Kioto: conocer las reglas del juego para ganar la partida

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HAZ2 septiembre 2005

Cerca de 12.000 industrias europeas deben ajustarse a los límites de emisión de CO2 que les imponen, desde este año, sus respectivos gobiernos a través de los Planes de Asignación.

COMIENZA ASÍ, PARA MUCHAS EMPRESAS, un nuevo periodo en el que la gestión de sus emisiones cobra un carácter estratégico. La clave ahora radica en saber posicionarse favorablemente en este marco, no sólo para evitar los riesgos derivados de posibles incumplimientos (hasta 40 euros de sanción por tonelada de CO2 no justificada hasta 2007), sino para aprovechar las oportunidades que puede suponer un proceso industrial con menores emisiones de carbono.

ENTRE LAS OPCIONES QUE PUEDE ESCOGER la empresa -y, sin duda, la que más oportunidades presenta-, está la adopción de medidas internas encaminadas a reducir las emisiones contaminantes. Eficiencia energética, producción limpia, combustibles renovables, menor dependencia de otros combustibles (fósiles),… son conceptos sobre cuyos beneficios derivados debe reflexionar cada compañía.

Una empresa que ahorre 1.000 litros de fuel como resultado de medidas de eficiencia habrá reducido casi 3 toneladas sus emisiones, que en el mercado de CO2 supondrían algo más de 60 euros. A este ahorro habría que añadir además el importe del combustible no consumido. Las medidas internas pueden, sin embargo, no resultar rentables o causar dificultades operativas a corto plazo, de forma que la empresa debe apostar por otras soluciones para cumplir su límite de emisión.

DE ESTA FORMA, la segunda de las opciones es la participación en el mercado de emisiones con objeto de adquirir los derechos necesarios, bien a través de brokers especializados o a través de contratos bilaterales firmados con empresas excedentarias. Su desventaja sería que, si bien esta opción puede resultar económicamente eficiente en un momento dado, no resolverá el problema de las emisiones de la empresa, pues en años sucesivos se repetirá idéntica situación mientras no se tomen esas medidas internas señaladas anteriormente.

LOS MECANISMOS BASADOS EN PROYECTOS del Protocolo de Kioto (Mecanismo de Desarrollo Limpio y proyectos de Aplicación Conjunta) son la tercera de las herramientas a disposición de las empresas.

Consistentes en la ejecución de proyectos que reduzcan las emisiones contaminantes en otros países, darán lugar a la expedición de créditos canjeables por derechos de emisión en el mercado europeo.

De esta forma, las empresas pueden aprovechar así la mayor rentabilidad de la reducción de emisiones que ofrecen los países en desarrollo (la reducción de una tonelada de CO2 en Bolivia cuesta cuatro veces menos que en España). Las empresas españolas tienen ya un camino andado y una situación de privilegio en países de Latinoamérica y norte de África, donde existe una fuerte presencia española y unos importantes vínculos históricos y culturales.

POR ÚLTIMO, LA EMPRESA PUEDE OPTAR por la participación en alguno de los fondos de carbono que están surgiendo a nivel mundial.

En ellos, su aportación económica será utilizada por el gestor del fondo (normalmente instituciones financieras) para adquirir créditos procedentes de proyectos similares a los anteriores (MDL y AC). Este enfoque supone, por ello, una inversión indirecta en proyectos, confi- gurándose como una herramienta interesante para empresas sin presencia en el exterior pero con capacidad financiera suficiente para satisfacer las cantidades mínimas solicitadas (0,5-2,5 mm.).

IGUALMENTE, CONTRIBUYEN AL INTERÉS de estos fondos propiedades como la existencia de estrategias de gestión del riesgo inherente a los proyectos en los que invierte, así como el elevado poder de negociación del precio gracias a la compra de grandes volúmenes de créditos antes de que éstos se hayan generado.

LOS CAMINOS QUE SE ABREN a la empresa para adaptarse a Kyoto son variados. Las más de 950 instalaciones españolas afectadas por el comercio de emisiones no pueden demorar más su actuación. Su cometido es analizar y evaluar estas diferentes opciones para elegir la que más se adapte a su perfil. El cambio climático ya está aquí. Una rápida y certera actuación supondrá un doble dividendo, para nuestro planeta y para la cuenta de resultados de nuestras empresas.

Por Cristina García-Orcoyen