“Faltan conocimiento y motivación para adoptar hábitos sostenibles”

Nadia de la Fuente, Nicole Flamarique y Nerea Mendinueta son las jóvenes cofundadoras de ‘The Good Goal’, una aplicación que ayuda a personas y a empresas concienciadas con el medio ambiente a conocer su impacto ambiental y a mejorar sus hábitos sostenibles. Revista Haz ha conversado con ellas.
<p>De izquierda a derecha: Nadia de la Fuente, Nerea Mendinueta y Nicole Flamarique, cofundadoras de la aplicación. Foto: 'The Good Goal'.</p>

De izquierda a derecha: Nadia de la Fuente, Nerea Mendinueta y Nicole Flamarique, cofundadoras de la aplicación. Foto: 'The Good Goal'.

Alcanzar la Agenda 2030 es clave para la supervivencia de la especie y del planeta, así como para vivir en una sociedad más justa. Y solo podremos acercarnos, si todos nos involucramos tanto a nivel individual, como empresarial, organizaciones, gobiernos y sociedad civil en general.

Nos quedan menos de diez años y por todos lados nos dicen que estamos en la ‘década de acción’, pero ¿cómo empezamos? ¿Tenemos claro cómo podemos contribuir? ¿Qué tenemos que cambiar para que nuestra vida no siga destrozando el único planeta que tenemos?

En The Good Goal parece que lo tienen claro. Esta aplicación nació para ayudar a reducir la huella ambiental, midiendo nuestras acciones diarias.

Nadia de la Fuente (jefa de Operaciones), Nicole Flamarique (responsable de Marketing) y Nerea Mendinueta (CEO), cofundadoras de The Good Goal se conocieron por internet y desarrollaron el proyecto de forma virtual. Hoy, más de 50.000 personas se han descargado la app y ya han conseguido ahorrar más de 1,1 millones de litros de agua.

La frescura de estas tres milenials se transmite en su proyecto, en la app y en la forma de conseguir los good goals.

¿Qué es The Good Goal?

The Good Goal es una aplicación que ayuda a jóvenes y empresas concienciadas con los problemas medioambientales actuales a reducir su huella ambiental mediante la gamificación, la motivación y la adopción de nuevos hábitos.

Dentro de la app el usuario puede ir realizando acciones sostenibles que van generando un impacto positivo en el medio ambiente que se traduce en un ahorro de kilogramos de CO2, litros de agua y kilos de residuos. A estas equivalencias las llamamos Good Goals.

Todos los datos que están dentro de la app están sacados de metaanálisis respaldados por la comunidad científica, por lo que podemos decir con seguridad que nuestra herramienta es una de las más fiables y veraces que existen en el mercado actual.

La aplicación propone un reto semanal en el que el usuario tiene que realizar pequeñas acciones sostenibles para ir sumando puntos y llegar al objetivo. Primero, identificamos el nivel de implicación medioambiental del usuario para ofrecerle un objetivo a su medida. Después, accede a un listado de acciones divididas en tres categorías: residuos, consumo y transporte. Cada vez que realice una acción, irá sumando puntos hasta conseguir el objetivo y, poco a poco, irá adquiriendo más hábitos sostenibles.

<p>Más de 50.000 personas se han descargado ya la aplicación, cuyo objetivo es mejorar los hábitos sostenibles. Foto: 'The Good Goal'.</p>

Más de 50.000 personas se han descargado ya la aplicación, cuyo objetivo es mejorar los hábitos sostenibles. Foto: 'The Good Goal'.

¿Por qué nace?

Nos conocimos hace dos años, en plena pandemia, de manera virtual gracias al #Covid19 Challenge de Uxer School, al que nos apuntamos sin conocernos de nada. Este challenge se lanzó́ a nivel internacional con el objetivo de buscar soluciones a problemas de diferentes ámbitos. Nosotras coincidimos en la temática de sostenibilidad, y durante mes y medio trabajamos en la investigación del problema y la ideación de una solución que se convirtió en lo que hoy es The Good Goal.

Sin duda, era el momento perfecto para desarrollar este proyecto, no solo porque durante la crisis de la covid-19 la causa medioambiental cobró aún más importancia, si cabe, sino que para nosotras era la ocasión perfecta para poder aportar algo positivo al mundo, además de convertirse en nuestra vía de escape en esos meses de encierro.

¿Qué queréis cambiar con The Good Goal?

En la fase de investigación inicial descubrimos que, aunque existe una conciencia medioambiental cada vez más extendida, hay una falta de motivación y conocimiento a la hora de iniciar el cambio y adoptar hábitos sostenibles.

Nuestra misión es luchar contra el cambio climático impulsando la implicación de las personas y de las empresas, ayudándoles a conocer el impacto real de sus acciones y a mejorar sus hábitos presentes y futuros, apoyándonos en tres pilares: la información, la formación y la transformación. Además, ofrecemos una experiencia personalizada y gamificada que permite monitorizar la actividad y el progreso de los usuarios.

Uno de los grandes problemas que tratamos en la app es la desinformación para conseguir los objetivos medioambientales.

¿Cómo aúna la plataforma The Good Goal digitalización y sostenibilidad?

En nuestro caso, la tecnología nos permite ayudar a nuestros usuarios a mejorar su implicación medioambiental y adquirir nuevos hábitos sostenibles con un sistema gamificado y un algoritmo que personaliza la experiencia y monitoriza el progreso de cada persona, además de calcular de forma fiable el impacto medioambiental de sus acciones en términos de ahorro de CO2, agua y residuos.

Además, fijamos un objetivo ‘cero neto’ anual para que los usuarios puedan acercarse a su propia neutralidad en carbono. También, ya estamos trabajando en la mejora del algoritmo introduciendo inteligencia artificial para anticipar comportamientos, ajustar retos y proponer productos y contenidos personalizados dentro de la app.

¿Qué enfoque tiene The Good Goal Corps para las empresas?

Nos dirigimos a empresas que están alineadas con el ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático) y que quieren mejorar sus indicadores de sostenibilidad no solo a través de acciones realizadas por la empresa, sino también integrándolo en la cultura corporativa, formando e involucrando a sus empleados para construir un ecosistema de trabajo que permita a la organización reducir su impacto ambiental a través de las acciones individuales.

Para ello, ofrecemos un servicio integral que incluye la personalización de la herramienta, adaptándola al escenario particular de la empresa y ofreciéndole un entorno exclusivo a utilizar por los empleados de la compañía. Al mismo tiempo, incluimos el desarrollo de la estrategia de implementación y comunicación interna, el seguimiento de toda la actividad, la elaboración de informes de progreso y analítica de métricas, así́ como de contenido divulgativo sobre temas medioambientales.

“Estamos orgullosas de haber llegado hasta aquí́ sin apenas recursos económicos, pero necesitamos un empujón para seguir creciendo y estamos articulando nuestra primera ampliación de capital”.

¿Cuál es vuestro mayor reto?

Como todo camino de emprendimiento, es un proceso de gran exigencia y compromiso y requiere muchísimo esfuerzo pero, al mismo tiempo, tiene sus recompensas.

Hemos tenido que enfrentarnos a muchos retos, como el de tener que desarrollar todo el proyecto y la herramienta de manera telemática, desde diferentes ubicaciones y con nuestros propios recursos.

Sin duda, de lo que más orgullosas estamos es de haber llegado hasta aquí sin apenas recursos económicos. Pero, es cierto que necesitamos un empujón para seguir creciendo. Por eso estamos articulando nuestra primera ampliación de capital a través de una ronda de inversión que nos permita ampliar equipo e implementar una estrategia de marketing para alcanzar nuestros objetivos.

Desde aquí agradecemos a los inversores que están confiando tanto en el equipo como en el proyecto, y hacemos un llamamiento a aquellas personas que quieran aportar y sumarse.

¿Cuáles son vuestros mayores logros y mayores meteduras de pata?

Consideramos que haber desarrollado una aplicación y haberla lanzado al mercado de manera totalmente telemática y sin conocernos de nada es bastante épico, y es algo que consideramos como un gran logro. De todos modos, seguimos acumulando hitos, como el de haber llegado a más de 50.000 descargas en la aplicación, haber entrado en el mercado latinoamericano, haber creado una comunidad en redes sociales de más de 11.000 good goalers, y el haber implementado la herramienta en una organización, validando nuestro producto en el mercado, entre otros.

En cuanto a nuestras meteduras de patas… Hay unas cuantas. Esto es un proceso de learning by doing constante. Uno de nuestros golden mistakes, que ahora hace mucha gracia, pero en su día supuso un gran disgusto y estrés acumulado, fue el lanzamiento de la beta. Se anunció que la fecha del lanzamiento sería en enero de 2021 y no llegamos a la fecha por problemas externos. Tuvimos que mandar mails a los beta testers para comunicarles que no íbamos a llegar y, cuando finalmente creíamos que estaba todo en orden y pudimos anunciar el lanzamiento, la aplicación no funcionaba correctamente, daba errores a muchísimas personas y fue una auténtica locura.

Esto nos sirvió para aprender que, con este tipo de productos digitales, no hay que anunciar fechas hasta que la herramienta está testada y correctamente subida a las stores.

"Por supuesto que un emprendimiento social tiene que ser un negocio sostenible donde haya un modelo de monetización claro, pero el trasfondo de esa visión es siempre cubrir una necesidad y aportar valor a la sociedad".

¿Qué es para vosotras un emprendedor social? ¿Se hace o se nace?

Nos gusta mucho el concepto de emprendedor social o emprendimiento social. Lo vemos como la sinergia perfecta entre una empresa tradicional, con su modelo de crecimiento vertical, y una ONG, con un modelo totalmente horizontal. Es el punto medio entre estos dos extremos. El emprendedor social pretende buscar soluciones a necesidades reales del mercado, pero con la visión de aportar valor.

Por supuesto que un emprendimiento social tiene que ser un negocio sostenible, donde haya un modelo de monetización claro e idealmente escalable, pero el trasfondo de esa visión es siempre cubrir una necesidad y aportar valor a la sociedad. Nosotras somos emprendedoras sociales y admiramos mucho al resto de personas que también forman parte de este ecosistema.

Un emprendedor se hace, y se hace a base de mucho esfuerzo, trabajo y compromiso. Nadie nace aprendido, pero sí que es cierto que los emprendedores tenemos muchas cosas en común. Cuando hacemos las cosas, las hacemos con todas las ganas del mundo. Los emprendedores sociales somos esas personas que, además de tener una visión de negocio, tenemos el interés de realizar cambios reales en la sociedad y en el medio ambiente. Y, por supuesto, compartimos la pasión de trabajar para encontrar los medios que permitan que esto suceda.

Mayor virtud y mayor defecto…

Algo que nos gusta mucho destacar y que lo vemos como un valor añadido es el equipo, el haber coincidido tres perfiles como los nuestros que se complementan tan bien. Sin duda, la cultura empresarial que estamos creando es una de nuestras mayores virtudes. Siempre creamos espacio para poder escucharnos las unas a las otras y damos pie a diálogos que hacen que nuestro alineamiento sea mucho más continuo y consistente.

Nuestro mayor defecto, que creemos que a todos los emprendedores les pasa, es querer llegar a todo y de manera muy rápida. Siempre nos cuesta dejar para más tarde las múltiples oportunidades que van surgiendo de manera diaria. Al final, esto es un tema de priorización de tareas y visión clara de objetivos, y es cierto que en el mundo del emprendimiento, al haber tanto movimiento y estar sucediendo cosas constantemente, a veces tendemos a distraernos con lo que nos rodea.

"Nuestro consejo a los emprendedores es que ¡le echen muchas ganas, ilusión y tiempo! El camino del emprendimiento no es fácil, pero poco a poco vas recogiendo los frutos y es muy gratificante".

¿Qué consejo le daríais a los emprendedores sociales que vienen?

Que, si creen en su idea, luchen para hacerla realidad sin dudarlo. Siempre siguiendo un proceso que tenga sentido y nunca olvidándose de las fases de validación y testeo, ya que son imprescindibles para poder identificar el valor real de la propuesta y también para evitar posibles errores o problemas que podrían aparecer en el futuro si no realizan estas fases en el mercado. También hay que tener muy clara la visión y el propósito del proyecto en todo momento y mantenerse fiel a él.

Por otra parte, es imprescindible crear un buen plan de negocio que sea coherente con los objetivos a corto, medio y largo plazo de la empresa, así́ como intentar siempre basarse en métricas para tomar decisiones de negocio con una base estudiada y analizada.

Por otro lado, encontrar a un equipo que te complemente y que cubra las necesidades para el desarrollo del proyecto, por lo menos en la fase inicial, y poner foco en el alineamiento total de las decisiones, para que todos los miembros del equipo vayan hacia la misma dirección. Y, lo más importante, ¡echarle muchas ganas, mucha ilusión y mucho tiempo! El camino del emprendimiento no es fácil, pero poco a poco vas recogiendo los frutos, y es una sensación muy gratificante y de autosuperación.

¿Qué huella queréis dejar en el mundo?

Desde luego, ambiental no queremos dejar ninguna. De hecho, estamos trabajando en una estrategia de empresa con la que queremos fijar nuestro propio objetivo de ‘net zero’ o emisiones netas para 2050 y así́ compensar el impacto ambiental de nuestro trabajo.

Hemos de confesar que tenemos una visión de futuro clara: que la conciencia medioambiental esté tan integrada en la sociedad y en los valores personales, que realmente no sean necesarias iniciativas y herramientas como The Good Goal. Este es sin duda el mayor good goal que buscamos conseguir, la única manera de hacerlo es animando a todas las personas a que se sumen a la causa medioambiental con nuestra app.

¿Qué mensaje queréis mandar a nuestros lectores?

Ha llegado el momento de salir de la zona de confort y de implicarse como agentes de cambio hacia un futuro más sostenible y consciente.

Queremos hacer un llamamiento a todas las personas que podéis tomar decisiones que ayuden a vuestras comunidades y organizaciones y colaborar con la lucha contra el cambio climático para que unamos fuerzas y creemos un movimiento que realmente genere un cambio global.

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