¿Son las microfinanzas la panacea para erradicar la pobreza?

El boom de las microfinanzas, se debe, entre otras razones, a su reivindicación de ser la única herramienta capaz de atajar la pobreza de una forma sostenible, escalable y a largo plazo. Sostenible y escalable, ya que no se apoya en la generosidad de los fondos procedentes de donantes, sino en la posibilidad de recuperar con intereses los fondos invertidos y a largo plazo, incentivando a los pobres para que sean ellos mismos los que dirijan su propio destino.

Treinta años más tarde, muchas voces claman lo contrario. Uno de los detractores más acérrimos de las microfinanzas es Hugh Sinclair como manifiesta en su libro Confessions of a Microfinance Heretic. Realmente, en los pocos estudios realizados al respecto, no hay evidencia empírica concluyente de que las microfinanzas mejoren los ingresos de sus clientes de forma masiva.

Probablemente fue un poco naïve dar tanta relevancia a un solo instrumento para atajar un problema tan complejo y tan difícil de medir como la pobreza. Las microfinanzas han tenido importantes logros y a nivel individual existen numerosos casos de éxito de personas que ahora tienen un negocio rentable y sostenible a largo plazo.

Además han tenido impacto en varios de los factores asociados a la pobreza: salud, educación, o mejora de vivienda, son algunos de ellos. Tan solo el hecho de ofrecer la posibilidad de tener acceso a una fuente de financiación más barata y segura que las alternativas existentes es un logro en sí mismo, siempre que se gestione con responsabilidad la capacidad de endeudamiento del cliente. Las microfinanzas además permiten acceder a otros bienes esenciales financiando lámparas solares, técnicas de irrigación, cemento y materiales de construcción o sanitarios.

Pero que sean un instrumento eficaz para luchar contra la pobreza no las convierte en la única solución. Entre otras por las siguientes razones:

1. No todos los pobres son sujetos de crédito

Según un estudio de Oliver Wyman, de un total de 2.640 millones de pobres, solamente 180 millones eran emprendedores, 80 millones artesanos, pescadores o pastores y 640 pequeños agricultores. Es decir, menos de la mitad de los pobres serían sujeto de crédito.

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2. Muchos de los pobres son emprendedores por casualidad, no por elección

Muchos de los microemprededores han iniciado sus negocios porque es la única forma que tienen de generar ingresos, pero no quieren o no tienen la capacidad de hacerlos crecer significativamente. No todos somos emprendedores o tendríamos éxito o capacidad de generar ingresos con una microempresa. Bastantes de nosotros, probablemente, perderíamos dinero y destruiríamos valor en el proceso.

La pequeña empresa, entre 5-20 empleados, es otra de las grandes lagunas de los programas de ayuda al desarrollo. Este segmento, no atendido correctamente por las entidades financieras tradicionales en los países en desarrollo, sería capaz de crecer y generar mayores oportunidades de empleo si se le ofreciera atención especializada y se desarrollaran productos y servicios específicos a sus necesidades.

3. No todos los microcréditos son empleados con fines productivos

Como muchos argumentan, una parte importante de los microcréditos son utilizados para consumo o necesidades familiares, necesidades esenciales en su mayoría, pero que no son generadoras de ingresos.

4. No todas las microfinancieras anteponen las necesidades de los clientes a su propio beneficio.

Los clientes en la base de la pirámide son muy vulnerables y muchos de ellos no tienen la educación financiera necesaria para tomar las decisiones correctas a nivel financiero. Las microfinancieras deben incorporar en su ADN el principio de anteponer las necesidades de sus clientes a sus resultados económicos, evitando su sobreendeudamiento.

5. Las microfinanzas no han llegado a las zonas rurales, donde se encuentran los más pobres de los pobres.

Las microfinancieras no han conseguido desarrollar un producto específico para atender las necesidades de los pequeños agricultores, con parcelas de menos de 3 hectáreas, en zonas rurales alejadas que es dónde se concentra un 70% de los pobres.

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6. Los pobres tienen otras muchas necesidades que también precisan ser cubiertas para mejorar sus ingresos a largo plazo.

Mirando la distribución de ingresos estándar de una familia en la base de la pirámide, se constata que, disminuir el coste de electricidad, abaratar la forma de cocinar, mejorar acceso al agua potable, profesionalizar las técnicas de edificación, entre otras, liberarían recursos preciosos, tanto económicos como tiempo, para usar para fines productivos.

La pobreza, no tiene recetas mágicas. Desde los años 50 se han invertido más de 2,5 trillones de dólares en ayuda al desarrollo y filantrópica para tratar de disminuir la pobreza, pero todavía hoy siguen existiendo alrededor de 2,7 billones de personas que viven con 2 dólares al día o menos.

Las microfinanzas no son la panacea, pero, pero son condición necesaria, aunque no suficiente, si se gestionan de forma honesta y responsable, constituyendo una herramienta muy eficaz para proporcionar una oportunidad de mejorar su vida a miles de millones de personas que forman parte de la base de la pirámide.

Por otro lado, también abren un campo enorme para atender de forma empresarial las necesidades de esa base de la pirámide, en la que la empresa tiene un papel crucial que jugar, pero este tema lo abordaremos en otra ocasión.

Por María López Escorial, @marialescorial
Comentarios

  1. ESTOY MUY DE ACUERDO EN QUE LAS MICROFINANZAS NO SON LA SOLUCION AL PROBLEMA DE LA POBREZA. SON UN MEDIO Y UN BUEN MEDIO PARA MEJORAR O PALIAR EL PROBLEMA SOCIAL DE ESCASEZ Y FALTA DE EDUCACION EN LAS PERSONAS NECESITADAS.

    A VECES EL ESCRIBIR UN LIBRO NO LO ES TODO PARA COMPRENDER EL FENOMENO DE LA POBREZA. MIS RESPETOS SI QUIEN LO ESCRIBE LO HACE DESDE EL PUNTO DE VISTA EXPERIENCIAL Y HA MANEJADO PROGRAMAS O PROYECTOS DE CREDITO EN INSTITUCIONES MICROFINANCIERAS, YA QUE ESA EXPERIENCIA CAMBIA LA MENTE Y SE TIENE MAYOR COMPRENSION EN EL ESFUERZO Y DILIGNCIA REQUERIDA PARA OPERARLO, SINEMBARGO RESPETO LA OPINION DEL ESCRITOR.

  2. Compartís su visión del artículo y su análisis conceptual.