

Un changemaker resuelve problemas. Por lo tanto, solo hacen falta dos requisitos: uno, tener un problema al que enfrentarse; y, dos, querer enfrentarse a él. La mejor forma de impulsar entre los jóvenes este pensamiento es mediante la empatía.

¿Cómo definirías a un joven changemaker? ¿Crees que nace o se hace?

Es una persona que se levanta todos los días por la mañana pensando que el mundo no es perfecto, que todavía quedan cosas por mejorar y arreglar. Y, acto seguido, se pone manos a la obra para cambiar un trocito de ese mundo a mejor.

Changemaker se nace, todos nosotros (toda la sociedad) tenemos ese pensamiento de que las cosas podrían ser mejores, ahora bien, hay quien decide actuar e intentar cambiar el mundo, y quien decide reprimir ese pensamiento que le impulsa a cambiarlo.

Para que haya más ‘jóvenes changemakers’ debe haber un cambio radical en el modelo educativo, en el que se premie actuar frente a memorizar.

¿Qué valores, actitudes o aptitudes crees que tenéis los jóvenes frente a los adultos para impulsar este cambio?

Inexperiencia. Esta facultad, que a priori puede parecer negativa, es la que hace que nos tiremos de cabeza contra el problema, en lugar de simplemente pensar “no vale la pena” o “no voy a ser capaz de lograrlo”.

La segunda facultad es la energía que nos impide echarnos atrás por difícil que sea el reto, esa perseverancia que hace que las cosas funcionen.

¿Cómo ves a la juventud española respecto a los cambios necesarios? ¿Qué consejo darías a los jóvenes?

En general los veo poco comprometidos con la sociedad y con ellos mismos. Probablemente porque no ven un futuro. Mi consejo es que, si no te gusta como están las cosas, cámbialas. Nosotros tenemos el poder para hacerlo, solo hace falta ponerse en marcha.

¿Qué tiene que pasar para que haya más jóvenes changemakers?

Un cambio radical en el modelo educativo, en el que se premie actuar frente a memorizar. Si en gran parte de nuestra juventud nos enseñan a aprender teoría, en un futuro, cuando haya que aplicarla, no seremos capaces y nos quedaremos observando, sin actuar.

En mi caso conozco a decenas de personas con capacidad de llevar a cabo proyectos más ambiciosos que el mío, pero no lo han hecho porque nunca han llevado a la práctica esos conocimientos, y ese miedo a lo desconocido les ha impedido actuar.

¿De qué estas más orgulloso? ¿Cuál es tu mayor logro?

Estoy orgulloso de que mi proyecto vaya a mejorar la vida de cientos de personas. ¿Mi mayor logro? No haber abandonado este proyecto cuando todo parecía imposible y haber logrado desarrollar un prototipo funcional del sistema.

Comentarios