Condiciones del impacto colectivo
Los elementos que integran el modelo de impacto colectivo son los siguientes:
1 Una visión compartida
Es preciso que todos los actores compartan una misma visión del problema social a resolver, para lo cual resulta muy útil que hayan participado desde el inicio en el diagnóstico del mismo y que el proceso de definición se haya realizado de manera participativa. Las estrategias de impacto colectivo presuponen que los problemas sociales son complejos y que, por esa razón, se necesita el concurso de todos los actores implicados no solo para tratar de resolverlos, sino para diagnosticarlos e identificar las posibles conexiones entre las diferentes dimensiones del mismo.
2 Objetivos comunes
La estrategia colectiva requiere que cada uno de los partícipes aparque sus objetivos individuales y trabaje por identificar un objetivo común. Una estrategia colectiva no es una suma o acumulación de objetivos diferentes, sino un conjunto de esfuerzos por desarrollar unos objetivos identificados y consensuados por todos los implicados.
3 Identificar la propuesta de valor de cada una de los grupos o partes interesadas
Una vez diagnosticado el problema, sus diferentes dimensiones y conexiones, y consensuado los objetivos comunes a alcanzar, se requiere identificar las partes implicadas en el problema y la contribución de cada una de ellas a su solución. Con frecuencia las organizaciones que colaboran en los proyectos no llegan a conocer en profundidad las capacidades y recursos de sus socios, ese conocimiento mutuo ayudará a todos los implicados a valorar la presencia y actuación de todas y cada una de las organizaciones y también a descubrir posibles líneas de colaboración.
4 Una métrica compartida
Acordar una métrica común para evaluar el cumplimiento de los objetivos es una condición indispensable para conseguir un impacto colectivo. De nada sirve acordar unos objetivos, si, después, no hay un consenso entre todos los implicados para medir el cumplimiento de los mismos. La aprobación de unos indicadores y metodología común para medir los resultados permitirá a todas las organizaciones partícipes compartir los avances, corregir las posibles desviaciones, asignar de manera más eficiente los recursos y alinear las actividades.
5 Una estructura que coordine
El desarrollo e impulso de una estrategia de impacto colectivo no surge por generación espontánea, se requiere una mínima estructura cuya exclusiva función esté focalizada en impulsar, coordinar y comunicar los avances a todos los agentes implicados.
Esa estructura debe ser autónoma, independiente de cualquier organización, contar con su propio staff, y su función será servir de apoyo al desarrollo de la estrategia. Como es natural, esa estructura necesita contar con capacidad instalada para hacer seguimiento de los avances del proyecto, recabar información de todos los actores y contar con autorización para gestionar todos los aspectos logísticos y operativos relacionados con la estrategia. Asimismo, resulta imprescindible que esa estructura cuente con un procedimiento para la toma de decisiones aprobado por todos los actores.
6 Comunicación frecuente
Los cimientos de una estrategia colectiva de impacto se sustentan en la confianza de todos los partícipes.
La confianza es algo que tarda tiempo en construirse y nada ayuda más a consolidarla que una comunicación frecuente y transparente entre todos los interesados. Las organizaciones y comunidades partícipes necesitan comprobar que las decisiones y el curso de acción se decide después de escuchar a todos los interesados, y no en función de la agenda e intereses de un grupo de organizaciones.
Por Javier Martín Cavanna
@jmcavanna
Leer también:
Editorial: Necesitamos buenas partituras
El poder multiplicador del impacto colectivo
Un ecosistema para emprendedores sociales
Más de 50 organizaciones impulsan unidas el empleo de los sectores más vulnerables
Infografía: Impacto individual versus impacto colectivo
