El Salón MiEmpresa pone en valor los recursos humanos con discapacidad

Con un lema inspirador, ‘¡Supérate!’, este encuentro específico para emprendedores, pymes y autónomos ha acogido en su séptima edición varias charlas sobre las ventajas de incluir a trabajadores con discapacidad en las plantillas, pero también sobre cómo superar las barreras de una minusvalía para arrancar un negocio propio.

El Salón MiEmpresa, una de las convocatorias anuales de referencia para pymes, autónomos y emprendedores españoles, acaba de cerrar su séptima edición en Madrid, y entre sus contenidos también ha habido espacio para las personas con discapacidad.

No sólo con la representación en un stand de la Fundación ONCE y todas las entidades relacionadas con el empleo que lleva adheridas; también con charlas, conferencias, espacios de asesoramiento y reconocimientos que han atraído la presencia de diversos empresarios e inversores.

Una de las ponencias destacadas en este ámbito fue la que protagonizó Edurne Álvarez de Mon, consultora de RRHH de FSC Inserta, la agencia de colocación de la Fundación ONCE. Ésta instó a los empresarios presentes en la sala a contar con su empresa para captar perfiles con talento entre sus demandantes de empleo con discapacidad.

“No se trata sólo de cubrir el cupo, sino de cambiar de mentalidad. Deben tener en cuenta que es una fuente de talento que no está esquilmada. Además, estamos hablando de personas que se pasan el día sorteando obstáculos y superando barreras, solucionar problemas está en su ADN”, aseguró.

Por supuesto, también explicó que, según las normativas, las empresas con más de 50 personas en plantilla deben tener una cuota del 2% de empleados con discapacidad, y que existen bonificaciones estatales para quien realiza este tipo de contratos. “En la web de XTalento hay un simulador que plasma el coste en términos económicos de un empleado con discapacidad, cualquier empresa puede verlo”.

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Otra de las protagonistas del Salón fue Saioa Aguirre, CEO y fundadora de The Highville. Aguirre, aquejada de una minusvalía visual, contó al público la historia de cómo dejó su trabajo y puso en marcha su propio proyecto, un original site de subastas para conseguir artículos de lujo a bajo precio.

Además, animó a otras personas con discapacidad a seguir sus pasos y a poner en marcha proyectos de emprendimiento sin miedo a los prejuicios de la sociedad aunque, eso sí, con previsión y precaución.

“Cualquier persona que tenga una idea debe primero contrastarla, ver si gusta entre las personas de su entorno, y si es así, ya se puede empezar a sentar bases. Hay que calcular los riesgos antes de lanzarse a la piscina, y nunca olvidar que se puede pedir ayuda a diversas fundaciones, como la ONCE, muy solícitas cuando vas a emprender”, explica la CEO de The Highville. Aunque no es ésta la única institución que ofrece apoyo a las personas con discapacidad que quieren emprender.

La Fundación Adecco, por ejemplo, cuenta con el proyecto Idea tu futuro, en el que también participa Mahou San Miguel: se selecciona a seis personas en riesgo de exclusión sociolaboral que tengan una idea de negocio viable y se les da formación y un apoyo económico para empezar.

O la Fundación Prevent, que opera en Cataluña y que tiene por objetivo promover y contribuir a la inserción social y laboral de las personas con discapacidad, y al fomento de la cultura preventiva en la empresa, por medio de una mayor concienciación social que garantice entornos laborales más seguros y empresas más responsables.

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Manuela Carmena entrega un premio a Més i Més Serveis SCCL.

Los centros especiales de empleo

El caso de Saioa Aguirre no es aislado. Entre los visitantes al Salón se han dejado ver casos de emprendedores con algún grado de minusvalía, como Rubén Sierra y Miren Lierni, creadores de Supera Coaching. Su objetivo es el de hacer ver a empresas y trabajadores que una persona, aunque tenga una discapacidad, es capaz de desarrollar talentos útiles para el mercado laboral. “Estamos tan preparados como cualquier otro para tener éxito”.

O Més i Més Serveis SCCL, fundada, entre otros, por Antonio García y Antonio Melero, ambos con discapacidad auditiva. Esta empresa recibió un reconocimiento de manos de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, concedido por la organización del Salón MiEmpresa.

Ésta cooperativa barcelonesa lleva un año reclutando a personas con especiales dificultades de inclusión laboral para realizar trabajos de fabricación, empaquetados y etiquetados como subcontrata. Revista Haz pudo charlar con las dos portavoces oyentes del equipo fundador, Sonia Rodríguez, responsable de RRHH, y Obdulia Martín, secretaria y comercial, que nos hablaron de su trayectoria y objetivos:

¿Cómo surge Més i Més?

Obdulia Martín: Surge de la necesidad de sus fundadores de autoemplearse. En la zona en la que estamos situados, en el polígono industrial de Can Pujadas, en Sant Llorenç d’Hortons, hay un perfil productivo muy bueno que teníamos que aprovechar. Igual que hay muchas personas con discapacidad que necesitaban un centro especial de trabajo como el nuestro.

¿Con qué obstáculos se está encontrando?

Sonia Rodríguez: A nivel autonómico, por ejemplo, la empresa está en una situación de agravio comparativo con otros centros de la comunidad. Todos los que surgieron antes de mayo de 2011 cuentan con mayores subvenciones. Esto nos hace ser menos competitivos en el mercado, ya que la mayoría de los centros especiales de trabajo de nuestro entorno comparten actividad con nosotros.

¿Cuál su objetivo final?

Obdulia Martín: Su integración laboral, que a su vez lleva implícito mejorar su calidad de vida. Por el momento tenemos a 24 personas trabajando en la planta. En cuanto a qué nos dedicamos, buscamos empresas que externalicen todos o algunos de sus procesos productivos: desde poner una etiqueta hasta fabricar artículos de decoración, manipulados… muchas actividades que las compañías no pueden mecanizar.

¿Con cuántos clientes cuenta?

Obdulia Martín: Tenemos dados de alta unos 19, de los cuales más del 80% han contado con nosotros en diversas ocasiones. Son muchas las empresas que desconfían de que personas con discapacidad manipulen sus productos. Yo les recomiendo que prueben, que externalicen sus procesos no sólo con nosotros, sino con cualquier centro de trabajo especial que tengan alrededor. Son personas muy formadas con un gran nivel de concentración.

¿Ha conseguido ayudas para dar sus primeros pasos?

Sonia Rodríguez: Sobre todo de la Fundación ONCE, pero también de las familias y de la capitalización del paro de sus fundadores. Ahora mismo nuestros recursos son escasos, y nuestra idea es la de reinvertir en la empresa nuestros beneficios, cuando los tengamos, para mejorar el rendimiento de la empresa. Todo con el objetivo de ser competitivos, rentables y poder sobrevivir sin necesidad de ayudas y subvenciones.

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