‘Mindfulness’ en la empresa para mejorar la salud mental de los empleados

El estrés laboral se ha convertido en uno de los mayores males para trabajadores y empresarios. Según las cifras, un 25% de los empleados presentan cuadros de estrés y ansiedad. Las compañías más responsables prestan cada vez más atención a esta problemática donde el ‘mindfulness’ se presenta como la herramienta de moda para combatirla.

Vivir el presente, el aquí y el ahora de la manera más consciente es lo que persigue la práctica del mindfulness o también llamada atención plena. Se trata de una técnica de relajación derivada del budismo que se basa en observar qué está sucediendo en el instante presente para sacarle el máximo rendimiento y disfrute.

Se hace mediante la práctica del escaneo corporal (reconocimiento de las sensaciones que percibe cada parte del cuerpo), la meditación, lo movimientos conscientes… además de programas completos como Mindfulness based stress reduction (MBSR) o Mindfulness based cognitive therapy (MBCT) o específicos como Mindfulness based Communication (MBC) y Mindfulness based Leadership and Communication (MBLC).

Pero son muchas las definiciones de esta técnica milenaria que comienza a escucharse con frecuencia en distintos contextos, también en el empresarial. “A mí la que más me gusta es la que se refiere a mindfulness como la capacidad de vivir el presente de una manera consciente, lo que te lleva a relacionarte con la vida, contigo misma y con los demás de una manera diferente”, explica a Revista Haz Yolanda Garfia, directora del centro El Rincón de Mindfulness.

Correos electrónicos, llamadas, reuniones, listas de tareas, multipantalla, conectividad 365/7/24… producen interrupciones constantes en las labores que se están realizando en todos los ámbitos de la vida. Tal como explica esta experta “vivimos en un mundo en el que confluyen una serie de circunstancias que propician el mantenernos en un estado mental extremadamente activo, alcanzado por innumerables estímulos simultáneos y con unos niveles de exigencia, personal y profesional, nunca vistos”.

“Estamos siendo asediados por pensamientos de manera constante, no nos han enseñado a reconocer y gestionar nuestras emociones y vivimos, en términos generales, muy alejados de nuestros cuerpos. La práctica de mindfulness nos ayuda, con cierto esfuerzo y dedicación, a revertir estas tres realidades y, así, a vivir mejor”, continúa Garfia.

Los datos de la problemática hablan por sí mismos: “El estrés se considera la enfermedad del siglo XXI. Afecta a casi el 25% de los trabajadores y tiende a generar ansiedad y, posteriormente, depresión. El estrés mantenido es causa también de enfermedades psicosomáticas, es decir, en las que el estrés es un desencadenante que favorece su aparición, como hipertensión arterial, algunas formas de cáncer o fibromialgia”, explica a CE Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Universitario Miguel Servet.

“El estrés se considera la enfermedad del siglo XXI. Afecta a casi el 25% de los trabajadores y tiende a generar ansiedad y, posteriormente, depresión”. Javier García Campayo

¿Qué beneficios tiene el mindfulness en el trabajo?

La práctica del mindfulness con constancia y continuidad trae consigo, según los expertos consultados, una serie de beneficios a nivel global: “Mejora la atención y el bienestar psicológico, y disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión”, afirma el doctor.

Además de “mejorar nuestro estado de bienestar y salud general”, añade Garfia. Por eso recomienda su práctica a todos los públicos: “Redunda en beneficio de todos nosotros, como lo hace el ejercicio físico o una dieta sana”.

Esta práctica, que puede ayudar a alcanzar una vida más plena y sosegada, tiene sus aplicaciones específicas en el mundo empresarial. “Con su implantación, las empresas y sus empleados consiguen múltiples beneficios. Podemos citar, entre otros, la reducción del estrés, una mejor regulación de las emociones, una adecuada gestión del tiempo, el entrenamiento de la capacidad de concentración e incluso la potenciación de la creatividad”, afirma Salvador Ibáñez, country manager de Top Employers Institute en España a Revista Haz.

Garfia, en cuyo centro se imparten programas de mindfulness para empresas, añade en el ámbito profesional otros beneficios como “el incremento de la calidad en la toma de decisiones, mejora en la comunicación y en las relaciones interpersonales, incremento de la empatía inteligente y la autorregulación emocional…”.

“Sin embargo  -apostilla- lo que los responsables de la organización apreciarán a corto plazo será una reducción de los estados de estrés y ansiedad, un aumento de la capacidad de afrontar nuevos desafíos, implicación positiva en los procesos de cambio y mayor creatividad para enfrentar obstáculos”.

En 2016, Adecco publicaba un estudio que afirmaba que el 65% de los trabajadores que habían sido capacitados en mindfulness tenía una mayor sensación de calma y relax en su lugar de trabajo. Además, se registraba una reducción del 78% en los días de baja por ansiedad, estrés o depresión en las empresas que llevaban a cabo esta práctica y un aumento de la productividad en torno al 20%.

En 2016, Adecco publicaba un estudio que afirmaba que el 65% de los trabajadores que habían sido capacitados en 'mindfulness' tenía una mayor sensación de calma y relax en su lugar de trabajo.

De la teoría a la práctica: El caso Google

El gigante Google fue uno de los pioneros en introducir la técnica en sus oficinas. Laszlo Bock, senior VP de RRHH de Google, cuenta en su libro La nueva fórmula del trabajo: Revelaciones de Google que cambiarán su forma de vivir y liderar cómo tras frustrarse al ver que las reuniones de su equipo eran poco productivas, dispersas y de muchas horas de duración y cuyas conclusiones y decisiones luego no tenían la implantación adecuada, propuso probar la práctica de mindfulness a sus trabajadores.

Realizó tres sesiones que consistieron en escuchar su propia respiración, observar los pensamientos y prestar atención a sus emociones y su cuerpo. Tras el experimento vio que el equipo estaba satisfecho con los efectos del mindfulness, manifestando que “las reuniones parecían más centradas, el ambiente más amable y menos encontrado. En las siguientes semanas las reuniones resultaron más eficientes y de una duración menor”, explica el autor.

Desde entonces, la práctica se ha ido extendiendo a toda la empresa creándose un programa mundial externo a la compañía bajo el nombre de SIYLY, Search Inside Yourself Leadership Institute, que cosecha un gran éxito, no solo en el mundo empresarial. Es tanto que su propio CEO, Rich Fernández, presentó el pasado mes de mayo en las Naciones Unidas unas pautas sobre cómo aprovechar la atención plena y la inteligencia emocional en el trabajo para lograr la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Aunque la introducción del mindfulness en las compañías estadounidenses y anglosajonas es mucho mayor (Google, Aetna, Goldman Sachs, Intel, Shell o SAP o instituciones como el Parlamento británico, el Congreso de EE. UU. o la Universidad de Harvard), donde “entre el 25 y el 50% de las multinacionales o con más de 500 trabajadores lo incluyen en la estrategia de Recursos Humanos de la institución”, indica García Campayo, en España ya hay un número relevante implementándolo.

“El 64% de las 102 compañías certificadas como Top Employers en España ya cuenta con iniciativas de mindfulness y meditación”, explica a esta revista Ibáñez. Y tal como señala lo hacen a través de distintas actividades como talleres de formación, charlas, espacios de silencio para la meditación, la práctica de la alimentación consciente, apoyo de expertos externos o recursos digitales como módulos de formación online y la publicación de información en las redes sociales internas.

En España, Naturgy es una de las compañías más activas en la práctica del mindfulness y la meditación. Al cierre del pasado año 3.660 empleados habían recibido formación en esta disciplina, enmarcada en el programa que se rige bajo la fórmula ‘B=aE3’, donde la ‘B’ de  bienestar de los trabajadores se obtiene de la comunión de la ‘a’, de las aulas en silencio en los principales espacios de trabajo, y la ‘E3’, correspondiente a los tres grupos de embajadores formados en programas y otros métodos en IESE e Icade.

Iberdrola conforma otro buen ejemplo. En año y medio la energética habrá impartido formación a 1.600 trabajadores cuando termine 2019. “Los resultados obtenidos han sido muy positivos y casi la totalidad de las personas que lo han realizado recomendarían este curso a familiares o compañeros de trabajo”, señala en su página web.

<p>Infografía: Iberdrola</p>

Infografía: Iberdrola

Y es que, como apuntan los expertos, “la preocupación de las empresas por la salud de sus empleados ha mejorado notablemente. De hecho, potenciar su bienestar ya es un imperativo clave de negocio para el 89% de las compañías Top Employers en España. Entre las numerosas iniciativas para potenciar la salud y el bienestar de los empleados, destacan las relacionadas con la alimentación equilibrada, el deporte o la gestión del estrés”, explica Ibáñez.

“Las compañías Top Employers en España apuestan claramente por cuidar del equilibrio emocional de sus empleados con iniciativas como las pausas para aliviar el estrés durante la jornada laboral, las clases de mindfulness y yoga, el apoyo para la recuperación del burnout [síndrome del quemado o desgaste profesional] o los programas de desarrollo personal”, continúa.

El psiquiatra García Campayo afirma que “para la empresa, cuya mayor preocupación debe ser la salud psicológica de los trabajadores, sobre todo en los últimos meses en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido el quemado profesional como riesgo laboral, mindfulness es una herramienta decisiva”.

El mindfulness, en auge

García Campayo es también coordinador del Master de Mindfulness de la Universidad de Zaragoza, que celebra ya su séptima edición y que presume de ser el más antiguo de todas las universidades hispanoparlantes.

El doctor explica la evolución que ha tenido la práctica del mindfulness en España: “Desde 2007 que llega a nuestro país el proceso de expansión está siendo progresivo pero intenso y extenso. Más de mil colegios en España ofrecen mindfulness, más del 25% de las universidades lo ofertan, muchas empresas de tamaño medio o grande están empezando a incluir este tipo de formación y la mayor parte de la población sabe lo que es”.

Un informe de 2016, de Fidelity Investments, señalaba que el 22% de las empresas de EE. UU. ofrecía programas de formación a sus empleados en mindfulness, una cifra que asciende al 36% de las empresas en 2018, además de recoger que otro 26% se planteaba iniciar un programa en los próximos meses. En la actualidad, se estima que el 52% de los empleados de EE. UU. ha tenido ya acceso a formación en mindfulness mientras que en España la cifra sería de solo un 5%.

El citado informe de Adecco confirma esta brecha. 8 de cada 10 empresas que conocen el concepto de mindfulness reconocen que tienen necesidades formativas en este sentido y el 80% de las organizaciones consultadas se plantea formar a sus trabajadores en la atención plena en los próximos años.

Una necesidad que desde El Rincón de Mindfulness tratan de paliar con sus programas tanto para particulares como para empresas. “Debemos trabajar y colaborar para generar organizaciones conscientes, que no son sino aquellas que se preocupan por proponer herramientas que faciliten la mejora en la gestión de reacciones psicológicas adversas ante la demanda personal, profesional y social del mercado actual. Y una de esas herramientas se fundamenta en la práctica de mindfulness”.

Los expertos consultados recomiendan a las empresas incluir esta práctica de manera progresiva, comenzando con sesiones introductorias, involucrando a personas voluntarias de diferentes áreas de la compañía, y con una apuesta decidida por parte del departamento de Recursos Humanos. “La gran ventaja de la incorporación de mindfulness al entorno laboral es la poca complejidad que reviste el proceso: una sala y un instructor es suficiente para empezar”, concluye Garfia.

Comentarios

  1. Como contrapunto a esta «moda», recomiendo el Libro «Sentarse y nada más: Una iniciación a la práctica de la meditación zen y una crítica del mindfulness»

    Extracto de la reseña:

    «El autor propone una reflexión crítica contra el llamado mindfulness, ese nuevo fenómeno social que parece orientarse a «recargar las pilas» de millones de hombres y mujeres desgastados por las exigencias competitivas de la sociedad capitalista, convirtiéndose así en una herramienta más para mejorar la productividad y la continuidad de un sistema intrínsecamente injusto. En efecto, incontables empresas en todo el mundo han incorporado la meditación mindfulness (una suerte de sucedáneo de las técnicas budistas de meditación) en los horarios de sus empleados, pues es evidente que la lógica comercial necesita reducir los niveles de estrés y ansiedad que ella misma produce. Así, estos trastornos no se presentan nunca como productos sociales, sino individuales, y, consecuentemente, las respuestas no se enfocan desde un punto de vista político. Por el contrario, Éric Rommeluère defiende un budismo comprometido, tan alejado de ese zen light que se adapta a las necesidades consumistas como de toda espiritualidad que huye de los problemas sociales de nuestro tiempo.»