Pero, ¿alguien se fía del Banco de España?

Foto de HAZ
HAZ31 octubre 2011

El documento que recoge el modelo de supervisión del Banco de España aprobado el 17/06/2009 declara, entre otras cosas, las siguientes: «La Ley 13/1994 de Autonomía del Banco de España establece en su artículo séptimo que corresponde al Banco de España promover el buen funcionamiento y estabilidad del sistema financiero y le atribuye la función de supervisar […] la solvencia, actuación y cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito […].

El modelo de supervisión del Banco de España pretende asegurar la eficacia y eficiencia de esta función, velando porque las entidades de crédito estén adecuadamente capitalizadas, cumplan con la normativa vigente y sean prudentes en la gestión y control de su negocio y sus riesgos. Para conseguir estos objetivos, el Banco de España ha desarrollado un modelo de supervisión […] cuya característica esencial es su cercanía a la realidad de las entidades supervisadas […].

Este modelo pretende obtener un conocimiento actualizado y profundo de la situación y evolución de las entidades supervisadas […]. El objetivo fundamental del proceso supervisor del Banco de España es determinar y mantener actualizado el perfil de riesgo supervisor de cada entidad, y tomar las medidas necesarias para corregirlo, si se considera necesario».

Pues bien, los organismos internacionales no deben dar mucho crédito a estas declaraciones retóricas ya que el pasado mes de septiembre el director para Europa del Fondo Monetario Europeo (FMI), Antonio Borges, sugirió que España debería recurrir a una entidad externa para hacer una valoración independiente de los activos de los bancos españoles. Nuestra ministra Salgado y el gobernador del Banco de España salieron al paso inmediatamente negando la necesidad de esa medida y defendiendo la supervisión del Banco de España. Nosotros no nos fiamos del Banco de España.

El Gobierno de España es juez y parte en este asunto y la realización de una auditoría por una institución externa contribuiría a transmitir una imagen de objetividad y transparencia a la situación del sector financiero español. Nadie ha explicado con claridad la situación de las cajas de ahorro y el proceso de saneamiento.

Las noticias sobre el proceso de las cajas de ahorro se dan con cuentagotas, son contradictorias, por no tacharlas de falsas, y el escepticismo crece cada día. ¿Cómo vamos creer al Banco de España cuando hace apenas un año aceptaba como bueno el cierre en positivo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y cada día que pasa descubrimos que el agujero es mayor? ¿Cómo se le puede reprochar al Sr. Borges que desconfíe de la labor de supervisión del Banco de España cuando en el mes de marzo la CAM ganaba 40 millones de euros y tres meses más tarde resulta que perdía más de mil? ¡Bienvenida sea la auditoría externa!

Comentarios