Navidades sí, ¡pero responsables!

Familia, reunión, regalo, gastronomía, lujo, tradición, consumismo, creatividad, ilusión, magia... Según se mire, todas estas palabras describen las fiestas que en breve se iniciarán en todos los hogares, las Navidades. Según se mire, pues hay Navidades para todos los gustos, pero raro es el hogar donde no se celebran. Por mucho que nos resistamos a ello con el argumento típico de que es una época consumista sin ton ni son.

Los años le dan a una perspectiva. Y más allá de olvidarnos de todo lo bueno que tiene la Navidad, intentando huir del consumismo, abandonar lo bueno que hay en ella, ¿por qué no optar por una Navidad responsable?

La verdad es que nos gusta celebrar, nos gusta compartir. En Navidad nos volvemos un poco ñoños, el anuncio de la lotería nos hace llorar, porque habla de amistad, de compartir. Nos apetece escuchar música que habla de amor; cantar; decorar con luces, y el rojo y el dorado. Abrir una botella de vino especial. Hacer ese plato que sabemos que tanto gusta y hace tiempo que no cocinamos. Comprar ese regalo que tanta ilusión hace a un ser querido. Celebrar que estamos vivos y sanos, un año más. Hacernos nuevos propósitos para el año nuevo. Vestirnos elegantes aunque sea para estar con los mismos de siempre.

Pero las grandes marcas también lo saben. Y quieren aprovechar la ocasión, cómo no. Pero por algo somos seres inteligentes, y libres. En nuestra mano está el elegir libremente qué tipo de Navidad queremos.

Empecemos por el árbol. ¿Natural, artificial, reciclado? Cada año hay más opciones dónde elegir. Hay empresas de árboles naturales que recuperan el árbol y lo replantan. Árboles de plástico que duran varios años, y la opción que más me gusta… Cantidad de tutoriales en Internet para hacer tu propio árbol con la familia ¡con cartón reciclado!

Comidas. No son necesarios grandes lujos y productos carísimos fuera de temporada. ¿Por qué no cocinar ese plato preferido, aunque sean unos macarrones con tomate? Y, por supuesto, los platos navideños están llenos de productos de temporada -calabaza, almendra, naranja…-. Hagamos esos dulces navideños en familia y disfrutemos de los productos de la tierra y temporada.

Regalos. ¿A quién no le gusta hacer y recibir regalos? La Navidad es la época por excelencia del regalo. Y aunque escuchamos a mucha gente quejarse constantemente del fastidio de estos… ¡todos caemos! ¡Es la excusa perfecta para hacer regalos responsables! Busca en Internet “regalos responsables” y te saldrán infinidad de opciones.

Mis preferidos, los chocolates y vinos de la tierra, pero también bolsos reciclados, experiencias gastronómicas en la ciudad, y porque no, hasta asociar algún familiar y amigo a una ONG.

Otras de las opciones que cada año gana más adeptos es la del amigo invisible entre los adultos, todo el mundo tiene algún detalle, pero no despilfarramos en miles de regalos para cada uno. Y regalos compartidos para los peques entre varios familiares.

Cestas de Navidad de comercio justo y flores de pascua solidarias. Empaquetar los regalos uno mismo, con papel reutilizado, bolsas de la compra o papel de periódico decorado con ramas, canela, y unas puntillas. ¡Quedarán geniales! Y además demostrarán mucho amor y mimo hasta en el envoltorio.

Hacer nuestros propios adornos para el árbol, centros de mesas con piñas y anís estrellado, bombillas de bajo consumo… o mejor, ¡velas de cera natural!

Opciones hay muchas. Y tú, ¿Qué Navidad eliges? ¡Que no te dé miedo a ser el primero!

10 pautas para una navidad solidaria
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