“La falta de accesibilidad del transporte excluye a las personas con discapacidad”

El transporte es una de las mayores dificultades que enfrentan en el día a día las personas con algún tipo de discapacidad o vulnerabilidad. Con una simple app en el móvil del usuario, App&Town Compagnon es capaz de mejorar la movilidad de las personas con necesidades espaciales, permitiéndoles usar el transporte público de manera autónoma.

La aplicación guía a los usuarios con indicaciones visuales, auditivas o táctiles, facilitando información en tiempo real sobre horarios e incidencias para calcular las rutas más rápidas, y acompañándoles de principio a fin al en su recorrido. Está dirigida a personas con discapacidades cognitivas, con disfunciones de la memoria o con ceguera, por ejemplo.

Como destaca Faustino Cuadrado, CEO de Mass Factory, la empresa desarrolladora de la app, al favorecer la autonomía personal de los usuarios, se contribuye a su inclusión social y a su autoestima, mejorando así sustancialmente su calidad de vida.

No son las únicas ventajas de esta aplicación. Su uso también permite reducir la factura de transporte de las familias y de la Administración pública, que subsidia parte del coste del servicio. Debido al envejecimiento de la población, el sistema actual de transporte asistido es insostenible, por lo que el proceso de transformación digital es inaplazable e irrenunciable.

Para Faustino Cuadrado se trata de “un claro ejemplo de transformación digital de servicios con triple impacto: social, al reemplazar el transporte adaptado por una aplicación móvil; medioambiental porque incentiva el uso del transporte público, más sostenible que el privado; y económico, creando una empresa privada, sostenible económicamente, que utiliza dinero privado para resolver problemas públicos”.

¿Qué es App&Town Compagnon?

Es una app de movilidad urbana para personas que necesitan información de geolocalización precisa e indicaciones de guiado adaptadas a sus capacidades. Asimismo, da la posibilidad de monitorizar, de principio a fin, el progreso del trayecto, permitiendo, ante cualquier eventualidad, dar soporte al usuario para asegurar su llegada exitosa a destino. Es el ‘Google Maps’ de las personas con necesidades especiales tales como personas con discapacidad cognitiva, sensorial y física, personas mayores o personas con disfunciones mentales y/o de la memoria.

¿Por qué nace?

App&Town es una empresa de base tecnológica, un spin-off de la Universidad Autónoma de Barcelona, fundada con el objetivo de crear productos innovadores que añaden valor a la sociedad. Nuestra misión es desarrollar sistemas para mejorar la inclusión social y la calidad de vida de las personas, siendo fiel a dos valores fundacionales: universalidad, para llegar al mayor número de personas y bienestar social, utilizado la tecnología para mejorar la vida de los ciudadanos.

Nuestro fundador, el Dr. Jordi Roig de Zárate, quedó invidente debido a una enfermedad degenerativa. Fue él, por su propia experiencia, quien puso de manifiesto algo que parece evidente, pero que mayoritariamente pasa inadvertido: el acceso limitado al transporte es una de las causas de exclusión y discriminación. Decidimos entonces, cocrear junto con organizaciones de personas con discapacidad y operadores de transporte una solución de transporte asistido basada en tecnología móvil, geolocalización y procesamiento en la nube.

¿Qué queréis cambiar con esta aplicación?

El objetivo es hacer que el transporte público sea accesible para personas que necesitan un ‘compañero de viaje’.

Cambiamos la forma de vivir de los usuarios. Pueden ir donde y cuando quieran con total flexibilidad, sin rígidos y estrictos horarios y rutas, con total independencia, sin depender de familiares o voluntarios que los acompañen, y con total seguridad, sabiendo que, si necesitan ayuda adicional, simplemente, apretando el botón ‘ayuda’, siempre encontrarán a una persona que les atenderá. Son completamente autónomos y están totalmente integrados en la sociedad.

¿Cómo va App&Town Compagnon a nivel empresarial?

La empresa alcanzó el punto de equilibrio en 2019. En 2020 llegó la pandemia y su impacto en la movilidad, lo que hizo que nuestro crecimiento se detuviera. Actualmente, App&Town Compagnon está presente en Laval y Longueuil, en Canadá, y en Barcelona, Madrid, Vigo y Málaga, en España.

Afortunadamente, en 2021 retomamos conversaciones con diferentes organizaciones en España, Canadá, Alemania, Reino Unido, Austria, Holanda, Estados Unidos e Israel y prevemos que 2022 y 2023 serán los años de nuestra consolidación como compañía.

¿Qué es lo más relevante de lo que habéis hecho? ¿Cuáles han sido vuestros mayores logros y mayores meteduras de pata?

Empecemos por el final, nuestra compañía está formada por ingenieros informáticos con conocimiento en accesibilidad visual y física. Mientras cocreábamos el sistema, al enseñar la interfaz de usuario a profesionales del mundo de la discapacidad cognitiva de la Fundación Sant Pere Claver, su cometario fue “está muy bien, es de fácil uso para muchas personas, pero ¿habéis tenido en cuenta que hay personas con discapacidad cognitiva que no saben leer o que requieren de textos de lectura fácil?” o “¿sois conscientes que habrá usuarios que no sabrán cuantificar lo que significan cien metros o cinco minutos?”. ¡Nuestra cara fue de auténtica perplejidad!

Fue un momento clave para reflexionar sobre todas y cada una de las disfunciones de las personas y qué objetivo debíamos perseguir para satisfacer al mayor número de ellas. Evidentemente, la interfaz de usuario fue revisada y rediseñada para cumplir con los principios de diseño universal.

El mayor logro está aún por llegar, nuestra misión es que la app sea utilizada por esos millones de personas en el mundo que necesitan de un ‘compañero digital’ que les ayude a desplazarse por sí mismos con total seguridad para ellos y total tranquilidad para sus familias.

¿Qué es para ti un emprendedor social? ¿Se hace o se nace?

Para mí hay dos tipos de emprendedores sociales, dos perfiles con vocaciones muy diferentes, pero que convergen en un objetivo: impacto social.

El perfil más conocido por la sociedad es el de aquella persona que, de manera individual o colectiva, dedica sus esfuerzos a ayudar a otras personas que no disfrutan de los mismos derechos y oportunidades. Son personas con una clara vocación social, que vehiculan esa ayuda a través de organizaciones no gubernamentales, fundaciones y cooperativas. En mi opinión, este tipo de emprendedor nace.

El segundo perfil es el de aquellos emprendedores que ven una oportunidad de negocio y que posteriormente se percatan que no solo hay un retorno económico, sino que también conlleva un retorno social. Su llegada al mundo social no ha sido premeditada, sino que un modelo de negocio los ha llevado al mundo social. Son emprendedores de nacimiento, pero se han hecho sociales.

En mi caso, pertenezco al segundo tipo, esta no es mi primera experiencia como emprendedor, pero sí mi primera experiencia como emprendedor social. Descubres que hay que cuidar dos cuentas de resultados, la económica y la social. La empresa no solo debe ser sostenible, sino que debe retribuir al accionista y al mismo tiempo, producir un impacto positivo, tangible e intangible, en la sociedad.

Tu mayor virtud y mayor defecto…

Mi mayor virtud, la constancia, rayando mi mayor defecto, la terquedad. Si hablamos de transformación digital e impacto social, a menudo identificaremos a los potenciales clientes, que no usuarios, en el ámbito público. Los procesos de venta, licitación y contratación de la Administración pública distan muy mucho de los tiempos de las startups, por lo que, desafortunadamente, muchas de esas nuevas empresas del ‘cuarto sector’ se quedan en el camino.

Se ha de creer mucho en todo lo que aportamos como empresa para superar todos los obstáculos que nos encontramos para conseguir un nuevo cliente, crecer y seguir aportando valor a la sociedad.

¿Qué consejo darías a los emprendedores sociales que vienen?

Inicialmente, que tengan muy clara su vocación, el tipo de impacto social que persiguen y el modelo de organización que quieren formar. Si se responden a esas tres cuestiones con total sinceridad, sabrán si su ‘plan de negocio’ tiene o no sentido.

¿Qué huella queréis dejar en el mundo?

Nos sentimos recompensados con la sonrisa que dibujan en sus caras nuestros usuarios cuando descubren que pueden viajar por sí mismos. ¡Ellos son felices, nosotros somos felices! Es la perfecta conjunción del retorno al accionista con el retorno a la sociedad.