India: el triunfo de la globalización

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HAZ20 diciembre 2007

Pese a ser testigos del crecimiento espectacular de un país como la India (ayer sinónimo de pobreza y hoy de prosperidad), todavía hay muchas personas que se niegan a admitir esa mejoría y, caso de admitirla, no aceptan que ésta se deba a los efectos beneficiosos de la globalización: entendiendo por globalización la creciente integración de las economías nacionales en un único mercado mundial.

Las organizaciones pertenecientes al movimiento antiglobalización parecen haber conseguido que su mensaje negativo, respecto a la globalización, cale poco a poco en la sociedad. El lamento comienza por negar cualquier supuesta mejoría: nunca hemos estado peor; la pobreza y la desigualdad aumentan de año en año, las necesidades básicas sufren un deterioro constante, etc.

PERO, SI CONSULTAMOS LOS INFORMES MÁS FIABLES no es esa la impresión que se extrae. La situación ha mejorado sensiblemente, no sólo en la India sino globalmente. El PIB mundial se ha multiplicado por diez (de tres a treinta billones de dólares) en los últimos cincuenta años, mientras la renta «per capita» se ha triplicado.

La proporción de la población mundial que disfruta de un desarrollo humano medio ha subido desde el 55 por ciento en 1975 al 66 por ciento en 1998, y la proporción que puede calificarse como de bajo desarrollo humano se ha reducido del veinte al diez por ciento en el mismo período. Otros indicadores económicos nos ofrecen cifras semejantes.

La esperanza de vida en los países industrializados ha pasado de 66,5 años en 1950 a 74 años en la actualidad, es decir, un avance de siete años y medio. En las regiones en vías de desarrollo, la esperanza de vida se ha alargado durante el mismo período de 41 a 62 años, con un incremento de veintiún años, aunque los datos del África Subsahariana revelan un progreso mucho menor (de 33 a 47 años).

La tasa de alfabetización, por su parte, se eleva al noventa y ocho por ciento en los países avanzados, es decir, un cinco por ciento más que en 1950. El índice de alfabetización en los PVD ha pasado del cuarenta al setenta por ciento, un porcentaje todavía netamente inferior al de las sociedades industrializadas, pero con un impresionante progreso de treinta puntos. El salto ha sido aún mayor en el África Subsahariana (del 17 al 56 por ciento), aunque los resultados sigan siendo insatisfactorios.

COMO LOS DATOS RESULTA DIFÍCIL NEGARLOS, los «antiglobalizadores» arguyen que el crecimiento económico sólo beneficia a unos pocos y que la apertura económica, en realidad, solo genera desigualdades cada vez mayores. Esta afirmación no suele ser muy rigurosa.

Los economistas del Banco Mundial, David Dollar y Aart Kraay, hace ya tiempo que demostraron la falsedad de estos razonamientos, estudiando las estadísticas sobre las rentas en 80 países a lo largo de 40 años. El análisis demuestra que el crecimiento favorece a los pobres en igual medida que a los ricos. Con un crecimiento del 1%, las personas de bajos recursos mejoran sus ingresos una media de un 1 %. Si el crecimiento es del 10 %, los más pobres aumentarán su renta en un 10 % de media.

PERO AUN ADMITIENDO QUE ESTO PUEDA SER ASÍ, todavía queda un «resto» antiglobalizador que se niega a aceptar la existencia de los ricos. Por primera vez en la historia, cuatro personas de nacionalidad india (Lakshmi Mittal, Mukesh Ambani, Anil Ambani y Azim Premji) forman parte de las 25 mayores fortunas, según la lista elaborada por la revista Forbes. India es, después de los Estados Unidos, el país con más ricos del planeta.

Y realmente este es el argumento más difícil de desmontar, porque es el argumento más ideológico. Gran parte de la ineficacia de los programas para combatir la pobreza se debe a que han puesto el acento en terminar con la desigualdad, y realmente la desigualdad no es un problema, el problema es la pobreza. Que las diferencias de ingresos entre los grupos sean considerables no importa tanto, como el hecho de que determinados ingresos sean claramente insuficientes.

LA EXPERIENCIA DE LA INDIA, EN ESTE SENTIDO, resulta especialmente interesante por varios motivos. Primero, porque muestra el fracaso de las políticas que siguieron un modelo económico socialista. Ha sido precisamente la globalización y el abandono de un modelo de economía autárquica y socialista en el año 1991, la causa principal que ha producido la prosperidad y riqueza en estas dos últimas décadas. En segundo lugar, porque no estamos haciendo proyecciones sobre una muestra que puede resultar estadísticamente insignificante, sino que estamos hablando de una realidad que afecta a 1.100 millones de personas.

Por eso, todo lo que ocurre en la India tiene y tendrá tanta importancia.

Por Javier Martín Cavanna