Luz y taquígrafos para los salarios de los consejeros

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HAZ12 abril 2011

La estrategia de la avestruz siempre termina pasando factura. Al final todo se acaba descubriendo o desvelando.

El comentario viene al caso de la falta de información de las empresas en sus informes sobre gobierno corporativo sobre el salario de sus consejeros y directivos. Pese a constituir una de las recomendaciones del Código Unificado de Buen Gobierno, la información sobre las remuneraciones es la recomendación menos seguida por las empresas cotizadas; tan sólo un tercio de las empresas publican el sueldo de sus consejeros y altos directivos y únicamente una de cada cinco empresas somete a la junta de accionistas la votación, con carácter consultivo y no vinculante, del informe sobre la política de retribuciones de los consejeros.

Pero, lo más sorprendente no es que las empresas no informen de algo tan esencial como la política de retribuciones de sus principales directivos, lo más llamativo son las estrambóticas excusas que ofrecen para no hacerlo: se trata de una información estratégica, es una competencia que no corresponde a la junta y si la votación fuese negativa pondría al consejo en una situación delicada, la información se proporciona de forma agregada para respetar la privacidad y seguridad de los consejeros, etc.

Ahora bien, todas estas explicaciones para tratar de eludir una información tan relevante para los accionistas se han terminado. La nueva Ley de Economía Sostenible le ha puesto fecha de caducidad a la opacidad de las empresas del Ibex. A partir de ahora las empresas cotizadas estarán obligadas a publicar los sueldos individualizados de sus consejeros y a votar en la junta de accionistas el informe sobre política de retribuciones.

Luz y taquígrafos, sí, especialmente con los estratosféricos sueldos de los altos directivos.