¡Fundaciones, cuidado con los directivos de empresas!

HAZ1 septiembre 2009

En un artículo de la Stanford Social Innovation Review (What Business execs don’t know about nonprofits; summer, 2006), los autores llamaban la atención sobre los riesgos de nombrar para cargos de responsabilidad en las organizaciones no lucrativas a directivos de empresa sin experiencia en el sector no lucrativo. La mayoría de los presidentes de grandes empresas que acceden al cargo de presidente del patronato de una fundación suelen terminar «metiendo la pata» al tratar de aplicar a estas organizaciones su experiencia en el sector lucrativo, desconociendo las características peculiares del sector fundacional.

Los autores, que entrevistan en su artículo a varios CEO que ocuparon la presidencia del board en alguna de las instituciones no lucrativas más conocidas en los Estados Unidos (como Peter Novelli de Unilever o Richard Schlosberg CEO de Los Angeles Times), señalan que uno de los errores más comunes es pensar que la cadena de mando en las nonprofit es tan clara como en la empresa, cuando lo cierto es que el poder en las organizaciones no lucrativas está mucho más diluido y la autoridad es mucho más difusa. Otra de las características distintivas de las organizaciones no lucrativas es que el consenso en la toma de decisiones es más difícil de construir. Por regla general, las nonpro t cuentan con un mayor número de stakeholders: donantes, patronos, directivos, voluntarios, beneficiarios, etc. De ahí la conveniencia de consultar con ellos antes de tomar decisiones importantes.

El artículo de Stanford resulta altamente recomendable para aquellos presidentes de fundaciones españolas que gestionan sus organizaciones como si fuesen su cortijo: nombrando, decidiendo y cesando a su antojo sin rendir cuentas a un patronato que, al consentir pasivamente las mismas, sanciona irresponsablemente estas maneras de actuar.

En nuestro país tenemos ejemplos muy recientes en los que el presidente de la fundación ha nombrado y cesado directivos por voluntad exclusiva, sin que el resto de los miembros del patronato abriese la boca. Queda mucho camino por recorrer hasta contar con patronatos verdaderamente responsables.

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