El sector del turismo se une en busca de alternativas al plástico

La Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) han puesto en marcha la Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos, que busca potenciar una economía circular vinculada a un uso responsable de este producto.

Es posible que en los últimos días muchos de nosotros hayamos pasado por una habitación de hotel con un pack de higiene de cortesía con un par de botellitas de plástico con jabón de esas que suelen cambiarse diariamente. O que hayamos viajado en un tren con menú incluido que nos han servido con cubiertos envueltos en algún tipo de film desechable.

Solo con el primer ejemplo, y si multiplicamos por los 3,5 millones de plazas de alojamiento que, aproximadamente, existen en España, estaríamos hablando de 7 millones diarias de monodosis de plástico producidas, dispensadas y no siempre desechadas de la mejor manera. Toneladas de un material altamente contaminante que han aumentado con los protocolos anticovid-19 y que, cada vez más, urge reducir y reconducir.

En este sentido, la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) han puesto en marcha la Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos (Global Tourism Plastics Initiative – GTPI), que busca el compromiso de empresas, gobiernos y otros agentes turísticos para que se conviertan en ejemplo de transformación hacia una economía circular vinculada a un uso responsable de este producto.

Por el momento son ya casi un centenar de organizaciones las que han firmado este acuerdo, entre las que se encuentran desde grandes empresas turísticas hasta pequeños hostales, asociaciones, turoperadores y ONG, entre otras. Todas se han marcado objetivos relacionados con la eliminación de plásticos de un solo uso y la transición a modelos reutilizables, reciclables o compostables.

Tienen como fecha límite para lograrlo el año 2025 y han de informar anualmente a la GTPI sobre su progreso con el fin de asegurar la transparencia y el apoyo continuo hacia la implementación de la economía circular de los plásticos.

Compartiendo conocimientos

Uno de los puntos de apoyo que tienen los signatarios para conseguir sus compromisos está en las propias organizaciones promotoras de la iniciativa, que están compartiendo conocimientos y soluciones exitosas en el sector relacionadas con la reducción de contaminación por plásticos. Algunas ya implantadas y otras que llegan desde las propias corporaciones y asociaciones que han firmado el acuerdo.

De hecho, se está procurando la colaboración entre los distintos agentes de la cadena de valor para avanzar hacia la economía circular. Por otra parte, los responsables de la iniciativa están recopilando y evaluando todos los progresos de los implicados para dar visibilidad a las acciones más eficaces y que sirvan como ejemplo.

Grandes empresas como Accor Group, por ejemplo, se han comprometido a eliminar los vasos de plástico de las habitaciones en este 2021, y los envases de los cepillos de dientes y los bastoncillos de algodón para 2025. En esa fecha límite también quiere instaurar soluciones reutilizables en sus áreas de servicio, como las bolsas de lavandería, vasos y bolígrafos, y sustituir las botellas de plástico por alternativas más sostenibles.

Pero también hay casos reseñables de pequeñas corporaciones que se han unido a la iniciativa, como el Hostal El Cascabel, localizado en Granada. Este no solo busca fórmulas válidas para retirar el plástico de sus servicios similares a las de Accord, sino que quiere involucrar a sus huéspedes en la mejora de su impacto ambiental, por ejemplo, ofreciendo bolsas reutilizables para la compra de comestibles y promoviendo acciones de voluntariado vinculadas con el medio ambiente.

Para aportar más ideas, en la web de la iniciativa se están recogiendo y distribuyendo todo tipo de herramientas: informes sobre legislación y normativas; sobre gestión de residuos; sobre estrategias circulares para abordar la contaminación plástica, y directrices y recomendaciones para reducir el uso de plástico en empresas y destinos turísticos.

Alternativas

Entre los contenidos de apoyo aportados por la iniciativa existe un bloque de preguntas frecuentes con alternativas para el uso actual del plástico en espacios turísticos, sobre todo de alojamiento, hostelería y restauración, la mayoría vinculadas a los protocolos anticovid que se han impuesto en el último año.

Por ejemplo: ¿envolver el mando a distancia o cualquier otro artículo de los que se ponen a disposición de los huéspedes en film transparente es una medida de desinfección útil? Desde la GTPI parece claro que no es así, ya que el plástico en sí no desinfecta, y sería mucho más eficaz y sostenible desinfectar debidamente todos esos artículos sin necesidad de envolverlos.

También se aboga por la utilización de dispensadores de champú o jabón recargables para evitar las monodosis individuales. Estos últimos no solo implican un mayor uso de plástico que hay que gestionar correctamente, sino que en estos momentos requieren de un mayor número de protocolos de seguridad, tanto para el proveedor como para el personal que prepare la habitación. Optar por la primera opción, sin embargo, implica establecer protocolos de limpieza para los dispensadores, aumentando el control sobre los procesos de instalación y recarga.

En el caso de los restaurantes y servicios de catering, se recomienda dar preferencia al uso de platos, cubertería y cristalería reutilizables, garantizando que se limpien y desinfecten debidamente. Por otra parte, se desaconseja envolver dos veces los productos de alimentación o las bebidas: “Un doble envoltorio, además de ser un derroche de recursos, genera una falsa sensación de seguridad o protección a los consumidores”.

Consecuencias de un mal uso

Según los datos de la GTPI, cada año llegan a los océanos de todo el mundo ocho millones de toneladas de plástico que matan a un millón de aves, 100.000 mamíferos, tortugas y peces. “Dado que el 80% de todo el turismo se realiza en zonas costeras, es muy posible que el plástico generado por este sector sea responsable en gran medida de esta contaminación”, explican desde esta organización.

Un dato que apoya esta hipótesis es el aumento de basura marina que se registra en la zona del Mediterráneo durante la temporada alta de turismo, hasta un 40% más. “Si se mantienen las tendencias actuales, en 2050 nuestros mares y océanos podrían contener más plástico que peces”, advierten desde la GTPI.

A todo ello se añade el impacto que tiene la producción de este material: más de 300 millones de toneladas anuales que agotan los recursos naturales y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.

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