Trabajo híbrido en pro de la sostenibilidad

En 2050, todos los países de la Unión Europea ya deberán haber alcanzado las cero emisiones netas. Este es un reto del que todos somos responsables, ya que de su éxito depende el poder mitigar el cambio climático y procurar a su vez un futuro con garantías para las generaciones venideras.
Foto de David Vega
David Vega29 diciembre 2021
<p>Foto: Lexington.</p>

Foto: Lexington.

Sin ir más lejos, el informe titulado Taking Stock: A Global Assessment of Net Zero Targets, publicado recientemente de manera conjunta por el think tank Energy & Climate Intelligence Unit y la Universidad de Oxford, explica que al menos el 21% de las 2.000 empresas más grandes del mundo tienen ya planes en marcha para alcanzar el objetivo de ser neutrales en emisiones.

Las prácticas sostenibles están llegando cada vez a más compañías, irrumpiendo con fuerza en la conciencia empresarial. Vivimos en un mundo donde cada vez hay una mayor sensibilización y concienciación ambiental y del consumo sostenible de los recursos. En este sentido, ya son muchas empresas las que están empezando a implantar un modelo de eficiencia energética en sus oficinas.

Una fórmula como esta no solo aporta beneficios ecológicos, sino también económicos, productivos y para la salud.

Tras todos estos meses de pandemia, uno de los cambios que más se han afianzado, y que parece que tendrá un largo recorrido, es el del trabajo híbrido.

Las firmas han ido dejando poco a poco el teletrabajo para volver a la presencialidad flexible, y eso es precisamente en lo que se basa el modelo de trabajo híbrido o mixto, en la capacidad de combinar el trabajo en remoto y desde la oficina de tal manera que se llegue al equilibrio óptimo entre productividad y conciliación.

Esta opción híbrida es la preferida por la mayoría de empleados: combinar el teletrabajo algunos días a la semana con asistir a la oficina otros tantos, y así tener la oportunidad de volver a hacer reuniones presenciales, sesiones de brainstorming con el equipo y donde los breaks para el café sean breaks de verdad.

Pero, ¿cómo favorece este modelo de trabajo híbrido al incremento de la sostenibilidad general?

  • Reducción de los desplazamientos:

La promoción de este tipo de metodologías híbridas entre la presencialidad y el trabajo en remoto supone una clara reducción de los desplazamientos y, en consecuencia, la disminución de emisiones contaminantes.

Según el estudio de IESE Business School, Un lugar de trabajo sostenible, los beneficios de limitar la movilidad estarían íntimamente ligados a la reducción de los siguientes factores: estrés y agotamiento por los atascos, congestión en las ciudades, polución y ruido, huella medioambiental, accidentalidad en desplazamientos laborales, contaminación acústica y desgaste de la flota móvil. Un amplio abanico de consecuencias que serían mitigadas con la consolidación del modelo de trabajo híbrido.

En este sentido, el sector de los espacios flexibles ha contribuido de manera muy notable a que estos nuevos entornos mixtos sean totalmente factibles. Su tipología de oficinas híbridas permite a los equipos acceder a espacios físicos, tanto privados como comunes, durante x días a la semana, mientras que destinan el resto al ya cada vez más asentado home office.

A esto habría que añadir la flexibilidad existente en cuanto al aumento o disminución del tamaño de la oficina según las necesidades de la plantilla. Cuestión, esta última, que aporta todavía más ventajas al alquiler de este tipo de entornos híbridos bajo el paraguas de un espacio de trabajo flexible o de coworking.

  • Ahorro energético:

El modelo de trabajo híbrido no solo supone un cambio sobre el lugar físico de trabajo, sino un cambio de mentalidad: una apertura a nuevas fórmulas mucho más flexibles, un impulso de la confianza en el trabajador y, por supuesto, una convicción de que el ahorro energético maximiza la eficiencia operativa y reduce al mínimo los impactos ambientales.

Las compañías valoran cada vez más el hecho de estar alojadas en edificios con certificación energética eficiente y que cuenten con planes que promuevan el uso sostenible de los recursos.

  • Reciclaje, reutilización y reducción:

Antes comentábamos que el modelo de trabajo híbrido ha sido impulsado en gran medida gracias a la flexiblidad que aportan los espacios flex o de coworking. Pues bien, en estos, las tres reglas de oro (la gestión de residuos, el reciclaje y la máxima reducción de plásticos) se han convertido en objetivos y tareas fundamentales.

En definitiva, el modelo de trabajo híbrido aporta beneficios notables, no solo a las empresas y al bienestar de los trabajadores, sino al ecosistema en su conjunto.

Y es que las relaciones, ya sea laborales o personales, basadas en la confianza, en el respeto y en procurar que la persona esté en centro de cualquier decisión estratégica, son claramente un acierto con ventajas a gran escala.

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