El gran reto de las microfinanzas: [Cómo mantener el compromiso social y el crecimiento económico]

HAZ1 septiembre 2008

El sector de las microfinanzas está experimentando un crecimiento espectacular y atrayendo enormes inversiones de capital. El CGAP (www.cgap.org), elprincipal «thinktank» en el sector de las microfinanzas, estima que las inversiones exteriores en la «industria microfi nanciera» se acercan ya a seis mil millones de dólares, sin contar los préstamos y donativos. El sector está siendo testigo de avances constantes en las áreas de innovación de nuevos productos, servicio y estructura de capital.

La rápida evolución en el sector de las microfinanzas, motivada en gran parte por la «comercialización» de las instituciones microfinancieras (IMF), plantea también numerosos desafíos. Entre los que se encuentra el famoso dilema de: ¿cómo pueden seguir creciendo las IMF con elfin de servir a miles de millones de personas que no tienen acceso a los servicios financieros y, al mismo tiempo, no desviarse de su compromiso (misión) social?

La falta de indicadores en la industria sobre el impacto social, así como la carencia de códigos de conducta constituyen retos igualmente importantes. La evaluación de impacto se ha centrado en los aspectos financieros, donde si existen indicadores aceptados, en gran parte, por todo el sector. Sin embargo, teniendo en cuenta que las IMF comparten objetivos sociales y financieros, está claro que el dibujoactual sobre los resultados es claramente insuficiente.

Incluso un tema tan aparentemente sencillo como las organizaciones que se dedican a las microfinanzas no resulta pacífico. ¿Están obligadas las IMF a cumplir determinadas normas sobre transparencia, calidad en el servicioo responsabilidad socialpara recibir la consideración de tales? Tampoco la noción de»microcrédito», que constituye elprincipal producto de las IMF, goza delacuerdo general. ¿Qué es lo que determina el carácter «micro» de un préstamo? ¿El tamaño? ¿El perfil del cliente? ¿El carácter finalista del préstamo? La falta de definiciones quesean generalmente aceptadas plantea problemas, pues pone en riesgo la reputación, las mejores prácticas y el creciente acceso al mercado de capitales que las principales IMF han impulsado en estos últimos años. Pone en riesgo alsistema al no evitar que seintroduzcan practicas financieras perjudiciales quepriorizan la obtención de objetivos derentabilidad a corto plazo, sobreendeudan a losclientes o pervierte la tecnología microcreditica, al confundirla, por ejemplo, con el crédito al consumo.

LAS TASAS DE INTERÉS. Las tasas de interés en el sector de las microfinanzasson considerablemente altas por muchas razones; entre otras porque deben cubrir los importantes costos derivados de otorgar pequeños préstamos. Como señala MicroCapital: «el coste de capital y el coste del riesgo varían proporcionalmente en función del tamaño del préstamo, pero no así los costes administrativos, debido a la naturaleza intensiva en mano de obra que supone el servicio a los clientes demicrocrédito y también al peculiar entorno en el que operan (una combinación declientes con pocos estudios, sin garantías, sin historial crediticio, si información económica y sin registros de ningún tipo).

El aumento dela competencia entre las IMF ha sido una de las principales causas de la bajada de las tasas de interés, así como de la mejora en la transparencia, en losratios de eficiencia operativa, en la prestación del servicio y en la innovación de nuevos productos. No obstante, cuando la competencia procede de la incursión dela banca tradicional en el sector de las microfinanzas mediante una agresiva oferta de préstamos al consumo, como ocurrió con elBanco Azteca en Méjico, puede presionar a las IMF a abandonar suclientela habitual y sus competencias distintivas. También hay que contar con lasmalas influencias que pueden ejercer nuevos inversores que desconocen las particularidades de este mercado o persiguen exclusivamente objetivos de maximización económica. Estos factores no sólo ponen en riego los fines sociales de las IMF sino también surentabilidad financiera. Cuando la metodología microfinanciera se emplea correctamente la praxis muestra no sólo que los objetivos económicos y sociales no son mutuamente excluyentes, sino que unos y otros se refuerzan.

En algunos mercados de América Latina (v.g. Perú, Bolivia, El Salvador y República Dominicana) las IMF tienen poco margen para competir en la fijación de las tasas de interés debido al enorme desarrollo de la industria en esos países: gran número de IMF, un marco regulador adecuado, etc. En otros países, como Ecuador, existe una política de limitación de las tasas de interés que no permite imputar a los prestamos la totalidad de losaltos costos operativos. Habitualmente las IMF compensan esta limitación por la vía de cargar comisiones a sus préstamos. Está alternativa no es necesariamente mala, en muchas ocasiones es el único medio de que lasIMF sean económicamente autosuficientes. El problema surge cuando las instituciones no comunican a sus clientes la totalidad de los costes. En otros mercados, comoMéjico, Colombia o Argentina, hay muy poca competencia y grandes ineficiencias. En estos casos es más probable que las IMF carguen tasas de interés muy altas y rocen esa zona gris que se encuentra entre la cobertura de los costes, junto a una ganancia razonable, y la usura.

LA DESVIACIÓN DEL OBJETIVO SOCIAL. No son pocos los que afirman que el camino de la «comercialización» ha llevado a las IMF a olvidar su compromisosocial, la excesiva presión por los objetivos derentabilidad ha terminado desviando la misiónoriginal deestas organizaciones. La salida a bolsa en abril del 2007 de Compartamos, la famosa IMF mejicana, es, para algunos, uno de losmejores ejemplos de desviación de la misión. La historia de «Compartamos» ha centrado el debate a favor y en contra sobre cómo gestionar eficazmente los objetivos sociales y financieros de estas instituciones. Para sus detractores, la IMF mejicana cargó unos intereses altísimos (un interés efectivo del 82% anual en el 2006) que le permitieron generar enormes beneficios y tener éxito en su salida a bolsa. En lugar de transferir parte de esos beneficios a los clientes rebajando las tasas de intereses optaron por distribuir los beneficios a los accionistas. Los accionistas quevendieron en 2007 obtuvieron cuatrocientos cincuenta millones de dólares por suinversión inicial de seis millones de dólares.

Por otra parte, la exitosa oferta de acciones superó trece veces la oferta y obtuvo un»opening P/E ratio» de 24.2. La oferta captó la atención de losgrandes inversores, persuadiéndolos dela atractividad y rentabilidad de este mercado. Captar a los grandes fondos de inversión constituye un reto muy importante para potenciar el crecimiento delsector microfinanciero, que sigue dependiendo mucho de las fluctuaciones procedentes de donantes y de la ayuda externa (elDeutsche Bank estima quela demanda global insatisfecha demicrocréditos se sitúa en el 90%). Para los defensores de «Compartamos» los altos retornos fueron necesarios para atraer a los inversores privados, aumentar la competencia e impulsar el crecimiento.

La misión tiene un peso mayor en el sector no lucrativo que en el lucrativo porque constituye su razón deser. En efecto, la rentabilidad es importante pero no es elcriterio determinante en estas organizaciones. Los peligros de desviarse de la misiónoriginal suelen plantearse con más intensidad cuando una IMF se transforma en una institución regulada. Sin embargo, con independencia de la forma jurídica, este peligro afecta a todas lasorganizaciones debido al aumento de la competencia en el sector y la creciente presión de los inversores a las IMF por ser cada día más rentables.

La desviación de la misiónconstituye una amenaza real y creciente en el sector de las microfinanzas. El Microfinance Banana Skins 2008 (elprimer informe global sobre los riesgos de la industria de las microfinanzas) muestra que la desviación de la misión ocupa la séptima posición en elranking de percepción de riesgos generales y elsegundo puesto entre los riesgos percibidos por los profesionales de las microfinanzas. Un hito importante en los esfuerzos por controlar los riesgos de una desviación de la misiónoriginallo constituye la «Declaración Pocantico», realizada en mayo de 2008 por un conjunto de lideres de la industria de las microfinanzas procedentes de todo el espectro. Constituye el primer intento serio de formular un código de conducta que distinga a las IMF deotras organizaciones que prestan idénticos servicios financieros pero sin estar impulsadas por motivos sociales. Este paso constituye un elemento crítico para la industria, si quiere gestionar elcreciente riesgo reputacional (situado en la undécima posición en el»Banana Skin Report»).

Junto a la «Declaración de Pocantico» los líderes de la industria elaboraron un borrador de documento para proteger los derechos de losclientes (Client Protection Principles) asegurando que las IMF proporcionasen un servicio adecuado a sus clientes debajos recursos y exigiendo herramientas más sólidas para monitorear y examinar las inversiones en microfinanzas.

GOBIERNO CORPORATIVO, ACTIVOS DE LAS IMF Y TENDENCIAS DE FUTURO. La responsabilidad última de velar por elcumplimiento de la misión recae en el consejo o junta directiva dela organización (Board), que debe estar atenta a los cambios para anticiparse y adaptarse dando una respuesta y transformado la misiónen resultados concretos. Una junta directiva eficaz debe rendir cuentaa sus diferentes stakeholders, que constantemente le reclaman más transparencia, más visión estratégica, mejores prácticas de buen gobierno y deresponsabilidad social. De hecho, la calidad en la gestión y el gobierno corporativo constituyen los principales riesgos delinforme «Banana Skins». Cuando estos temas se cuidan, los retornos para la institución son claros en términos de mejorar la eficiencia, la satisfacción de los clientes, la mejora de la productividad y la bajada de los tipos de interés. Cuestión diferente es cómo medir elcumplimiento de la misión y la consecución de los objetivos sociales en las IMF.

En la actualidad los servicios microfinancieros se prestan por multitud deorganizaciones que van desde pequeñas ONG a grandes bancos regulados que ofrecen una cartera amplia de productos financieros. Alex Counts, presidente dela Fundación Grameen en Washington D.C., cree que lasIMF no están obligadas a optar entre los objetivos sociales y los financieros, a pesar de la creciente presión por la comercialización de estas instituciones. En su opinión las microfinanzas deben entenderse más comouna plataforma que como un producto.

De hecho, el activo más importante de las IMF no es su cartera de préstamos sino sus relaciones con los clientes. Si se usa esa relación como una plataforma para proporcionar una variedad de servicios financieros, entre los cuales habrá algunos que no sean rentables, todas las partes saldrán ganando. Esta ampliación de la oferta de serviciosincrementa la rentabilidad general de los clientes y aumenta la fidelidad de los mismos, elemento a tener en cuenta debido al alto coste que supone captar clientes nuevos en relación con la retención de los existentes.

El potencial que tienen las IMF para lanzar otros productos no financierosapoyándose en sus capacidades que incluyen la tecnología, las innovaciones, elconocimiento local, la presencia en la comunidad y, sobre todo, sus relaciones es enorme. Aquí es donde se encuentra la oportunidad para lanzar servicios de salud, educación o de atención a catástrofes naturales. Para hacerlo de manera efectiva, lasIMF deben construir alianzas con organizaciones que tengan experiencia en esas áreas. El Banco Grameen en Bangladesh, Adopem en República Dominicana, y Fonkoze en Haití son ejemplos exitosos a seguir.

Lo que a menudo se sigue ignorando por muchas IMF es la importancia de los servicios de ahorro. La oferta de servicios de ahorro constituye unpaso esencial para convertirse en una institución de servicios integrales, así como para obtener fuentes definanciación a bajo coste. Sin embargo, la mayoría de las IMF no ofrecen servicios de ahorro y deposito porque no están «reguladas». Esto obedece a diversas causas que van desde la falta de maduración de la institución para dar el paso hacía la transformación en una institución financiera regulada, hasta tener un foco exclusivo en el crédito como producto financiero.

Las IMF están en condiciones de ofrecer servicios deahorro bien directamente o indirectamente mediante acuerdos con organizaciones locales. Los pobres necesitan servicios de ahorro para hacer frente a determinadas necesidades (bodas, funerales, etc.) e imprevistos, y es el servicio financiero que más valoran. Antes de estar en condiciones de recibir un préstamo deben aprender a construir activos mediante el ahorro. Incluso cuando reúnen las capacidades para manejar uncrédito eso no significa necesariamente que lo necesiten, pero la necesidad de ahorrar siempre existe.

EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO SOCIAL. La medición del impactosocial y la desviación de la misión en elsector microfinanciero son riesgos que sehan visto enfrentados a diversas dificultades, entre los cuales se encuentrala dificultad de consensuar unos indicadores de medición aceptados por todos. No obstante, lo que antes era una aspiración de algunos expertos ha pasado a ser en la actualidad una exigencia creciente en la industria. Hoy en día, existen varias herramientas de medición y sistemas de evaluación del impactosocial a disposición delsector microfinanciero. Dos ejemplos son elCGAP- Grameen-Ford Progress out of Poverty Index (PPI) y la herramienta de evaluación utilizada porla organización Accion Internacional.

La red SEEP, una organización que promueve «buenas prácticas» en el desarrollo de servicios financieros y no financieros, ha desarrollado un «Mapa deDesempeño Social» para orientar a losstakeholders de las IMF en la rendición de cuentas y transparencia de los objetivos sociales, con la intención de que pueda servir también comoinstrumento en la toma de decisiones. En principio, esta herramienta ayudará a desarrollar normas dedesempeño social tanto para la gestión interna como para ser utilizadas como»benchmarking».

Aunque no existe un consenso generalizado sobre los principales indicadores dedesempeño social, algunos de los más utilizados incluyen aspectos como: Cartera Bruta Activa / Número de Prestatarios Activos; Porcentaje del Préstamo Promedio; Porcentaje del Balance del Préstamo porPrestatario/ GNI per capita; Número de Cuantas de Ahorro/ Numero de Ahorradores Activos y Porcentaje de mujeres prestatarias.

No obstante, es necesario un enfoque integral a la hora de evaluar el desempeño. Usar indicadores como el tamaño delpréstamo promedio puede proporcionar información útil pero tambiénpuede confundir. Por ejemplo, en una determinada institución el tamaño del préstamo promedio sepuede incrementar porquela organización esté abandonando suclientela habitual para atender a una clientela de renta más alta, pero también es posible que la institución esté atendiendo a sus mismos clientes, que han progresado y tienen ahora mayores necesidades de crédito, o hayan decidido profundizar más o por vez primera en el segmento PYME, que habitualmente tampoco tiene acceso a los servicios financieros.

En efecto, las pequeñas y medianas empresas, que constituyen clientes más sofisticados y desarrollados que los microempresarios, requieren de una tecnología crediticia específica. Este segmento constituye un grupo a menudo ignorado por las instituciones financieras y que posee unalto potencial de creación devalor social y económico en términos deempleo, relaciones, desarrollo comunitario local, contribución a la economía nacional, mayor acceso a mercados de capitales más grandes (locales e internacionales) y mejores términos de intercambio.

Desarrollar cualquiera de las anteriores estrategias sin desplazarse del segmento «micro» de clientes está lejos de ser sencillo. La desviación de la misiónpuede proceder de una decisión consciente de la dirección o del Consejo o tener por causa un desplazamiento inadvertido debido a la presión hacia la comercialización. Aunque elsegundo supuesto puede ser más deseable y fácil de corregir no deja por eso de ser menos serio.

El desarrollo de indicadores y metodologías que ayuden a evaluar el impactosocial junto a la creciente competencia por bajar los intereses ayudará a controlar los riesgos de desviación de la misión. Sin embargo también son necesarias otras medidas: compartir los valores institucionales, una gestión fuerte en todos los niveles dela organización y una Junta Directiva comprometida y activa para asegurar que todos los objetivos de la institución esté alineados con la misión. Únicamente teniendo en cuenta todos estos aspectos podrán las MFI evitar el riesgo de abandonar su compromisosocial.

HEIDI SUMSER
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