Las ventajas de una plantilla diversa e integrada por personas con discapacidad

Contar con un empleo es una pieza clave para todo aquel que quiera desarrollar su vida de manera independiente y llevar a cabo su proyecto vital. Y, por supuesto, también lo es para quienes tienen una discapacidad, sea esta del tipo que sea.

En 2022, el empleo de las personas con discapacidad creció un 4%, hasta alcanzar una tasa del 27,8%. Estos datos se desprenden del informe Radiografía del mercado laboral de las personas con discapacidad, elaborado por la Fundación Randstad junto a Randstad Research en base a los últimos datos facilitados por el INE.

Estas cifras, aunque todavía tienen un enorme margen de mejora, son un fiel reflejo de hacia dónde está evolucionando nuestra sociedad, cada vez más diversa y, por fortuna, también más inclusiva. Y es que contar con una plantilla diversa e integrada por personas con discapacidad tiene numerosas ventajas para las empresas que repercuten, sin duda, en sus beneficios a corto y largo plazo.

Cada vez más, los valores y propósitos que definen a una empresa son un importante reclamo para los potenciales empleados y una cuestión decisiva a la hora de decantarse por una u otra entidad.

Tanto es así que hasta el 77% de los trabajadores alude a temas como la sostenibilidad, la diversidad o la transparencia como factores decisivos en su rumbo profesional, según recoge el informe Políticas y prácticas en diversidad e inclusión, que elaboramos junto a Esade. Pero, además, el 44% afirma rotundamente que no aceptaría un puesto de trabajo si la empresa no hiciera un verdadero esfuerzo por mejorar sus prácticas en lo que respecta a la diversidad y la equidad.

Y es que en las plantillas de empresas que realmente impulsan la diversidad y la abordan de manera holística, con políticas integradas en su estilo de liderazgo, los trabajadores están más motivados y respetan y valoran en un alto grado el ambiente laboral heterogéneo. De esta manera, aumenta, asimismo, el compromiso con la empresa, lo que reduce la rotación de personal e impulsa la captación y fidelización de los trabajadores.

Pero contratar a personas con discapacidad también repercute en los propios resultados económicos de la empresa. Esta gestión inclusiva de la discapacidad atrae inversores mediante políticas sociales, diversifica las competencias, mejora la productividad, potencia la cultura de la colaboración y mejora la reputación corporativa.


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Poniendo esta realidad en números, las estadísticas respaldan esta idea, ya que las empresas que contratan personas con discapacidad obtienen un 28% más de beneficios. También los estudios de Josh Bersin y Mckinsey se pronuncian en este sentido y sostienen que las organizaciones inclusivas tienen 1,7 veces más probabilidades de ser innovadoras y están un 1,8% más preparadas para los cambios.

Y cada vez son más las empresas que son conscientes de ello. Lejos quedan las motivaciones únicamente sustentadas en el cumplimiento de la ley, que son un factor impulsor para el 48% de las empresas. En la actualidad, ganan terreno las motivaciones de mejorar el bienestar de los trabajadores (41%) y atraer al talento y fidelizarlo (41%).

En definitiva, contar con empleados con discapacidad en plantilla es beneficioso para las empresas a todos los niveles, pero, además, constituye un punto de partida esencial para alcanzar una sociedad en la que la inclusión sea una realidad para todos.

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