La Secretaría de Cambio Climático de la ONU: más allá de las COP

A pesar del progreso en la respuesta global al cambio climático, todavía no se ha alcanzado la escala y la velocidad necesarias para estabilizar la temperatura global a un nivel seguro.
<p>COP23, celebrada en la ciudad alemana de Bonn. Foto: CMNUCC.</p>

COP23, celebrada en la ciudad alemana de Bonn. Foto: CMNUCC.

El cambio climático, junto con otras megatendencias (crecimiento de la población, urbanización rápida, inseguridad alimentaria y escasez de agua) aumenta la competencia por los recursos y las tensiones y la inestabilidad.

La acción coherente en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres representa la mejor oportunidad para enfrentar y gestionar estas tendencias.

Está claro que si no se aborda el cambio climático, no se logrará la Agenda 2030.

Según Robert Glasser, representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, y Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de Cambio Climático de la ONU, “mantener la temperatura global por debajo de los 2°C es la mayor contribución a largo plazo que los gobiernos nacionales, los gobiernos locales y el sector privado pueden hacer para la reducción del riesgo de desastres”.

Una declaración clara y directa que se puede encontrar dentro de la memoria 2017 de la United Nations Climate Change.

Facilitando la lucha contra el calentamiento global

La UN Climate Change (más formalmente conocida como Secretaría de la CMNUCC) se estableció en 1992 cuando los países adoptaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Con la posterior adopción del Protocolo de Kyoto en 1997 y el Acuerdo de París en 2015, las Partes en estos tres acuerdos han reafirmado progresivamente el papel de la Secretaría como entidad de las Naciones Unidas encargada de apoyar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático.

Entre sus funciones están las de unir al mundo para construir un consenso sobre la respuesta global al cambio climático; hacer un inventario y síntesis de información sobre emisiones; realizar esfuerzos para mitigar las emisiones y los impactos de esos esfuerzos; facilitar la implementación de las decisiones de las partes a través de la política y la orientación científica; facilitar la movilización de fondos para que los países en desarrollo se adapten y mitiguen el cambio climático; promover el desarrollo y la difusión efectivos de tecnología innovadora para esos países, y trabajar con un amplio abanico grupos de interés.

<p>Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de Cambio Climático de la ONU. Foto: CMNUCC.</p>

Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de Cambio Climático de la ONU. Foto: CMNUCC.

Principales logros de la UE Climate Change en 2017

Las acciones principales de este ente en 2017 fueron encaminadas a la ampliación de la acción, la consecución de los compromisos antes de 2020 y el avance para permitir la adopción de los resultados del programa de trabajo del Acuerdo de París en la COP24 (Conferencia de las Partes), en Katowice, que se celebrará a finales de 2018.

En 2017, 51 países ratificaron el Acuerdo de París antes de las negociaciones más importantes sobre cambio climático del año, la COP23, celebrada en la ciudad alemana de Bonn y presidida por Fiji.

La COP23 fue la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en recibir la certificación oficial de desempeño ecológico en el marco del Sistema de Ecogestión y Auditoría de la Unión Europea.

En esa conferencia se estableció el primer Plan de Acción de Género, que busca catalizar una acción climática más efectiva a través de una implementación sensible al género a nivel nacional, y una mayor representación de las mujeres en todos los niveles.

También se inició un proceso de participación llamado Diálogo Talanoa, inspirado en la práctica tradicional de la isla del Pacífico de diálogo inclusivo y transparente a través de la narración. Una conversación que tiene en cuenta a todos los interesados ​​en el clima: países, estados, ciudades, organizaciones, empresas, grupos e individuos.

Así mismo, los países aprobaron el primer acuerdo sobre agricultura en la historia de la negociación climática. El trabajo conjunto de Koronivia sobre agricultura ayudará a los países a desarrollar e implementar nuevas estrategias sectoriales para abordar la seguridad alimentaria, reducir las emisiones y desarrollar la resiliencia ante los efectos del cambio climático.

Debido a que los pueblos indígenas y las comunidades locales a menudo se encuentran en la primera línea del cambio climático y tienen conocimientos valiosos y perspectivas para hacer frente a sus efectos, se creó una nueva plataforma para la acción climática de las comunidades indígenas y locales, que está dirigida al intercambio de conocimientos, tecnologías y prácticas.

En 2017, 51 países ratificaron el Acuerdo de París antes de las negociaciones más importantes sobre cambio climático del año, la COP23.

Sus tareas no acaban con la celebración de las COP

El trabajo de UN Climate Change no termina una vez que los países se comprometen a un acuerdo. El seguimiento de los compromisos nacionales para reducir las emisiones y otros aspectos de la respuesta al cambio climático  es esencial para la transparencia de la acción y el apoyo, lo que a su vez garantiza una implementación efectiva y genera confianza en que cada país haga su parte justa.

La Secretaría es la fuente autorizada de datos climáticos nacionales. Las presentaciones de los países se van recopilando año a año y analizando en el marco del sistema de medición, notificación y verificación.

El sistema respalda a las partes en el cumplimiento de sus compromisos mediante el seguimiento del progreso y la prestación de todo tipo de apoyo, desde la ciencia que informa la política hasta la creación de conjuntos de habilidades.

Los expertos coordinados por la UN Climate Change analizan y resumen los informes de los países. Esa participación en la medición, la presentación de informes y la verificación ha ayudado a identificar las necesidades de los países en desarrollo y ha mejorado su capacidad de informar sobre sus acciones de forma transparente.

También han mejorado la calidad y la eficacia de las políticas y medidas de cambio climático, como por ejemplo las de Australia y China.

En 2017, se publicaron documentos técnicos y guías para ayudar a los países en desarrollo, incluido un manual de medición, presentación de informes y verificación, y una guía para el proceso multilateral. También cursos de aprendizaje electrónico, un programa de capacitación para expertos en inventarios de gases de efecto invernadero y un programa de capacitación para expertos en revisión de informes bienales y comunicaciones nacionales.

Todos esos documentos de investigación, las herramientas, las reuniones de expertos técnicos y los talleres ayudaron a los países a comprender cómo maximizar los impactos positivos y minimizar los negativos de las medidas de respuesta que los llevan hacia economías con bajas emisiones de carbono.

El sistema respalda a las partes en el cumplimiento de sus compromisos mediante el seguimiento del progreso y la prestación de todo tipo de apoyo.

Adaptación al cambio climático

El cambio climático tiene un impacto desproporcionado en los países en desarrollo y las comunidades vulnerables. Los países necesitan adaptarse e incrementar la resiliencia.

Los órganos expertos y los comités de Cambio Climático de las Naciones Unidas apoyan a las partes a lo largo de todo el ciclo de adaptación, desde la ciencia y la observación hasta la planificación y la implementación, para ayudarlas a mantenerse resistentes frente al cambio climático.

La Secretaría facilita a las partes movilizar flujos financieros para lograr una evolución hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima, aprovechando y encontrando nuevas formas de promover el flujo de financiación e involucrar al sector privado.

Desde 2010 y hasta marzo de 2018, el Fondo de Adaptación había comprometido 476 millones de dólares en 74 países para la adaptación al cambio climático y las actividades de resiliencia.

En 2017, el Fondo rompió su récord anual de movilización de recursos cuando recaudó 95,5 millones dólares, y la Secretaría y su red de centros de colaboración regional iniciaron la mesa redonda del Green Investment Catalyst para movilizar financiación del sector privado para la implementación de contribuciones determinadas a nivel nacional.

Por último, y además de otras iniciativas explicadas en el informe, cabe destacar las acciones llevadas a cabo a través del llamado Mecanismo Tecnológico que se dedica (desde la ya lejana COP16) a ayudar en la implementación de tecnología climática apropiada para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos adversos del cambio climático que tiene un gran efecto en la capacidad de los países en desarrollo para combatir el calentamiento global.

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