Ecoalf: Cuando la basura es la buena noticia

Javier Goyeneche, presidente y fundador de la marca Ecoalf, explica a Revista Haz que tras el nacimiento de su primer hijo se replanteó muchas cosas. Procedente del mundo del diseño y los complementos, en 2009 tomó la decisión de crear una marca de moda realmente sostenible; “una compañía cuya meta no fuera seguir utilizando recursos naturales del planeta de forma indiscriminada, sino reciclar los ya utilizados y crear la primera generación de productos reciclados con la misma calidad, diseño y propiedades técnicas que los mejores productos no reciclados”, afirma.

El nombre de la marca también tiene su significado: “Ecoalf simboliza lo que para mí deberían ser los tejidos y productos de las nuevas generaciones: ‘eco’, a lo que sumé las primeras letras del nombre de mi hijo, Alfredo”.

Desde entonces su único objetivo ha sido viajar alrededor del mundo para identificar fábricas junto a las que invertir en I+D+i con el fin de crear de forma conjunta tejidos, suelas, cordones, etiquetas, aislantes térmicos, forros y todo lo necesario para la fabricación de sus colecciones a través de sofisticados procesos de reciclaje de materiales de desecho tan diversos como redes de pesca, neumáticos, algodón post industrial, café o botellas de plástico.

Actualmente, Ecoalf tiene 11 alianzas activas por todo el mundo para fabricar sus tejidos tanto en España como en otros países como Taiwan, Corea, Portugal, México o Japón.

Aunque es más complicado en cuanto a logística y producción, la marca trata de fabricar siempre sus productos en el lugar en el que se hace el proceso de reciclado, “por un tema de huella de carbono”. “Es más costoso, pero más acorde con nuestros valores”, señala Goyeneche.

La marca se amplía cada vez más fuera de España gracias a nuevos acuerdos con diseñadores como Helena Rohner, marcas como Apple -para los que han fabricado colecciones exclusivas que se venden en sus Apple Stores-, y distribuidoras de todo el mundo como las conocidas Galerías Lafayette.

“Donde la gente ve basura, Ecoalf ve materia prima capaz de transformarse en nuevos productos de máxima calidad y diseño”, afirma convencido. “Somos conscientes de que el desarrollo de un modelo sostenible comienza por el diseño. Ésta es la forma que tiene Ecoalf de entender el verdadero lujo”.

En el caso de las redes, gran parte de ellas, explica Goyeneche, “están fabricadas en poliamida (nylon) de 6.6, probablemente el nylon de mejor calidad que existe”.

Cada dos o tres años los pescadores cambian de redes “y desgraciadamente durante muchos años esas redes han terminado en el fondo del mar, porque no había un sistema de recogida ágil y lo más sencillo era tirarlas al mar”.

Según sus datos, se calcula que hay unas 650.000 toneladas de redes de pesca en los fondos del océano actualmente.

En estos momentos, el proyecto más ilusionante para el creador de Ecoalf es el de fabricar productos con los residuos del mar. Llevan tiempo haciéndolo con el reciclado de las redes de pesca viejas, pero actualmente se encuentran ultimando un nuevo lanzamiento de productos que se realizarán con residuos plásticos depositados en el mar.

El objetivo es limpiar de plástico el mar. Para ello, Ecoalf ha establecido un acuerdo con los marineros de los puertos de Galicia para crear un sistema de recogida de residuos basado en la separación del PET una vez que las redes llegan a puerto.
“Ese PET lo estamos reciclando para, una vez convertido en pelets, sea posible sacar hilo para poder hacer tejidos y presentar una nueva colección en 2015. “Es un proyecto maravilloso”, concluye emocionado.

La filosofía de la marca se basa en lo que han denominado Tras(h)umanity, un concepto centrado en detener el intercambio contaminante con el medio ambiente, invirtiendo este proceso. “Tras(h)umanity no es un término utópico; es la conciencia del residuo», asegura Goyeneche.

Su secreto: llenar de futuro el concepto de residuo; porque “esta vez, la basura es la buena noticia”.

Por Laura Martín
@LauramArribas 
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