MRW impulsa la colaboración entre empresas

HAZ14 marzo 2012

MRW cerró 2011 con la celebración de los primeros encuentros de su recién creado Grupo de Responsabilidad Social Clientes, una iniciativa pionera que reunió a directivos de la propia compañía y de sus principales clientes para debatir sobre la RSC y su papel en la coyuntura económica actual.

A las jornadas asistieron los principales responsa bles de esta materia de: Sanitas, Vodafone, 3M, IN G Direct, Mapfre y Western Union, en Madrid; y de Unilever España, Novartis, Arbora&Ausonia, La Caixa, Bayer y Safoni.

Ante el debate surgido en los últimos meses acerca de las dificultades económicas para continuar implementando las políticas de RSC en el sector empresarial, las empresas asistentes coincidieron en señalar que, por el contrario, es en este momento cuando el sector privado tiene más desafíos y responsabilidades. Por ejemplo, se expresó que se debe seguir insistiendo en la incorporación de la responsabilidad social a la cadena de suministro, aunque el grado de exigencia varíe según las empresas.

Algunas de ellas compartieron los mecanismos que utilizan para la selección de proveedores, tales como la aplicación rigurosa de sus códigos éticos, la realización de encuestas en función del tamaño del proveedor bajo los principios del pacto mundial e, incluso, tener como requisito su adhesión al pacto mundial. A nivel interno, las empresas deben procurar mantener la plantilla y contribuir con la generación de empleo, en la medida de sus posibilidades.

Adicionalmente, se ha visto que la crisis ha servido para aumentar la conciencia social de los empleados y otros grupos de interés, razón por la cual se identificó la importancia de apoyar, desde la dirección general, las iniciativas solidarias que ellos propongan (como ya lo hacen algunas, al conceder al año una jornada laboral para hacer voluntariado).

Como parte de las conclusiones, se expresó que los empleados y la sociedad en general solicitan a las empresas ser más solidarias en tiempos de crisis, y se planteó el reto de dirigir sus esfuerzos de responsabilidad social directamente al desarrollo del país, que en este momento lo necesita.

A partir de las diversas experiencias compartidas, el encuentro permitió también plantear la posibilidad de establecer relaciones de confianza entre las empresas (que vayan más allá de lo comercial) para unir esfuerzos y llevar a cabo proyectos conjuntos que permitan maximizar las inversiones, y mejorar el impacto social y medioambiental.

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