Desafíos del futuro del empleo para las personas con discapacidad

Los desafíos del futuro del trabajo ya se perfilan en el horizonte cercano y deben ser abordados cuanto antes para asegurar que nadie se queda atrás, especialmente el grupo de personas más vulnerables, que incluye a las personas con discapacidad (PcD).

Ya en la actualidad, la desigualdad en el acceso al empleo a nivel general es uno de los riesgos crecientes. El número de personas desempleadas en todo el mundo sigue siendo elevado y además parte del trabajo existente es de mala calidad.

En cuanto a la participación en el mercado laboral de las personas con discapacidad (PcD), este es significativamente inferior a la de las personas sin ella, cosa que no suele reflejarse en las estadísticas oficiales, ya que muchas PcD ni siquiera están registradas como desempleadas. Y si se tiene en cuenta la situación de las mujeres con discapacidad, esta suele ser todavía peor que la de los hombres con ella.

Con los cambios previsibles en el futuro mercado de trabajo, la brecha del acceso al empleo de las PcD podría ampliarse aún más, por lo que se debe deben tomar medidas para que eso no pase.

Con el objetivo de contribuir a la visibilidad de estas personas en los debates sobre el futuro del trabajo, a la vez que proporcionar elementos para garantizar que los profesionales que se comprometen a promover el empleo de las PcD comprendan mejor cómo adaptar constantemente su propio trabajo, se ha publicado el informe Making the future of work inclusive of people with disabilities.

Este documento ha sido un trabajo conjunto de la Fundación ONCE y la Global Business and Disability Network de la OIT, desarrollada en el marco de Disability Hub Europe, un proyecto dirigido por la Fundación ONCE y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.

En él se analizan las tendencias clave del futuro desde la perspectiva de la discapacidad y se identifican las acciones específicas que se requieren para diseñar una hoja de ruta hacia el futuro laboral deseado.

Dificultades en el acceso al empleo

Existen causas de diferente índole por las cuales las PcD tienen un acceso complicado a un trabajo, comenzando por las relativas a la propia sociedad en sí que a menudo estigmatiza y discrimina a estas personas, que además están más expuestas a situaciones de violencia y acoso en el lugar de trabajo.

El entorno en muchas ocasiones no es el más favorable, por ejemplo, debido a las barreras en la accesibilidad que lastran el acceso a muchos lugares o la utilización de transportes, productos o servicios; a que la educación y la formación profesional no suele ser inclusiva, lo que conduce a niveles más bajos de formación a las PcD, o que no se cumplan generalmente las cuotas de empleo cuando estas existen.

Existe una falta generalizada de conciencia y confianza en cómo incluir a las personas con discapacidad en el lugar de trabajo.

Los empleadores, tanto públicos como privados, también tienen parte de culpa en la situación, porque existe una falta generalizada de conciencia y confianza en cómo incluir a las personas con discapacidad en el lugar de trabajo, los puestos no están adaptados, y las pymes están faltas de apoyo específico en relación con el empleo de PcD, entre otras razones.

Siguen persistiendo las ideas erróneas sobre el trabajo y la discapacidad, incluido la falso mito de que la contratación de PcD podría dar lugar a una pérdida de productividad, así como a repercusiones negativas en los resultados financieros de las empresas.

Pero no solo se ha demostrado que estas preocupaciones no son válidas, sino que la inclusión de la discapacidad tiene un impacto positivo en el rendimiento empresarial, ya que las PcD  han sido empujadas a desarrollar habilidades como la perseverancia, la resolución de problemas, la agilidad, la previsión, el pensamiento innovador y la voluntad de experimentar para adaptarse al mundo que les rodea. Habilidades todas ellas que son clave para afrontar la realidad del mañana.

Las megatendencias del futuro del trabajo

A lo largo de la historia, la naturaleza del trabajo ha evolucionado a un ritmo cada vez mayor, y se han creado escenarios que habrían sido inimaginables hace unos años.

Las megatendencias de la Cuarta Revolución Industrial que darán forma al futuro del trabajo son, según los expertos:

  • La revolución tecnológica -que incluye, entre otros, la digitalización, la inteligencia artificial, el uso de la biometría, la automatización, robótica y grandes datos- es una de las principales fuerzas tras los cambios que se extienden por el mercado laboral.
  • Esta revolución tecnológica afectará a los empleos de mañana que requerirán habilidades diferentes a las de hoy en día, creando una importante falta de coincidencia en las habilidades. Las competencias transversales serán mucho más relevantes, ya que los contenidos y el know-how se actualizarán permanentemente.
  • El futuro del trabajo se verá afectado no solo por las nuevas tecnologías, sino también por el cambio cultural que altera las preferencias, necesidades y demandas de las próximas generaciones.
  • Los cambios demográficos, incluidos el envejecimiento de la población, la urbanización y la migración ejercerán presión sobre el mercado laboral y el sistema de seguridad social.
  • Por último, el cambio climático, en el marco de la sostenibilidad, es uno de los principales problemas que preocupan a la sociedad en general y está cada vez más regulado. La transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, los impactos adversos del cambio climático y los nuevos modelos de producción también determinarán el futuro del trabajo.

Estas transformaciones esperadas en el futuro del trabajo implican riesgos para las personas con discapacidad, pero también ofrecen oportunidades.

La transformación tecnológica puede, si se lleva a cabo de forma inclusiva, ofrecer a las personas con discapacidad un mejor acceso al mercado laboral.

Aumentando las oportunidades laborales

La revolución tecnológica de las últimas décadas es responsable del ritmo al que se está transformando el mundo. Su impacto en las PcD que ya están en el mercado laboral dependerá de los puestos de trabajo que tengan actualmente y de los esfuerzos que hagan los propios empresarios y el apoyo de las administraciones públicas para que los puestos de trabajo se mantengan, o idealmente cambien a puestos de trabajo de alta cualificación.

La transformación tecnológica puede, si se lleva a cabo de forma inclusiva, ofrecer a las PcD un mejor acceso al mercado laboral, ya que la tecnología digital facilita la participación en la formación en forma de modalidades de aprendizaje más flexibles y más condensadas, y las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) pueden crear importantes oportunidades para las PcD si están diseñadas para todos.

También las tecnologías de asistencia pueden crear nuevas oportunidades para estas personas si estas tecnologías están ampliamente disponibles y forman parte del catálogo de ajustes razonables que deben proporcionar los empleadores y las instituciones de formación.

Las empresas se enfrentan a la escasez y a la falta de adecuación de las habilidades, lo que obliga a los trabajadores a la necesidad de actualizar continuamente sus conocimientos y habilidades debido a los procesos de innovación cada vez más condensados. En este contexto, garantizar que las PcD tengan las competencias adecuadas será aún más pertinente, tanto para quienes tratan de entrar en el mercado de trabajo como para quienes podrían correr el riesgo de perder sus puestos actuales.

Por su parte, el envejecimiento de la población está contribuyendo de manera significativa a una mayor tasa de discapacidad entre la población y, por tanto, las sociedades que envejecen deben hacer de la inclusión de la discapacidad una prioridad para poder atender las necesidades actuales y futuras de un gran porcentaje de sus miembros.

El informe termina con el establecimiento de una detallada hoja de ruta con diferentes agentes implicados (autoridades públicas, empresas, organizaciones de la discapacidad, sindicatos y la academia) para lograr la inclusión laboral de las personas con discapacidad en este contexto de cambio, basada en los siguientes cinco objetivos:

  • Creación de nuevas formas de empleo y relaciones laborales que integren la inclusión de la discapacidad.
  • El desarrollo de habilidades y aprendizaje a lo largo de la vida que incluya a las PcD.
  • El diseño universal integrado en el desarrollo de toda nueva infraestructura, productos y servicios.
  • La existencia y creación de tecnologías de asistencia, existentes y de nuevo desarrollo, que se harán asequibles y disponibles.
  • La creación de medidas para incluir a las PcD en las áreas de crecimiento y desarrollo de la economía.
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