La logística se alía con el medio ambiente para evolucionar

Las operaciones logísticas y de transporte son responsables del 25% de las emisiones de CO2 en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, una cifra que previsiblemente irá en aumento debido al auge del comercio online tanto de tiendas físicas como de grandes plataformas de venta y distribuidores internacionales como Amazon o Aliexpress. El sector necesita apostar por una distribución de mercancías más inteligente e innovadora que respete el equilibrio entre el crecimiento económico y la protección de los recursos naturales y el entorno.

La Agencia Internacional de la Energía alerta de que el transporte de mercancías es el responsable del 10% de las emisiones globales de CO2 y del 25% en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Por esto se hace urgente que el sector invierta en materia de innovación para poder medir -y por tanto analizar y mejorar- la huella de carbono, así como apostar por la eficiencia en las rutas, la movilidad sostenible y las buenas prácticas en materia de logística que contribuyan a la reducción de las emisiones contaminantes y a descongestionar unas ciudades ya de por sí colapsadas por el tráfico rodado de los coches particulares.

Las alternativas para conseguirlo empiezan a ser cada vez mayores y más variadas. Desde sistemas de propulsión de vehículos alternativos, como el gas natural licuado (GNL) a los vehículos híbridos o eléctricos, las empresas de transporte empiezan a ser conscientes de la necesidad de avanzar en este sentido con el fin de poder operar en las zonas urbanas en las que los niveles de contaminación del aire son más altos y comienza prohibirse el acceso a ellas con vehículos tradicionales.

Sin embargo, y según la mayoría de los expertos en movilidad urbana, estas restricciones legislativas dirigidas a conseguir una actividad logística más sostenible deberán ir acompañadas de incentivos y ayudas para renovar el parque móvil de las empresas del sector, ya que supone fuertes inversiones que no todas las compañías pueden afrontar.

Además, existen cada vez más aplicaciones software para obtener datos que ayuden a optimizar y establecer rutas de transporte y cargas más eficientes, así como para el cálculo de la huella de carbono, el primer paso para ser más sostenibles. En este sentido, las empresas ya cuentan con la Guía de Cálculo de la Huella de Carbono desarrollada por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc, que toma como referencia fundamental la norma CEN-EN 16258, así como las directrices del GHG Protocol, y las Guías de Odette y Clecat (European Association for Forwarding, Transport, Logistics and Customs Services).

Otras de estas alternativas sostenibles pasarían por apostar por la intermodalidad (la combinación de dos o más medios de transporte para llevar una mercancía de un origen a un destino, especialmente si esta no requiere un envío rápido), ya que puede resultar más competitivo y menos contaminante; la denominada Green Logistics, que pone en valor la eficiencia desde el punto de vista ecológico y económico, o el uso de placas fotovoltaicas y otros sistemas de energía renovable (teniendo en cuenta que los centros logísticos operan de día y de noche), y reduciendo así el consumo eléctrico y de luz artificial y, por tanto, el impacto ambiental.

Empresas innovadoras en movilidad y logística

Entre los próximo 2 y 4 de octubre, Madrid acogerá la competición South Summit 2019, un encuentro global sobre innovación y oportunidades de negocio que reunirá a los principales actores del ecosistema emprendedor, y del que ya se conocen las 100 iniciativas finalistas. Entre ellas, más de una decena son proyectos relacionados con la temática Smart Mobility & Logistics, elegidos entre más de los 3.700 que se han presentado a esta edición, a la que acude un 62% de startups internacionales de países como Estados Unidos, Colombia, Israel, India o Reino Unido.

Un comité de 150 expertos formado, entre otros, por inversores y expertos en innovación, han valorado, entre otros aspectos, lo novedoso del proyecto, su escalabilidad, la capacidad interna para crecer, el equipo de profesionales que forma el proyecto o el interés de inversión que pueda generar.

Entre los finalistas se encuentran proyectos españoles como ChainGo Tech, una plataforma madrileña cuyo objetivo es transformar la industria del transporte de carga aumentando su eficiencia y transparencia, o Hoop Carpool, una startup, también de Madrid que se dedica a optimizar la tasa de ocupación de los vehículos, reduciendo la cantidad de coches en las carreteras y mejorando la calidad de vida en las ciudades.

También ha resultado finalista Iomob, una plataforma catalana formada por un equipo multidisciplinar de expertos en ciudades inteligentes y tecnología que trabaja para implantar un mercado de movilidad más abierto y sostenible.

Navlandis, otro de los finalistas, es una iniciativa emprendedora creada en la Comunidad Valenciana, que ha lanzado el Zbox, una solución al transporte de mercancías saturado que ahorra espacio reduciendo tanto costes de transporte como emisiones de CO2. Situm, por su parte, es una tecnología gallega creada para optimizar procesos y mejorar servicios: una plataforma en la nube para desarrollar y gestionar soluciones de localización para guiado de pasajeros, visitantes y clientes, y para rastrear y monitorizar equipos de trabajo y activos móviles.

Otros de los proyectos finalistas son Smart Monkey, un optimizador de rutas barcelonés impulsado por inteligencia artificial o Xesol Innovation, una startup gallega dirigida a reducir los accidentes y las muertes, potenciando la eficiencia y la movilidad de calidad utilizando tecnología innovadora.

Todos los finalistas participarán en un Mentoring Program personalizado impartido por la red de mentores de South Summit, dividido en tres sesiones cuyo objetivo será aprender tácticas para mejorar su discurso y posicionar su proyecto. El jurado elegirá a una startup ganadora en cada una de las categorías.

Lean&Green es un instrumento voluntario de reducción de emisiones, impulsado por un grupo de empresas que apuestan por un transporte eficiente y sostenible a través del trabajo conjunto con toda la cadena de suministro.

En España, las empresa que quiera reducir emisiones en sus procesos logísticos cuentan con Lean&Green, una iniciativa multisectorial europea que apuesta para conseguirlo por la colaboración entre todos los miembros de la cadena de suministro.

Lean&Green busca reducir al menos un 20% las emisiones de CO2 de estas empresas en sus procesos logísticos en un plazo máximo de cinco años. Hasta la fecha, ya funciona en Bélgica, Italia, Luxemburgo, Alemania, República Checa, Eslovaquia y Suiza y cuenta con más de 500 compañías certificadas. En España está coordinada e impulsada por Aecoc a través de una comisión de compañías entre las que se encuentran empresas como Unilever, Capsa Foods, Heineken, Mahou-San Miguel, Eroski, DIA, DHL, Lidl o Leroy Merlin. Hasta el pasado mes de febrero la iniciativa contaba ya con 30 empresas adheridas en España, tras las últimas incorporaciones de Campofrío, Café Fortaleza, Alimerka o Balearia, entre otras.

Sin embargo, el germen de esta idea surgió en 2008 en Holanda de la mano del Ministerio de Infraestructura y Medio Ambiente ante la necesidad de reducir la presión ambiental, y en este país la responsable de liderarla es Connekt, una asociación público-privada que promueve la movilidad sostenible.

Lean&Green es, en realidad, un instrumento voluntario de reducción de emisiones, impulsado por un grupo de empresas que comparten el compromiso de mejora continua y que apuestan por un transporte eficiente y sostenible a través del trabajo conjunto con toda la cadena de suministro. Todas ellas trabajan con un objetivo claro y cuantificable, colaboran con otras empresas integrantes de la iniciativa (desde fabricantes y operadores logísticos a distribuidores), comparten buenas prácticas y desarrollan proyectos colaborativos con socios de otros países europeos para promover la transparencia y la trazabilidad.

Como paso inicial para participar en la iniciativa, estas compañías deben calcular primero la huella de carbono generada en sus procesos logísticos, para después establecer un plan de acción realista y plausible que además del cálculo del CO2 emitido, incluya también las medidas planificadas para su reducción en, al menos, un 20% durante los próximos cinco años.

Aquellas empresas adheridas que cumplan con los objetivos del Plan de Acción establecido conseguirán la Estrella Lean&Green tras ser auditados por una entidad externa. Más allá de este reconocimiento, estas compañías no solo reducen sus emisiones contaminantes, sino también sus costes y ganan en transparencia y trazabilidad como un valor añadido de cara a sus socios y clientes.

Asimismo, también se benefician de la transferencia e intercambio de conocimiento, aprendiendo de los demás, aportando las experiencias propias e identificando sinergias.

Nuevos retos, nuevas soluciones

En los últimos años el fuerte auge del e-commerce y las ventas por Internet, así como la exigencia de los consumidores de recibir su mercancía lo más rápido posible, ha puesto al sector de la distribución y la logística ante nuevos retos más allá del abultado crecimiento experimentado y la necesidad de cubrir la alta demanda que se está produciendo. Es el reto medioambiental, por supuesto.

Campañas navideñas, Black Friday, Días sin IVA, promociones y envíos gratuitos… cada vez más, el sector del comercio potencia las ventas realizadas con un solo click, sabedor de que el nuevo consumidor millennial prefiere la comodidad de su sofá y el uso de su ordenador portátil, tablet o móvil para comprar, antes que sufrir las colas o aglomeraciones que se producen en fechas concretas del año. A eso hay que sumar también el amplio abanico que puede encontrar desde su pantalla, mucho mayor que el que tendría en las tiendas físicas, donde no existen ni la mitad de opciones que le ofrecería simplemente Amazon, por citar algún ejemplo.

Sin embargo, esta nueva forma de comprar trae aparejado también, en muchas ocasiones, una compra y envío rápido, y por tanto cierta ineficiencia a la hora de centralizar las entregas, por ejemplo, o de enviar por separado paquetes con productos que han sido comprados al mismo tiempo. En este sentido, es necesario apostar por unificar esos envíos de manera que se reduzca el número de desplazamientos, y fomentar, por ejemplo, la instalación de almacenes o taquillas para recibir las entregas, en las que el transportista puede depositar en un solo punto (y con un solo desplazamiento), decenas de entregas distintas.

Compañías como Amazon, precisamente, está testando ya la opción de utilizar drones para el envío de paquetes poco pesados y que no conlleven largas distancias, simplificando así, además, el acceso a las zonas más remotas. Esto reducirá el número de emisiones de CO2 y con ello se fomentará una logística más sostenible, evitando además el colapso de las ciudades con entregas continuas, muchas veces en el mismo edificio, varias veces al día.

Las propias empresas de logística y reparto lo corroboran: el actual sistema comienza a ser insostenible, por saturación y a nivel ambiental, y es necesario innovar tanto en los modelos comerciales como en los sistemas de transporte y entrega.

Así, hablan ya de lo que denominan logística de proximidad como la que realiza la empresa Stuart, creada en 2015 y operando ya en 75 ciudades, que ofrece carreras económicas para la franja denominada ‘última milla’ a base de utilizar autónomos con bicicleta. Aunque este sistema solamente funciona para empresas y pedidos pequeños -porque no tienen gran capacidad- se trata de un modelo innovador y replicable por muchas otras compañías en distintas ciudades.

Las bicicletas también pueden convertirse en un medio de transporte más en el sector logístico. Si se consigue extender su uso, o el de otros vehículos eléctricos en las áreas urbanas, la contaminación será mucho menor y las zonas urbanas más céntricas estarían mucho más despejadas. Es lo que practican empresas como Glovo o Deliveroo, que llevan tiempo utilizando la bicicleta como medio de transporte para sus transportistas.

También existen ya en algunas ciudades europeas los Minuhubs urbanos pensados como minialmacenes con entrega, a pie o en bicicleta, para llegar así a los lugares donde ni siquiera los vehículos más ligeros pueden acceder. La empresa UPS ya está implementando una prueba piloto con este nuevo tipo de almacenes en París.

Lo que es evidente es que el uso de todos estos sistemas innovadores va a ir en aumento debido, sobre todo, a las cada vez mayores restricciones de acceso al centro de las ciudades y al crecimiento de envíos a estas zonas donde la densidad de población es alta.

En ciudades como Barcelona el Ayuntamiento está comenzando a poner en marcha microplataformas logísticas, que reciben grandes pedidos en camiones, y desde donde después se distribuyen en proximidad con sistemas más sostenibles que las furgonetas (entre ellos bicicletas o triciclos eléctricos).

Ya existe una de estas microplataformas en la Estació de França, que lleva dos años funcionando, y otra en el mercado del Ninot. Actualmente se estudia incorporar otra en el nuevo Mercat Municipal de l’Abaceria para la distribución en la zona de Gràcia, una de las más céntricas de la ciudad.
 

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