El sector farmacéutico pone el 'compliance' en el centro de su RSC
«¿Cuáles son los principales retos que, en su opinión, deberán abordar las empresas farmacéuticas en los próximos años en el ámbito de la RSC?». A esta cuestión se han enfrentado nueve directivos de distintos laboratorios farmacéuticos españoles e internacionales. Al habla… los directivos de Farma.
Esteve
– Contribuir a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. El aumento de la esperanza de vida; el envejecimiento de la población; el cambio de un sistema sanitario basado en pacientes agudos a crónicos, o el papel que tienen que jugar las farmacias como centros asistenciales, son grandes retos que las empresas farmacéuticas afrontamos en los próximos años.
– Compromiso con las enfermedades minoritarias o raras. A pesar que en los últimos años se ha incrementado el es raras (dolencias que afectan a menos de una de cada 2.000 personas), deberemos continuar con el compromiso de seguir investigando.
– Acceso a medicamentos en los países en vías de desarrollo. En este punto se han realizado numerosos avances, pero todavía queda camino por recorrer, por tanto, tendremos que buscar fórmulas innovadoras y sostenibles para facilitar el acceso de medicamentos al tercer mundo.
– Sistemas de gestión integral ética. Desarrollar y revisar los códigos éticos, crear políticas asociadas, extenderlos en todas las geografías donde operamos, e incluso crear códigos específicos para proveedores será otro reto. Seguir realizando formación en esta materia y asegurar que los canales de comunicación y cumplimiento del código funcionen correctamente.
– Transparencia. Seguir avanzando en transparencia a través de la elaboración de memorias de sostenibilidad verificadas por terceros independientes, así como las requeridas por los códigos de autorregulación de la industria en relación a las colaboraciones con organizaciones sanitarias y de pacientes.
– Compromiso con la protección del medio ambiente. Definir estrategias de reducción o compensación de emisiones de gases efecto invernadero para luchar contra el cambio climático.
– Extender la RSC en la cadena de aprovisionamiento. Una vez desarrollada nuestra política y buenas prácticas en RSC, el siguiente paso es extenderla a nuestros proveedores, considerando la RSC como un criterio a tener en cuenta a la hora de seleccionarlos y realizando acciones de ayuden a su desarrollo.
– Apoyar la empleabilidad para jóvenes y colectivos en riesgo de exclusión social.
GSK
– El desarrollo de productos innovadores y la mejora del acceso a la asistencia sanitaria para los pacientes de todo el mundo, haciendo que los productos estén disponibles y sean asequibles para las personas que los necesitan, dondequiera que vivan, con políticas de precios que fomenten el acceso a los medicamentos innovadores.
– Apoyo a la creación de infraestructuras de desarrollo tecnológico en los países en desarrollo para solucionar sus necesidades sanitarias a lo largo de la cadena del medicamento
– Incorporar los valores del sector en el negocio, incluyendo las formas en que investigamos, desarrollamos y comercializamos los productos, transformando el modelo de negocio que la industria ha tenido durante muchos años.
– En lo que respecta a la investigación, hay que asegurar que se realiza cumpliendo con estándares éticos y de calidad en todos los países en los que se opere. Revisión de la inversión de la I+D para necesidades médicas no cubiertas.
– Mejorar las prácticas de empleo, de forma que ayuden a que los empleados se sientan valorados y respetados.
– La gestión de los impactos ambientales de nuestras operaciones y productos para reducir las emisiones de carbono, el uso del agua y los residuos.
– Promover políticas que permitan la sostenibilidad del suministro de medicamentos, antibióticos y vacunas y en general la capacidad de la industria innovadora de asumir riesgos a futuro en áreas terapéuticas con necesidades no cubiertas, tanto de países desarrollados como en desarrollo.
JANSSEN
– Fomentar la divulgación local de las acciones de RSC de la industria farmacéutica a los diferentes grupos de interés y a la sociedad en su conjunto a través de informes que reflejen los principales proyectos de acción social y voluntariado corporativo, tanto a nivel internacional como nacional.
– Seguir avanzando en el camino de la transparencia para mejorar los principios que rigen todas nuestras interacciones con los profesionales sanitarios y organizaciones sanitarias.
– Hacer frente a las principales necesidades de salud no cubiertas para avanzar en la investigación y acceso sostenible a los medicamentos en los países en desarrollo.
– Desarrollar programas de RSC enfocados a la prevención de enfermedades y reducción del estigma social.
– Impulsar la participación activa de los empleados en proyectos y actividades voluntarias.
LILLY
– Lo más importante es su propia estrategia de RSE, es decir, garantizar que la RSE es una prioridad de la compañía y que las actividades y proyectos que se llevan a cabo sean sostenibles en el tiempo. Para ello creemos que la mejor forma de asegurarlo es apoyándose en el concepto de valor compartido.
– Cuando los proyectos que generan valor en la sociedad, también generan valor en la empresa porque se apoyan en el propio corazón del negocio, tienen más posibilidad de convertirse en estratégicos en el tiempo y perdurar.
– El cambio climático es un tema que nos debe preocupar a todos; la transparencia y la gestión ética es una demanda de toda la sociedad; es fundamental que las empresas favorezcan la creación de riqueza, y políticas que lleven a la creación de empleo en beneficio de toda la sociedad y en concreto de cara a los colectivos que lo tienen más difícil en este terreno.
MERK
– Pacientes: La responsabilidad principal de una compañía farmacéutica con la comunidad radica en la investigación y desarrollo de terapias innovadoras que den respuesta a necesidades médicas no cubiertas en la población. Sin embargo, no debe circunscribirse exclusivamente a este ámbito, ya que debemos continuar acompañando al paciente una vez que el fármaco se encuentra a su disposición.
– Transparencia: Con todos los stakeholders con los que nos relacionamos (clientes, pacientes, profesionales sanitarios, administración, proveedores, etc.) hemos de mantener además una comunicación basada en la transparencia, un valor imprescindible a la hora de consolidar las relaciones en un sector que está cambiando mucho como es el sector salud.
– Empleados: El verdadero motor para el crecimiento de toda compañía reside en los empleados que le dan forma, por lo que es fundamental que estos sientan que forman parte de un proyecto común. Ellos son el principal activo y por ello tienen que disponer de programas de formación continuada, retención del talento y conciliación que reflejen el de la organización hacia ellos.
– Aparte de ello, hay un tema transversal a estos tres aspectos que es la potenciación del área digital respecto a los pacientes (comunicación externa), empleados (comunicación interna) y transparencia (relación con stakeholders).
MSD
La industria farmacéutica es un sector que desarrolla múltiples iniciativas de responsabilidad social corporativa y, en general, tiene interiorizadas multitud de políticas y programas en este ámbito. Aun así, creemos que la industria farmacéutica tiene ante sí el importante reto de continuar avanzando en los que para MSD son los cuatro pilares de nuestra RSC:
– Ampliar el acceso a la salud, proporcionando de forma sostenible nuevos productos o productos ya comercializados que necesitan grandes poblaciones.
– Proteger el medio ambiente.
– Actuar siempre con ética y transparencia, aumentando además la confianza de nuestro entorno
– Centrarnos en el bienestar y desarrollo de nuestros empleados.
NOVARTIS
– Las empresas farmacéuticas, como parte de la sociedad que somos, debemos dar repuesta a lo que esta espera de nosotras, abordando aspectos fundamentales de atención sanitaria, yendo más allá de la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos.
– El abordaje del acceso a la salud, la formación y educación sobre patología y sus distintas opciones de tratamiento y prevención, así como la colaboración con otros partners, como gobiernos y ONG, para resolver los crecientes problemas de salud, deben ser objetivos en los que tendremos que focalizarnos las compañías de salud en los próximos años.
– Además, deberíamos hacerlo reforzando al mismo tiempo prácticas éticas y sostenibles, fortaleciendo una cultura de integridad y alineándonos con las expectativas cada vez más altas de la sociedad. Y es que solo de esta manera las compañías de salud podremos mantener la confianza y continuar contribuyendo a uno de los grandes retos de la sociedad como es el de responder a las crecientes necesidades de salud en todo el mundo.
PFIZER
– La transparencia en la comunicación sigue siendo nuestro gran reto, dentro y fuera del ámbito de la RSC. Las compañías farmacéuticas desarrollan una labor indispensable para que todos vivamos más y mejor. Somos actores protagonistas en procesos tan relevantes como la I+D, la formación científica, la educación sanitaria o el acceso a los medicamentos.
– Dar a conocer nuestra contribución a dichos procesos con información precisa y accesible para todos es nuestro mayor desafío. La iniciativa que el sector acaba de adoptar para la publicación de las transferencias de valor a organizaciones y médicos en las webs de las compañías constituye toda una declaración de intenciones en este sentido; se trata de un importantísimo paso adelante que demuestra el compromiso de las ‘farmas’ para afrontar y superar el reto de la transparencia.
SANOFI
– Una evolución conceptual de lo que debe ser la RSC. Al menos nosotros, en Sanofi, entendemos la responsabilidad social corporativa como una forma de hacer y de ser, más que como un área concreta en la organización.
Aspirar a que cualquier actividad que realicemos se haga bajo el prisma de la responsabilidad social, es decir, que muchas de las tareas o acciones que hoy se engloban bajo el concepto RSC (diversidad, impacto medioambiental, prácticas responsables, etc.) deberían evolucionar para ser consideradas como actividad normal de nuestro trabajo.
– Por otro lado, la sociedad ha evolucionado mucho y, por tanto, los retos sociales también. La RSC debe ser más innovadora y creativa para realmente aportar ese valor añadido en lo social. No podemos seguir haciendo lo mismo, porque eso mismo ya no es lo efectivo que pudo ser en el pasado.
– Mejorar los modelos de medición del impacto de nuestras acciones sociales. Debemos ser capaces de medir si lo que estamos haciendo está impactando realmente en el entorno social y trabajar para lograr que ese impacto sea cada vez mejor. Y no me refiero solo al reputacional, sino a impactos concretos, sostenidos en el tiempo, y que aportan soluciones a los colectivos a los que estamos enfocando nuestros esfuerzos.
Prioridades del sector farmacéutico: análisis
Las prioridades del sector farmacéutico, tras evaluar los cuestionarios que han contestado las nueve empresas farmacéuticas consultadas, se dividen en tres bloques: el prioritario, encabezado por las cuestiones relativas al Cumplimiento de políticas y códigos; el intermedio, donde destacan las Prácticas responsables de ventas, y un último grupo de cuestiones en las que ocupa el último lugar la Equidad y transparencia salarial.
El hecho de que la gran mayoría de las empresas hayan situado las cuestiones relacionadas con el cumplimiento de políticas en primer lugar obedece, sin duda, a la existencia en el sector de un sistema de autorregulación basado en un Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica cuyo cumplimiento es supervisado por un órgano de control: la Unidad de Supervisión Deontológica (USD).
La USD actúa de facto como el responsable de cumplimiento (compliance officer) de todo el sector. Sus funciones de formación, prevención y supervisión del Código suponen un constante recordatorio al sector sobre la necesidad de cumplir los principios y buenas prácticas recogidos en el Código. No puede extrañar, por tanto, que las empresas tengan internalizados los temas de cumplimiento y los posicionen en primer término.
Tampoco es una sorpresa que las cuestiones relativas a la Equidad y transparencia salarial ocupen las últimas posiciones. De todos es conocido que el sector farmacéutico es uno de los sectores que mejores sueldos paga a sus empleados.
Aunque han transcurrido tres años desde la publicación del informe Estudio de remuneraciones del sector farmacéutico, realizado por la escuela de negocios EADA y la consultora de recursos humanos ICSA Grupo, los resultados no han variado sustancialmente: la retribución del sector farmacéutico sigue estando por encima de la media, tanto en los niveles directivos (9%) como entre los mandos intermedios (15%) y empleados (12%).
Al Cumplimiento de políticas y códigos siguen muy de cerca en el orden de relevancia el Compromiso y transparencia en la investigación y el Acceso a los medicamentos. Las diferencias de puntuación en estas dos cuestiones no son significativas. Se trata de los temas que más directamente impactan en la creación de valor compartido del negocio farmacéutico y, también, son las cuestiones que más preocupan a los grupos de interés y por las que las farmacéuticas reciben más críticas.
El Compromiso y transparencia en la investigación y el Acceso a los medicamentos son dos cuestiones que, por otra parte, no se pueden separar, están íntimamente entrelazadas.
El Impacto medioambiental y el Pago de impuestos son las dos cuestiones menos prioritarias para las Big Farma, después de la Equidad salarial. Tampoco hay sorpresas en estos resultados. Las cuestiones medioambientales no han constituido nunca una preocupación de primera magnitud para la industria, como podrían serlo para el sector energético o el textil.
Por supuesto, las compañías farmacéuticas enfrentan riesgos relacionados con la gestión y eliminación de residuos tóxicos y peligrosos (RTP), pero los posibles riesgos se encuentran bien identificaos y existen mecanismos de control muy desarrollados para prevenirlos.
Cuestión diferente son los posibles riesgos para la salud del personal derivados de la manipulación de sustancias tóxicas o biológicas desconocidas (Cfr. Estudio de la situación de riesgos específicos en la industria farmacéutica; María Dolores Sánchez García, Mapfre Seguridad, nº 70, segundo semestre, 1998).
Esta inclusión de los riesgos higiénicos para el personal puede explicar la diferente percepción de algunas empresas a la hora de priorizar las cuestiones medioambientales. Así, por ejemplo, Esteve y MSD les otorgan un valor de cinco, sensiblemente por encima del valor medio (8).
En relación con el Pago de impuestos, conviene hacer dos tipos de consideraciones. Si bien se trata de una cuestión que ha pasado a formar parte de la agenda de la responsabilidad corporativa de las empresas y ha dejado de ser competencia exclusiva del departamento legal, todavía hay algunos directivos de las empresas farmacéuticas que no perciben cambio.
Varios directivos se dirigieron a la revista cuestionando la inclusión del Pago de impuestos dentro de las prioridades del compromiso social de sus empresas por entender que se trataba de una obligación legal que no dejaba margen al cumplimiento voluntario, que es el campo propio de la RSC.
La publicación de los informes sobre Contribución y transparencia. Transparencia de la responsabilidad fiscal de las empresas del Ibex 35, elaborados por la Fundación Haz, deberían bastar por sí solos para mostrar que el cumplimiento de la responsabilidad fiscal es una cuestión que excede el estricto cumplimiento de la legalidad y afecta gravemente a la reputación de la empresa.
En este sentido, no resulta casual que Pfizer, una de las empresas que más críticas ha recibido por su decisión de trasladar a comienzos de año su domicilio fiscal de Nueva York a Irlanda tras la compra de Allergan, haya sido la farmacéutica que más alto haya situado el Pago de impuestos (6) en comparación con el resto de las compañías farmacéuticas.
El bloque de asuntos situados en la mitad de la tabla se encuentra integrado por cuatro temáticas. Como asuntos más relevantes y prácticamente empatados se sitúan la Transparencia en las transferencias a los médicos y las Prácticas responsables de marketing y ventas.
En realidad la transparencia en las transferencias a los médicos puede interpretarse como una modalidad de práctica responsable de marketing y ventas. Si se ha diferenciado entre las prioridades es porque constituye un compromiso explícito asumido por todo el sector y que se hará efectivo en el segundo semestre de este año.
La única nota que llama la atención en relación con este punto es la baja valoración que le concede MSD, una de las empresas que, paradójicamente, mejor y más extensamente informa sobre estos temas.
Siguen, por último, en orden de prelación el Gobierno corporativo y la Diversidad. En relación con la Diversidad no hay ninguna nota reseñable, prácticamente existe unanimidad a la hora de valorar este campo, sin diferencias apreciables.
Cuestión distinta es la temática relativa al Gobierno corporativo. En esta área sí se encuentran diferencias de percepción significativas.
Existe un grupo de empresas que sitúan el Gobierno corporativo en los primeros lugares de la tabla, como Esteve y Novartis –lo posicionan en el primer lugar– y Janssen –en el tercero–.
Sin embargo, dos empresas lo ubican en el último lugar (GSK y Sanofi) y una en el penúltimo (MSD). ¿Por qué esas diferencias tan significativas en la valoración? La respuesta muy probablemente se encuentre en la diferente interpretación que los responsables concedan al término gobierno corporativo.
Para aquellas empresas que identifiquen el gobierno corporativo, fundamentalmente, con el conjunto de prácticas que regulan las relaciones entre los accionistas, directivos y el consejo de administración, el peso del gobierno corporativo tenderá a situarse en los últimos lugares.
Sin embargo, las empresas que equiparen el gobierno corporativo a la iniciativa del consejo de administración para impulsar y verificar el cumplimiento de las políticas generales de la organización e identificar los posibles riesgos, el gobierno corporativo ocupará los primeros lugares en la lista de prioridades.
La Ley 31/2014, por la que se modifica la Ley de sociedades de capital, para la mejora del gobierno corporativo y el nuevo Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, aprobado en el 2015, se encuentran más en línea con la segunda concepción del gobierno corporativo. De hecho, la política de responsabilidad corporativa ha pasado a ser una facultad indelegable del consejo de administración (Principio 24), al que se le exige que informe de manera transparente sobre «su desarrollo, aplicación y resultados».