Las empresas se equivocan en el abordaje de los ODS

Existe una gran diferencia entre simplemente ofrecer palabras amables y de apoyo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y realmente incrustar los ODS en la estrategia central de los negocios.

A pesar de que los ODS llevan formando parte de las conversaciones y comunicaciones de las empresas globales desde hace más de tres años y existe un número significativo de ellas que dicen estar muy comprometidas con los Objetivos, sigue existiendo una brecha entre el dicho y lo hecho.

Y las empresas parece que no están todavía decididas a acabar con esa brecha, o al menos lo están haciendo muy poco a poco.

Así lo expresa el informe From promise to reality: Does business really care about the SDGs? publicado por Price Waterhouse Coopers, basado en el estudio de 729 empresas de seis sectores industriales distintos en un total de 21 países, y en el que también se ofrecen estudios de caso de organizaciones como Danone Francia, el European Chemical Industry Council (Cefic), o el Grupo Energía Bogotá (GEB).

Todavía queda mucho trabajo por hacer si se quiere que ayudar realmente a cumplir con los Objetivos y a la vez beneficiarse de ellos. Un beneficio vinculado al logro de los ODS que se estima en un crecimiento potencial de 12 billones de dólares.

A grandes rasgos, a pesar de que un 72% de las empresas mencionan los Objetivos en sus informes, solo el 27% los incluye en su estrategia corporativa.

Aunque los CEO y otros altos ejecutivos tienen un papel importante que desempeñar porque su liderazgo es clave, solo el 19% de sus declaraciones mencionan los ODS en el contexto de su estrategia, desempeño o perspectiva.

¿Por qué existe esa brecha y cómo estrecharla?

Las estadísticas también señalan que el 50% de las empresas estudiadas declaran haber identificado y priorizado los ODS que deben integrar en su gestión, pero solo el 23% tienen indicadores clave de rendimiento significativos y objetivos relacionados con los ODS, lo que sugiere que la selección de los Objetivos prioritarios en general no está realmente respaldada por acciones o monitoreos profundos.

Estas diferencias llevan a pensar que, si bien existe un claro interés por integrar los ODS, muchas organizaciones aún carecen de la estrategia, las herramientas y la cultura necesarias para transformar esos compromisos en acciones tangibles.

Esto tiene un efecto en cadena en términos de medir e informar sobre su progreso en el cumplimiento de los Objetivos.

Como resultado, no pueden demostrar a los inversionistas, empleados y otros grupos de interés cómo y por qué los ODS están ayudando a mejorar su negocio en general, tanto en el presente como a largo plazo.

Si bien existe un claro interés por integrar los ODS, muchas organizaciones aún carecen de la estrategia, las herramientas y la cultura necesarias para transformar esos compromisos en acciones tangibles.

Para poder realizar acciones tangibles, las empresas necesitan:

  • Más orientación sobre cómo medir los impactos positivos y negativos en áreas clave y cómo se vinculan con los ODS y sus objetivos subyacentes. Tienen que establecer qué problemas son más o menos importantes para el futuro del negocio, en términos de riesgos y oportunidades importantes, y usarlos para identificar qué ODS deben ser el foco de atención.
  • Más claridad sobre cómo establecer un vínculo entre los ODS y los marcos y estándares de informes Esto también ayudaría a impulsar la comparabilidad de los datos entre empresas. A medida que la medición vinculada a objetivos relevantes y estándares aceptados internacionalmente madure, los informes de las empresas serán más significativos, comparables y se centrarán en la contribución real al logro de los ODS.
  • Una mayor acción a nivel sectorial. Por ejemplo, una forma de desarrollar las mejores prácticas sectoriales es que los CEO de las empresas líderes trabajen juntos para impulsar la acción mediante la creación de planes de trabajo sectoriales.
  • Mayor implicación de los gobiernos que acabe con las políticas desiguales llevadas a cabo hasta la fecha. Muchos gobiernos están preocupados por otras prioridades y carecen de recursos y experiencia para involucrar a la comunidad empresarial. Por ejemplo, mientras que 12 países del G20 han mapeado la alineación de las estrategias nacionales existentes con los ODS, solo siete de ellos (el 35%) han identificado estadísticas nacionales clave oficiales para monitorear la implementación de los Objetivos.

La importancia de la comunicación transparente

La información transparente y relevante sobre los ODS es importante tanto para proporcionar retroalimentación interna como para comunicarse con los inversores y reguladores sobre cómo las empresas están cumpliendo con sus objetivos comerciales.

El uso de indicadores claves de rendimiento para los ODS proporciona un puente fundamental entre la priorización de los Objetivos, su integración en la estrategia de negocios y la planificación de la acción y, a su vez, la producción de mejores informes.

Al fijar objetivos y sus indicadores correspondientes, y establecer el vínculo con el valor creado o destruido para la sociedad en su conjunto, las empresas pueden demostrar en sus informes cómo están actuando en relación con los ODS en lugar de solo hablar de ellos de una manera no específica.

La puntuación promedio de calidad de los informes para aquellas empresas que han priorizado los ODS es de 2,71 (sobre 5).

Para determinar la profundidad a la que las compañías informaron sobre sus compromisos de ODS, se analizaron los informes corporativos y no financieros de las compañías y se evaluó la calidad de las informaciones proporcionadas en dos indicadores para cada uno de los ODS establecidos que habían priorizado.

En general, la puntuación promedio de calidad de los informes para aquellas empresas que habían priorizado los ODS era de 2,71 (sobre 5), lo cual muestra que las empresas están informando sobre estos temas en algún lugar tanto de manera cualitativa como cuantitativa, y representa una mejora sobre los datos del año anterior.

El 41% de las empresas que dieron prioridad a los Objetivos han establecido ambiciones/aspiraciones cualitativas (es decir, una ambición descriptiva) para lograr un ODS específico que se considere relevante para el negocio.

Solo el 28% identificó indicadores cuantitativos para sus ODS relevantes, y solo el 23% demostró una participación significativa al establecer objetivos o también vincularse al impacto social.

En resumen, a pesar de que muchas empresas afirman dar prioridad a los ODS, solo unas pocas están poniendo en práctica medidas concretas para responsabilizarse y resolver el impacto de lo que están haciendo.

¿Cuál es la situación en España?

Además del propio estudio, se puede acceder a los datos cuantitativos en una página web interactiva que permite desglosarlos por países e industrias.

Teniendo en cuenta las empresas españolas estudiadas, se puede decir que se mencionan más los ODS en sus informes que a nivel global, con 82% frente al 72% indicado al inicio del artículo.

El 69% de las empresas españolas han identificado sus ODS prioritarios y más de la mitad de ellas los han incluido en su estrategia empresarial.

Los tres ODS principales identificados como prioritarios han sido el nº 9, Industria, innovación e infraestructura; el nº 13, Acción por el clima, y el nº 8, Trabajo decente y crecimiento económico.

En cambio, los tres Objetivos menos populares fueron el nº 2, Hambre cero; el nº 15, Vida de ecosistemas terrestres, y el nº 14, Vida submarina.

Por lo que respecta a la puntuación en calidad de la información proporcionada sobre los ODS en las empresas españolas estudiadas, es mayor (2,8 puntos) que la obtenida a nivel global (2,71).

Un 47% de estas empresas realiza hace una declaración sobre los ODS e incluye una ambición o aspiración cualitativa para lograrlos, un 27% identifica indicadores cuantitativos para sus ODS relevantes, y un 20% además de identificar los indicadores establece metas concretas para esos ODS relevantes.

Pero ninguna empresa española vincula sus indicadores de los ODS a su impacto social, cosa que sí sucede en otras empresas (un 7%) si se observan los resultados del informe a escala global.

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