Tribunal de Cuentas

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HAZ4 marzo 2013

Por su retraso en la fiscalización de las cuentas de los partidos políticos

Los recientes escándalos sobre financiación de partidos políticos no han hecho sino aumentar la creciente falta de credibilidad de la clase política, hasta el punto de que la actuación de los políticos se sitúa en el tercer lugar entre las preocupaciones de los españoles, según las encuestas del último barómetro de enero del Consejo de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo por detrás del paro y la crisis económica.

En este contexto no parece justificable que la fiscalización de la financiación de los partidos políticos se lleve a cabo con un retraso de cinco años por parte del Tribunal de Cuentas.

El último Informe de Fiscalización de los estados contables de los partidos políticos y de las donaciones percibidas por las fundaciones vinculada orgánicamente emitido en marzo de 2012, corresponde al ejercicio de 2007; y en el caso de las Comunidades Autónomas, los ejercicios corresponden al año 2008/2009.

El retraso, si cabe, resulta más escandaloso cuando se comprueba que entre las conclusiones del último informe se afirma entre otras cosas que: todos los partidos (los 17 con representación en el Congreso de los diputados y los 15 con representación en las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas) han incumplido con la obligación de acompañar la Memoria que se contempla en el artículo 14.5 de la Ley Orgánica 8/2007.

En ella se exige a los partidos que relacionen las subvenciones públicas y donaciones privadas con referencia concreta a los elementos que permitan identificar al donante, así como los créditos y préstamos que mantengan con las instituciones de crédito (Conclusiones y Recomendaciones, nº 4, página 277).

En el caso particular de Izquierda Unida, el Tribunal denuncia, además, que no ha podido examinar sus cuentas por presentarlas fuera de plazo y además estar incompletas.

@Compromiso_Empr
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