Electromovilidad, la necesaria revolución de la transición energética

El transporte es el sector que más energía consume en España, el 39% del total nacional, según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Solamente los turismos representan aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida en nuestro país, convirtiéndolo en uno de los que mayor potencial de ahorro y eficiencia presentan.
<p>Endesa X tiene el compromiso de impulsar el despliegue de infraestructura de puntos de recarga para las flotas de vehículos eléctricos de las empresas.</p>

Endesa X tiene el compromiso de impulsar el despliegue de infraestructura de puntos de recarga para las flotas de vehículos eléctricos de las empresas.

El Gobierno de España continúa lanzando un mensaje claro: la movilidad eléctrica sigue siendo una prioridad en nuestro país, según recalcó la Secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, durante su intervención en un webinar organizado el pasado mes de abril por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), en el que insistió en la firme apuesta por este modelo de movilidad que se está impulsando a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), que establece el objetivo de 5 millones de vehículos eléctricos en España de cara a 2030.

“Esta nueva década es un punto de inflexión para la movilidad eléctrica”, defendió Aagesen, que recordó que los precios del crudo están sometidos a una gran volatilidad, y que, por tanto, “la solución no pasa por invertir en combustibles fósiles que nos hagan más dependientes de terceros países, “sino en poner en marcha medidas que reduzcan de forma ordenada esa dependencia y apuesten por las energías renovables, que son fuentes autóctonas y descarbonizadas”.

Aunque las barreras a la electrificación de la movilidad están ahí, también es cierto que las cifras permiten ser optimistas en cuanto a cuál será su desarrollo y crecimiento. Las matriculaciones de vehículos eléctricos durante el pasado mes de agosto casi se han triplicado con respecto al año anterior, según datos de Aedive, cuyo director gerente, Arturo Pérez, señala que, dentro del sector de la automoción, este tipo de vehículos “están en auge”.

“España cuenta con cerca de una veintena de fábricas dedicadas a la producción de vehículos y esto debe aprovechase para atraer a empresas extranjeras con el objetivo de que dentro de nuestro país se produzcan más coches eléctricos”, apuntó Pérez en su intervención en la misma jornada virtual.

Muchos expertos coinciden en esta idea: la electrificación de la movilidad urbana es uno de los factores más importantes para lograr una transición ecoeficiente. Así lo cree el director de Análisis Cuantitativo de Políticas y Prospectiva del Foro Internacional de Transporte de la OCDE, Jari Kauppila, que en un reciente encuentro sobre este tema celebrado el pasado mes de septiembre, abogó por que esta electrificación “no se centre exclusivamente en los turismos privados, sino que se extienda a otras formas de transporte público como los autobuses y a los vehículos de transporte de mercancías como camiones o furgonetas”.

“La covid-19 es una oportunidad para reforzar la electrificación en las áreas metropolitanas desarrollada durante los últimos años y un impulso para renovar el parque automovilístico y, así, apuntar hacia la senda de la recuperación verde tras la crisis generada por la pandemia”, remarcó Kauppila durante su discurso.

<p>Los puntos de recarga facilitan la electromovilidad.</p>

Los puntos de recarga facilitan la electromovilidad.

Repensar las ciudades para una nueva movilidad

Durante las I Jornadas de Movilidad Sostenible organizadas recientemente por elDiario.es la directora de Emovilidad de Endesa, Elena Bernárdez, se refirió a cómo la nueva movilidad tiene mucho que ver con el “nuevo consumidor”. “Ese que elije compartir en vez de comprar de manera individual y usar solo cuando lo necesita, en lugar de poseerlo”, algo que, en el caso de las ciudades “significa darle menos espacio al coche y más al propio ciudadano”.

“Descarbonizar la economía de cara a 2050 es una de las máximas recogidas en el último Acuerdo de París para la lucha contra el cambio climático, y para poder cumplirlo es evidente que el paradigma de ciudades que hoy conocemos va a tener que cambiar”, coincidió durante este foro Carlos Bravo, ambientólogo y representante de la Organización Europea de Transporte y Medio Ambiente.

Sin embargo, el reto es enorme, porque apostar por la movilidad sostenible en las ciudades “requiere de muchas actuaciones, entre ellas el fomento del transporte público y del teletrabajo o modificar los horarios en los que se desarrolla la vida económica, así como una nueva planificación urbana, o la instalación de zonas de bajas emisiones en todas las ciudades a través de la peatonalización o de la prohibición de acceso a los vehículos de combustión”, todas ellas medidas “que pueden aplicarse en el corto plazo y no tienen un coste elevado”, apuntó Bravo.

En opinión de Antonio Lucio, profesor de Movilidad de la Escuela de Organización Industrial (EOI), la agenda de trabajo parece consensuada por todas las partes implicadas, por lo que “el reto ahora es conocer la capacidad que tenemos de llevarla a cabo, así como la velocidad necesaria para hacerlo”.

Asimismo, “es imprescindible un alineamiento en los objetivos de la administración local, autonómica y de la administración del Estado”, añadió, alertando, asimismo, de que, “aún falta mucha ambición y capacidad de acción para avanzar en esta agenda que todos queremos”.

En cuanto a las barreras para acelerar la electrificación de la movilidad, la responsable de Endesa se refirió, entre otras, a las reticencias de los usuarios, “que llevan muchos años haciendo uso de vehículos de combustión interna”, la, hasta ahora (aunque esto esté cambiando), falta de oferta en el mercado, o el  precio, “una barrera fundamental, ya que el coste de los coches eléctricos sigue siendo elevado en comparación con los tradicionales”, explicó, apostando por un plan integral de impulso a esta movilidad, más allá de las ayudas “escasas y temporales” que se ofrecen a los compradores, con planes que se agotan y se renuevan cada año “y que no ayudan a las decisiones de compra de los usuarios”.

La autonomía de estos vehículos es otra de las barreras a las que se refirió la experta de Endesa, aunque señaló que esto “también está cambiando”, puesto que ya hay vehículos con hasta 400 kilómetros de autonomía, a lo que se suman la falta de puntos de recarga, un problema a cuya solución debe contribuir las Administraciones públicas con una mayor coordinación y agilidad por su parte, pero también las empresas. “Se han dado pasos, pero no los necesarios, aún, para que este despegue se produzca de forma real”, remarcó Bernández.

Endesa ya anunció en 2019 que la mitad de su flota corporativa (operativa, comercial y de representación) estará electrificada en tres años, un objetivo que se enmarca dentro de su Plan de Movilidad Sostenible, que llevará a la compañía a tener incorporados a su flota en 2021 más de 400 vehículos eléctricos puros y cerca de 600 híbridos que permitirán un ahorro de emisiones a la atmósfera de casi 1.800 toneladas de CO2.

<p>Endesa anunció en 2019 que la mitad de su flota corporativa será eléctrica en tres años.</p>

Endesa anunció en 2019 que la mitad de su flota corporativa será eléctrica en tres años.

A la cola de Europa en electromovilidad

Algunas empresas del sector de la electrificación como el fabricante eléctrico Simon, con una línea de negocio de puntos de recarga, coinciden en varias de las barreras que están impidiendo que la electromovilidad del parque de automóviles en España esté donde debería estar.

Un estudio reciente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) señala que España está a la cola en esta materia respecto a Europa. En el último trimestre de 2019 solo creció un 0,3%, frente al 3% de la media europea. “Nuestra valoración es de un 16,7% que, frente a la media de los otros países de Europa, un 27,9%, nos indica que estamos muy lejos del objetivo actual”, señalan desde Simon.

A su juicio, el Plan Moves II para activar el crecimiento del coche eléctrico en España aprobado el pasado mes de junio por el Gobierno, “tendría que mejorar en algunos aspectos para ser un plan de máximos y alcanzar así las metas marcadas para que no se quede en papel mojado”, y pese a que la dotación presupuestaria es de hasta 100 millones de euros, más del doble que en 2019, cuando se invirtieron 45 millones de euros.

“A pesar de todos los esfuerzos, la campaña no está siendo suficiente y las medidas podrían mejorarse. El Plan Moves original no obtuvo los resultados deseados, en gran parte por la falta de infraestructuras públicas. En el actual, este problema continúa y a él se añade la falta de otras medidas que serían esenciales”, remarcan desde el fabricante.

En este sentido, ¿qué más se puede hacer para activar la electromovilidad en España? Entre otros aspectos, “es imprescindible promover la línea de ayudas para la investigación, desarrollo e innovación que va a destinar 30 millones de euros para Proyectos Singulares de innovación industrial en movilidad sostenible, que permitirá ganar competitividad a las empresas españolas”, proponen desde Simon.

Estas líneas de ayuda también irán destinados al desarrollo de nuevos productos y modelos de negocios que tengan como protagonistas la integración de infraestructuras de recarga avanzada, redes inteligentes, almacenamiento de energía y vehículo eléctrico.

Por su experiencia, la compañía se refiere sobre todo a las trabas administrativas que encuentran los operadores de recarga para llevar a cabo la instalación y operación de estas infraestructuras de recarga, en su opinión, “una de las barreras más importantes que justifican en parte que España siga estando a día de hoy a la cola en cuanto al ratio de implantación de puntos de recarga en autopistas y autovías por cada 100 km”.

Además, “no existen normativas ni criterios homogéneos y claros para la autorización de puntos de recarga, a lo que se suma el notable plazo que se tarda en responder, a veces hasta un máximo de seis meses, o la sobrecarga de trabajo y falta de conocimientos técnicos de los empleados municipales que se encargan de dar respuesta a estas peticiones y licitaciones, y cuyos trámites se dilatan en el tiempo”, explican.

Por eso, apuestan por simplificar los trámites administrativos o por la puesta en marcha de una ‘ventanilla única’ para las administraciones que resuelva las dudas sobre permisos, ayudas y trámites, entre otras soluciones.

Otras iniciativas como facilitar líneas de créditos flexibles para la electrificación de flotas de empresa e implantación de su infraestructura de recarga asociada, “también resultarán fundamentales para este impulso, en un contexto en que la economía está bastante tocada, y donde, particularmente el sector del automóvil, ha sufrido las graves consecuencias de la pandemia”, remarcan desde Simon.

<p>Silence Urban EcoMobility se dedica al diseño, desarrollo y producción de 'scooters' 100% eléctricos.</p>

Silence Urban EcoMobility se dedica al diseño, desarrollo y producción de 'scooters' 100% eléctricos.

La moto eléctrica, también protagonista

Desde Silence Urban EcoMobility, dedicada al diseño, desarrollo y producción de scooters 100% eléctricos y que fabrica su propia tecnología de baterías recargables desde sus instalaciones de Molins de Rei, en Barcelona, explican que el desarrollo en las ventas de estas motos eléctricas ha cambiado desde que comenzó la pandemia: “está llegando una demanda que antes no existía”, explica José Ángel Ledo, country manager en España de la marca.

“Hasta ahora, casi todos nuestros clientes eran de 40 años para arriba con un poder adquisitivo importante que apenas pedían financiación. Ahora, en cambio, se ha sumado un público más joven que no quiere moverse en transporte público, con menos poder adquisitivo y que sí piden financiación”, apunta Ledo.

Con las motos de flotas y el delivery está pasando lo mismo. “Las empresas se han volcado con la entrega a domicilio y las que no contaban con estos servicios está empezando a ofrecerlo, porque, sino, se quedan fuera del mercado”, dice. Es lógico. Estas compañías se mueven fundamentalmente por las grandes ciudades y saben que la movilidad eléctrica sobre dos ruedas es para ellas una aliada fundamental: es limpia, es barata y les aporta agilidad y rapidez en el servicio.

“La movilidad en las ciudades deberá ser, por lógica, una movilidad con vehículos pequeños que ocupen poco espacio. Un coche ocupa lo que ocupan cuatro motos y hay un problema de espacio”, añade Ledo que apuesta por una movilidad sostenible y limpia, simplemente porque “es absurdo que estemos transportándonos con vehículos que contaminan, cuando ya hay tecnologías que nos permiten circular con emisiones cero”. Más allá del problema de la contaminación, también por un problema de espacio.

Porque “el futuro tiene que ser sostenible, pero también cómodo”, concluye el responsable de esta marca, que confiesa que su trabajo le apasiona por “estar haciendo realidad hoy la movilidad del futuro”.

Contenido realizado bajo acuerdo de colaboración con Endesa.
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