La implementación de políticas de diversidad será la gran prioridad para las empresas en 2016

Por sexto año consecutivo, la Fundación Adecco presenta el informe 'Directivos y Responsabilidad Social Empresarial', una encuesta realizada a 100 líderes de grandes empresas del ámbito de la RSE y los Recursos Humanos, con el objetivo de identificar tendencias, previsiones y aspectos de mejora.
HAZ22 octubre 2015

Como cada edición, la encuesta ha permitido determinar cuáles serán las líneas de actuación claves en materia de RSE, de cara al próximo año. En esta ocasión, la implementación y el desarrollo de políticas de diversidad –contratación de personas de diferentes sexos, edades, razas o capacidades- será la gran prioridad. Concretamente, un 39% de las empresas prevé un alto desarrollo de estas prácticas, frente al 20% de media del resto de iniciativas. Es por eso que este año el informe lleva por título Directivos, RSE y gestión de la Diversidad.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “En un entorno cada vez más heterogéneo, la diversidad se ha convertido en un imperativo para las organizaciones. Para ser competitivas deben ser reflejo de la diversidad que caracteriza a la sociedad, y aunque las empresas comienzan a interiorizarlo, todavía queda mucho camino por recorrer”.

Por detrás, y muy de cerca, la formación a los empleados es el segundo ítem que ha obtenido una mayor puntuación: un 38% de las empresas destaca que será un aspecto prioritario en el año venidero.

Asimismo, un 31% destaca como elemento primordial la política de calidad y medioambiente, seguido de un 26% que prevé un alto desarrollo del sistema de homologación de proveedores, a través de las compras responsables.

“La exigencia de estándares de responsabilidad a toda la cadena de valor se está convirtiendo en eje central de toda política de RSE, cuyo sistema de compras no puede quedarse en aspectos meramente económicos, técnicos u organizativos, sino que ha de incorporar criterios de responsabilidad para ser verdaderamente competitiva. En otras palabras, una empresa asumirá más riesgos y nunca será 100% responsable, si su RSE no se extiende a la política de compras”, explica Mesonero.

En el otro lado, los aspectos que tendrán un menor desarrollo son los beneficios sociales (sólo un 6% prevé un desarrollo alto), el voluntariado corporativo (8%) y el refuerzo de las relaciones con la Administración Pública (9%).

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Frenos para la contratación de personas con discapacidad

A pesar de la voluntad de las empresas para integrar la diversidad en su ADN, la realidad es que existen múltiples frenos para hacerla efectiva, especialmente en lo que se refiere a las personas con discapacidad.

Frente a un 36% que no identifica ninguna barrera, un 64% de las empresas, aunque tiene firme voluntad de hacerlo, admite encontrar obstáculos para contratar trabajadores con certificado de discapacidad, por diferentes motivos.

Infografía RSE y Diversidad

Sin embargo, según Mesonero: “En la mayoría de los casos, estas barreras tienen su origen en prejuicios y estereotipos sociales que impiden hacer efectiva una contratación normalizada. Sin embargo, todos los obstáculos pueden erradicarse implementando una política de diversidad adaptada a la coyuntura empresarial”.

La RSE, en tierra de nadie

A pesar de que ninguna empresa duda sobre la importancia de la RSE para ser sostenible en el tiempo, no existe aún un modelo altamente predominante en las compañías españolas.

Sin embargo, el informe identifica algunas tendencias. Así, en casi la mitad de las empresas (47%), la RSE es responsabilidad del área de los Recursos Humanos, mientras que en un 15% de las empresas la responsabilidad está diluida, con acciones dispersas pero integradas en todos los departamentos.

Por detrás, en un 13% de los casos, las compañías cuentan con un área específica de RSE, junto a un 9% que ha integrado un Comité de RSE formado por responsables de diferentes de departamentos. Asimismo, un 6% de las empresas tiene la RSE integrada en el departamento de Comunicación interna o Marketing, mientras que un 4% ha delegado su RSE a su Fundación.

Según Francisco Mesonero: “A pesar de lo mucho avanzado en los últimos años, a la RSE sigue faltándole algo de identidad en nuestro país. En muchas ocasiones, sus acciones parten de intuición o se dejan llevar por la coyuntura, en lugar de asentarse en una estrategia; de ahí que muchas empresas continúen encontrando obstáculos para, por ejemplo, contratar personas con discapacidad».

«Más allá del modelo escogido por las organizaciones, lo importante es asegurarse de que las acciones calan en la plantilla y en todos los grupos de interés. Si las iniciativas son dispersas o se delegan a terceros, el proyecto pierde impacto y unidad, resultando ineficaz”, añade el director de la Fundación Adecco.

En este sentido, resulta llamativo cómo la RSE sigue considerándose, mayoritariamente, un valor añadido, en lugar de un elemento intrínseco y estratégico para las empresas.

“Hay que dar por superada la etapa de consideración de la RSE como un extra o adorno. Actualmente ha de estar presente en todos los niveles de organización, integrándose en los procesos de decisión, por ser un elemento estratégico”, concluye Mesonero.

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