La rendición de cuentas, una prueba de madurez política y electoral

El 28 de mayo se conformarán las Corporaciones de más de ocho mil ayuntamientos, así como los Gobiernos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y de una docena de comunidades autónomas. Esta importantísima cita electoral es una nueva oportunidad para medir el avance del grado de madurez de determinados actores políticos en materia de gobierno abierto a través de un indicador muy concreto: los portales de rendición de cuentas.

Siguiendo el glosario de términos de la Alianza para el Gobierno Abierto (Open Government Partnership -OGP-), la rendición de cuentas ocurre cuando “las normas, reglamentos y mecanismos vigentes exigen a los actores gubernamentales que justifiquen sus acciones, actúen sobre las críticas o los requisitos que se les hagan y acepten la responsabilidad por el incumplimiento de las leyes o los compromisos”.

Continúa explicando esta entrada en el glosario que la rendición de cuentas pública es uno de los tres valores de la OGP, junto con la transparencia y la participación ciudadana, y se citan como ejemplos “las auditorías ciudadanas de desempeño; los procesos de apelación nuevos o mejorados iniciados por ciudadanos, y un mejor acceso a la justicia a través de mecanismos de justicia más baratos, más rápidos o más fáciles de usar”.

En España, la rendición de cuentas ha ido tomando mayor protagonismo en los últimos años en paralelo al desarrollo de políticas de gobierno abierto y transparencia. Se ha entendido que la transparencia debe orientarse a la rendición de cuentas para que sea realmente efectiva, como definieron Ortiz de Zárate o Jiménez Asensio hace ya algunos (muchos) años, y hay quien ha sabido interpretar esta necesidad transformando los datos en información para ayudar a una mejor comprensión de la acción de gobierno.

Esta labor de transformación de los datos en información es crucial para que los mensajes consigan llegar a la ciudadanía. La gestión pública es una materia árida, y para la mayoría de la población poco atractiva y difícil de comprender. Es una constante que venimos observando en muchos asuntos relacionados con la relación entre Administración y administrados: dificultades de comprensión que ahonda en la distancia entre ambas partes, y que se expresa de diversas formas, desde el lenguaje al acceso a la misma a través de, por ejemplo, las sedes electrónicas.

Afortunadamente, se siguen desarrollando iniciativas para acercar la Administración a la ciudadanía, y en materia de gestión la transparencia es una herramienta imprescindible. Pero para ello, tiene que ser comprensible; y para ello, hacen falta herramientas y discursos que lo hagan posible.


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Desde hace varios años se cuenta con una web de rendición de cuentas de las entidades locales a cargo del Tribunal de Cuentas. En ella se recogen las entregas de estas entidades y se muestra la información de cada una de ellas de los últimos ejercicios. La información es oficial, de primera mano suministrada por los ayuntamientos, pero no es fácil de comprender.

Adolece del problema que acabamos de comentar: la comprensibilidad. Es un documento económico, que está al alcance de una porción muy pequeña de la sociedad. Basta con ver las secciones de la página de la entidad consultada: Balance, Cuenta de Resultados, Liquidación del Presupuesto y Estado del Remanente de Tesorería. Sirva para ilústralo la siguiente imagen:

<p>Vista de la página del Ayuntamiento de Madrid en el portal del Tribunal de Cuentas.</p>

Vista de la página del Ayuntamiento de Madrid en el portal del Tribunal de Cuentas.

A nivel estatal nos encontramos con el ejemplo que quizás sea el más popular a nivel mediático, el informe Cumpliendo de rendición de cuentas del Gobierno de España. Por su calado institucional ha concitado mayor atención de los medios y cada una de sus ediciones, con carácter semestral, goza del seguimiento público y cuenta con una importante labor de difusión por parte de los distintos departamentos gubernamentales. Además de la edición en formato imprimible, cuenta con un panel dinámico para conocer el estado de ejecución y cumplimiento por temáticas y compromisos concretos.

<p>Vista del panel interactivo de Cumpliendo.</p>

Vista del panel interactivo de Cumpliendo.

Otro ejemplo que goza de mucho reconocimiento es el proyecto Visual Gob del Gobierno de Aragón. Una herramienta atractiva, dinámica, fácil de comprender y que facilita mucho la evaluación de la acción gubernamental. Y con otros medios podemos encontrar muchos ejemplos en los que se hace una rendición de cuentas muy accesible para la ciudadanía, como pueden ser los casos de Sant Feliu de Llobregat, Leioa o Ejea de los Caballeros, por citar solo tres ayuntamientos de distintas localizaciones y tamaños.

En las imágenes a continuación puede advertirse la diferencia de presentación respecto al portal del Tribunal de Cuentas. Es importante volver a señalar el carácter interactivo de estas propuestas.

1 de 4
<p>Gobierno de Aragón.</p>

Gobierno de Aragón.

2 de 4
<p>Ayuntamiento de Sant Felíu de Llobregat.</p>

Ayuntamiento de Sant Felíu de Llobregat.

3 de 4
<p>Ayuntamiento de Leioa.</p>

Ayuntamiento de Leioa.

4 de 4
<p>Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros.</p>

Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros.

Es importante poner en valor el esfuerzo que realizan estas entidades por mostrar el grado de cumplimiento de sus programas de gobierno mostrando tanto lo que se ha hecho como lo que no a partir de datos objetivos; de lo contrario, estaríamos hablando de propaganda. Y aquí está la clave conceptual que puede ayudarnos a calibrar el nivel de madurez que se ha alcanzado en los últimos años.

Hace cuatro años ya tratamos este tema en esta misma sección de la Revista Haz (por aquel entonces Compromiso Empresarial). Y es que estos ejemplos que hemos mencionado no son pioneros en cuanto al concepto, es decir, mostrar de manera visual el grado de cumplimiento de los compromisos de gobierno, añadiendo más o menos capas de información y complejidad (con el mérito de que tal superposición de capas no ha supuesto mayor dificultad para comprenderla). Estos ejemplos tuvieron referentes anteriormente que sufrieron las consecuencias de una obsoleta ley electoral, pero sobre todo de una visión limitada, cortoplacista y partidista de la gestión pública.

En aquel entonces la referencia era Extremadura Cumple, una iniciativa innovadora que fue denunciada ante la Junta Electoral Central porque se estaba “pagando la campaña electoral” al Gobierno autonómico. Entre otros aspectos que se puedan considerar, la web mostraba los cumplimientos y también los incumplimientos, y llevaba nada menos que tres años y medio en funcionamiento. Lo triste es que además no fue la única, hubo una serie de ejemplos similares a nivel local.

El 28 de mayo tenemos una nueva oportunidad de medir la madurez de la clase política. Creo que hemos avanzado en este tiempo y que la JEC no va a tener que intervenir en este ciclo electoral. Y si lo hace, quienes se expondrán no serán los denunciados, sino los denunciantes.

En 2019 el artículo 50.2 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) fue el arma, pero la ejecución intelectual fueron las denuncias presentadas ante la Junta Electoral Central (JEC). Sin esas denuncias, la JEC no habría intervenido aplicando una legislación a todas luces obsoleta y que esperemos se actualice a los tiempos que corren de una vez por todas.

Aprovechando la ocasión, permítanme repetir otra petición recurrente de los politólogos (perdonen la insistencia), pero cansa tener que recurrir a las “israelitas” y a hablar de berenjenas, fresas o naranjas en los últimos días de campaña para explicar los sondeos, más que nada por lo tremendamente ridículo que resulta.

No es más que otro ejemplo de una ley desfasada, y cuya aplicación en algunos casos va contra el signo de los tiempos. Por tanto, cabría plantearse hasta qué punto ganar un recurso es exactamente lo mismo que tener la razón. Vencer no es siempre convencer, y en política lo segundo suele ayudar mucho a lo primero.

Cuatro años después tenemos una nueva oportunidad de medir el grado de madurez de nuestra clase política. Creo que hemos avanzado en este tiempo y que se van interiorizando los conceptos. Por tanto, apostaría a que la JEC no va a tener que intervenir por este motivo en este ciclo electoral. Y si lo hacen, quienes se expondrán no serán por una vez los denunciados, sino los denunciantes.

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