La FP dual, buena vía para mejorar la empleabilidad de los jóvenes

Los primeros proyectos experimentales que se han llevado a cabo en España a lo largo de los últimos cinco años han hecho que esta modalidad formativa se haya perfilado como una herramienta útil para reducir las cifras de paro juvenil y de abandono prematuro de los estudios, convirtiéndose además en nexo de comunicación continua entre la comunidad educativa y las empresas privadas.
<p>Foto: Fundación Bertlesmann</p>

Foto: Fundación Bertlesmann

El desempleo juvenil lleva siendo desde hace tiempo uno de los grandes problemas de España: ostenta la segunda posición en el ranking de la UE en este ámbito, en el que solo Grecia lo supera.

En los tiempos más agrios de la crisis, la tasa de paro llegó a estar por encima del 50% y ahora, aunque se ha reducido sustancialmente, se coloca en un 35,5% para los menores de 25 años (unas 550.000 personas), según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Una cifra todavía elevada muy vinculada al también alto porcentaje de fracaso escolar y de abandono prematuro de los estudios, y que, según diversas fuentes, podría mejorar dándole un impulso a la Formación Profesional dual (FP dual).

Esta fórmula educativa, de inspiración alemana, se reguló por primera vez en España en noviembre de 2012 a través del RD 1529/2012, y sus primeros proyectos experimentales se pusieron en marcha en el curso 2013-14, de los que se están obteniendo frutos en la actualidad. Intenta darle una vuelta de tuerca a la FP tradicional buscando la colaboración del sector privado para adaptar temarios y contenidos a las necesidades del mercado laboral.

De esta manera, se combina la formación teórico-práctica con una materia elaborada entre el centro educativo y la empresa colaboradora. Esta última ofrece formación pero también un contrato remunerado a sus aprendices, a cambio de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social. A cambio, el alumno invierte entre un 70% y un 80% de sus horas lectivas en un puesto de trabajo formativo dentro de la compañía (unos porcentajes dependientes del programa impuesto en cada comunidad autónoma).

El objetivo final es el de construir una pasarela para que esos jóvenes se incorporen al mercado laboral de forma más rápida, y adquieran conocimientos no solo teóricos centrados en su materia, también de comportamiento en el entorno laboral: resolución de problemas, trabajo en equipo, resiliencia… mejorando así su empleabilidad.

El objetivo de la FP dual es que se adquieran conocimientos no solo teóricos, también de comportamiento en el entorno laboral: resolución de problemas, trabajo en equipo, resiliencia…

Cifras y comparativas

En poco más de cinco años se han sumado a la ‘causa’ casi 900 centros educativos, 10.000 empresas colaboradoras y 24.000 alumnos, cuyo trabajo conjunto ha logrado unos niveles de inserción muy positivos: cerca del 80% de los graduados en la primera promoción de FP dual frente al 45,7% de los que cursaban la modalidad tradicional. Así lo asegura Ignacio de Benito, corresponsable del proyecto Alianza para la FP Dual, dependiente de la Fundación Bertlesmann.

También recoge resultados positivos el informe El impacto de la FP dual sobre la inserción laboral de los jóvenes, que ofrece una evaluación del impacto de la introducción de esta modalidad en grados superiores en la Comunidad de Madrid. Este ha sido elaborado por Marcel Jansen, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea); Antonio Cabrales, profesor de Economía en la University College London, y Samuel Bentolila, profesor de Economía del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (Cemfi).

“El estudio compara los resultados del mercado laboral de las dos primeras cohortes de graduados en FP dual con los de un grupo de control compuesto por graduados en la modalidad presencial”, explica el documento. Según Jansen, las técnicas estadísticas convencionales sugieren que los estudiantes de la FP dual logran resultados sustancialmente mejores en el mercado laboral que los estudiantes con rasgos observables similares en la modalidad tradicional.

“Trabajan más días durante los primeros doce meses, tienen jornadas laborales más largas, obtienen contratos de mayor duración e ingresos más altos”. Sin embargo, Jansen apunta también que hay una gran heterogeneidad entre especialidades, y que si se tiene en cuenta esta, las diferencias encontradas “son estadísticamente poco significativas”.

Eso sí, los autores han detectado puntos positivos en la modalidad dual, como por ejemplo que ayuda a mejorar la transición al empleo y, sobre todo, que en pocos años de recorrido ha conseguido unos resultados de empleabilidad muy similares a los de la FP tradicional. “Además de haber conectado de forma directa a formadores y empresarios”, añade el investigador de Fedea.

“Aproximadamente el 3% de los alumnos que cursan FP lo hacen en modalidad dual. Una tasa muy distinta de la que se registra en otros países de nuestro entorno, que alcanzan hasta el 70%”. Ignacio de Benito

En opinión de Ignacio de Benito, a pesar de los buenos resultados recabados, las cifras de implementación aún son bajas en comparación a las de la FP tradicional. “Aproximadamente el 3% de los alumnos que cursan FP lo hacen en modalidad dual. Una tasa muy distinta de la que se registra en otros países de nuestro entorno, que alcanzan hasta el 70%, lo cual nos indica que todavía nos queda un largo camino por recorrer”, advierte.

Desde el punto de vista del portavoz de la Fundación Bertelsmann, es necesario avanzar en el desarrollo de una normativa que ayude a implementar el modelo de FP dual en España, “algo que ha llevado a que en los últimos meses el Ministerio de Educación venga trabajando en el desarrollo de un nuevo marco normativo que defina en mayor detalle los diferentes aspectos del modelo”.

Déficit de formación

Todas las fuentes consultadas coinciden en que la FP dual es una de las mejores bazas que España puede jugar para mejorar sus cifras de desempleo juvenil y de abandono temprano de la formación, que ha disminuido pero que sigue siendo elevado, y que se convierte en consecuencia directa de la evolución laboral del individuo.

“En Europa alrededor de cinco millones de personas han abandonado la escuela y el 40% de estas se encuentran desempleadas”, analiza el Estudio sobre prácticas internacionales de promoción del empleo juvenil, elaborado por el Grupo Adecco y el Club de Excelencia en Sostenibilidad. Según este documento, España y Malta registran los niveles más elevados de abandono, superiores al 20%.

España y Malta registran los niveles más elevados de abandono escolar, superiores al 20%.

Una correspondencia que ejemplifica Montserrat Gomendio, directora general adjunta de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): “Aquellos que dejaron los estudios prematuramente para trabajar en el sector de la construcción en la época del boom inmobiliario siguen teniendo serios problemas para reengancharse al mercado laboral”.

Gomendio presentó recientemente en Madrid un informe con las últimas recomendaciones que la institución a la que representa ha recogido para España. Según Getting skills right: Spain, el país tiene un exceso de profesionales especializados en actividades que requieren fuerza física, como ocurre con la construcción, y escasez en matemáticos, expertos en tecnologías de la información, electrónica y razonamiento deductivo.

Desde la OCDE recomiendan fomentar la cultura de la formación continua. “Teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza la tecnología, es necesario formarse a lo largo de toda la vida laboral, no solo en fases tempranas, para evitar quedarse descolgado del mercado”, comenta Gomendio. Sin embargo, no es algo que esté arraigado aún en España, donde solo el 35% de los trabajadores cuentan con acciones formativas dentro de sus empresas, el 19% si solo se tienen en cuenta a aquellos trabajadores con bajas competencias que, por otra parte, son los más difíciles de recolocar.

“España debe invertir más en medidas activas para combatir el desempleo y no tanto en medidas pasivas, se debe encontrar un nivel intermedio. También hay que activar mecanismos para conocer el nivel de competencias real de los parados y dar una orientación mucho más exhaustiva de hacia dónde debe ir su carrera profesional”, apunta la portavoz de la OCDE.

Por otra parte, el estudio también anima a dar un mayor protagonismo a la FP dual y tomar medidas que animen a las pymes a convertirse en empresas colaboradoras. Algo que en estos momentos es una “auténtica pesadilla burocrática”, según Luis Garicano, profesor de Economía y Estrategia en la IE Business School.

Una opinión que corrobora José María Guillén, director general de Hexa Ingenieros, una pequeña empresa que lleva tiempo colaborando con el modelo dual a través de un programa de la Cámara de Comercio de Alemania en España. “Sería muy útil que asociaciones empresariales similares a esta facilitaran ese camino burocrático a las pequeñas corporaciones, que no ven claro subirse a este tren porque no quieren perder un tiempo valioso de ventanilla en ventanilla”.

Comentarios