Covax: la vacunación mundial contra la covid-19 a dos velocidades

Mientras en España nos acercamos al 80% de la población vacunada con pauta completa, en África hay países en los que no llegan ni al 1%. Es la hora de que líderes mundiales y organismos públicos y privados doblen esfuerzos para garantizar un acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19, a través de mecanismos como Covax.

La vacunación en España ha sido un éxito. Gracias a la coordinación y distribución de la Unión Europea, el Gobierno nacional, las Comunidades Autónomas y, sobre todo, de los cientos de miles de personas que integran nuestros servicios sanitarios, se han administrado casi 70 millones de dosis en nuestro país desde que se iniciara la vacunación masiva, a finales del pasado diciembre. Casi el 80% de la población española ya dispone de la pauta completa, por lo que podemos presumir de ser uno de los países con una población mayor de veinte millones que ha vacunado con mayor velocidad.

El resultado del avance de la vacunación es obvio: el nivel de ocupación hospitalaria por casos de coronavirus y, especialmente, las muertes diarias por el virus han caído considerablemente. Si la tendencia continúa, las restricciones con las que hemos convivido durante más de un año y medio irán desapareciendo poco a poco, por lo que la normalidad -la de siempre-, parece estar cada vez más cerca.

Sin embargo, los datos de España -como los de otros países europeos- contrastan de forma llamativa con los de una buena parte del mundo. Mientras aquí tenemos a una amplia mayoría de la población completamente vacunada, y se ha iniciado incluso la inoculación de una tercera dosis para personas vulnerables, existen países en los que aún no hay vacunado ni un 1% de la población. Una circunstancia que, como en tantos otros aspectos de este planeta, el mundo avanza a dos velocidades, ahondándose la brecha entre países ricos y países pobres.

El mapa mundial de la vacunación deja claro esta brecha. Hasta ahora, la mayoría de dosis de AstraZeneca, Pfizer o Moderna, entre otras, administradas globalmente se concentran en el hemisferio norte. Si agrupamos por regiones del mundo, la brecha económica y de vacunación se hace aún más visible: mientras Norteamérica y Europa acaparan la mayoría de las dosis, en África prácticamente la vacunación no ha comenzado.

Con una gran cantidad de países en los que aún no se ha cubierto ni al 1% de la población, el futuro de la pandemia depende de lo que ocurra en África. Los altos niveles de contagio en países con una alta densidad de población, como Sudáfrica o Nigeria, podrían generar nuevas variantes más resistentes a las vacunas actuales, tal como ha ocurrido en los últimos meses con la variante delta.

Ante una pandemia global, por tanto, las soluciones han de ser globales. Como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando una pandemia avanza rápidamente, nadie estará a salvo a menos que todo el mundo lo esté.

<p>Fuente: Eldiario.es.</p>

Fuente: Eldiario.es.

Covax: colaboración para un acceso equitativo a las vacunas

Para impulsar la solidaridad entre países en la vacunación de la población de todo el mundo se puso en marcha el pasado mes de febrero el mecanismo Covax (Covid-19 Vaccines Global Access o Fondo de Acceso Global para Vacunas covid-19). Un sistema mundial de riesgo compartido para la adquisición conjunta y la distribución equitativa de las vacunas contra la covid-19, con independencia de los recursos de quienes la reciban y en qué lugar del mundo se encuentren.

Covax está liderada por la OMS y por GAVI, la alianza para las vacunas que reúne a organizaciones como Unicef, el Banco Mundial o la Fundación Bill y Melinda Gates, además de entidades de la industria manufactura de vacunas, organizaciones civiles y agencias de investigación y recibe donaciones de gobiernos, socios corporativos, ONG y organizaciones académicas.

Su objetivo de partida era ambicioso: llegar a 2.000 millones de dosis distribuidas equitativamente hasta finales de 2021 en todo el mundo, sobre todo entre los países más pobres. Así se conseguiría inmunizar al 20% de la población de los 190 países participantes en esta alianza, entre los que se incluyen las 92 naciones de ingresos bajos y medios con severas dificultades para acceder a las dosis. Con ese porcentaje de vacunación, según sus expertos, se podría proteger al menos a las personas más vulnerables y a los trabajadores de la salud que se enfrentan a la pandemia de forma directa.

La alianza Covax está compuesta por dos grupos de países: los autofinanciados -economías ricas que contribuyen con sus fondos a sostener el proyecto- y los financiados -naciones más vulnerables que son beneficiarias de la contribución de los anteriores gracias a un esquema de compensación sin interés.

Además del operativo logístico de cada país, los países más pobres también cuentan con ayuda: por ejemplo, con el apoyo de la Alianza Mundial de Vacunas, Unicef ha adquirido miles de refrigeradores de cadena de frío para los países más vulnerables para impulsar el despliegue y la distribución de las vacunas.

El primer país en beneficiarse de la iniciativa fue Ghana, que recibió 600.000 vacunas el 25 de febrero de 2021; unos días después los sanitarios de Costa de Marfil se convertían en las primeras personas en ser inoculadas con vacunas covid-19 enviadas mediante Covax.

Covax constituye así el pilar de vacunas del proyecto Acelerador ACT, la alianza para el acceso acelerado de herramientas contra la covid-19, lanzada en abril de 2020 por la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y el Gobierno francés y que se ha convertido en el mayor esfuerzo global coordinado para luchar contra una enfermedad. Además del ámbito de las vacunas, el Acelerador ACT trabaja en otras tres esferas prioritarias: pruebas diagnósticas, tratamientos y sistemas de salud.

El Acelerador ACT reúne a líderes de gobiernos, científicos, empresas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones filantrópicas y organizaciones mundiales del ámbito de la salud -como la Fundación Bill y Melinda Gates, CEPI, FIND, Alianza GAVI, Fondo Mundial, Unitaid, Wellcome y Banco Mundial- en una respuesta unida contra la covid-19. El elemento transversal del Acelerador ACT es la línea de trabajo relativa al acceso y la asignación, que está dirigida por la OMS y se encarga de elaborar los principios, el marco y los mecanismos necesarios para asegurar la asignación justa y equitativa de estas herramientas.

España, atención especial a América Latina

A través del mecanismo Covax, España se ha convertido en el principal donante de la Unión Europea a América Latina, donde todavía hay países con menos del 20% con la primera dosis. La última entrega, a finales de septiembre, fueron las 500.000 dosis donadas a Nicaragua, que suman más de 1.130.000 millones de dosis ofrecidas al país centroamericano a lo largo del verano. Solo unos días antes, Argentina recibía un lote de más de 800.000 dosis de vacunas contra la covid-19 donadas por España a través de Covax.

Estas donaciones forman parte del compromiso del actual Gobierno español de donar un total de 22,5 millones de vacunas autorizadas en la UE y utilizadas en España mediante Covax, de las cuales al menos 7,5 millones irán destinadas a países iberoamericanos. Unas entregas que se realizan a través de un trabajo coordinado entre los ministerios de Exteriores y de Sanidad, en estrecha coordinación con la Unión Europea y sus Estados miembros en el marco del Team Europe, que hasta ahora ha contribuido con casi 3.000 millones de euros a Covax.

Además de Covax, España canaliza su donación de vacunas mediante la Vía Mecanismo de Donación de la Unión Europea, las agencias de Naciones Unidas por la Vía OCHA y ECHO, organizaciones multilaterales y regionales, y asignación directa bilateral. Mediante la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), también se ofrece apoyo a los países en la preparación y distribución de la vacuna.

Estadística: Porcentaje de población con al menos una dosis recibida de las vacunas contra el coronavirus a nivel mundial a fecha de 30 de septiembre de 2020, por región | Statista

¿Está fallando Covax?

A finales de septiembre, según la web de la Alianza GAVI, Covax había enviado más de 311 millones de vacunas covid-19 a 143 países participantes. Si tenemos en cuenta que la meta inicial era terminar 2021 con al menos 2.000 millones de dosis administradas a través de este mecanismo internacional, podemos afirmar que -a no ser que ocurra un milagro-, Covax no ha cumplido sus objetivos.

No han sido pocas las críticas vertidas hacia este mecanismo. El pasado mes de junio, Médicos Sin Fronteras advertía del gran retraso en la consecución de los objetivos de Covax y señalaba las deficiencias de este modelo. En concreto, apuntaban a que, si bien al principio Covax se presentaba como “el comprador más atractivo del planeta”, al representar a la mayoría de Estados del mundo, el modelo ha terminado dependiendo de la caridad de los países ricos en forma de donaciones para “tapar el enorme vacío”.

Kate Elder, asesora de Políticas de Vacunas de la Campaña de Acceso de Médicos Sin Fronteras, aseguraba además que “la creciente brecha mundial entre quienes tienen y quienes no tienen vacunas es un testimonio evidente de las principales deficiencias de este modelo”.

“Covax se quedó atrás, ya que los gobiernos de los países más ricos se aseguraron sus dosis a través de acuerdos bilaterales con una industria que actuó como se esperaba: vendiendo las dosis primero a los compradores que podían pagar más”.

Para Médicos Sin Fronteras, el hecho de que el Consejo de GAVI esté revisando la forma en que los países autofinanciados pueden continuar participando en el mecanismo es un reconocimiento a que la configuración de este modelo no funciona. Para esta organización, la solución pasa por modelos más equitativos que alienten el liderazgo regional con métodos descentralizados de compras, y apostar por modelos futuros de respuesta a una pandemia que rompan con el statu quo del modelo farmacéutico actual.

La baja disponibilidad y administración de vacunas en países pobres contrasta, sin embargo, con la acumulación de dosis en los países más ricos: las principales economías del mundo disponen de un excedente de al menos 1.200 millones de vacunas contra la covid-19. Y pese a ello, muchos de estos países siguen cerrando contratos con las farmacéuticas para recibir más dosis en los próximos meses, lo que obstaculiza un acceso realmente equitativo a las vacunas.

Como explicó a EFE el director responsable de Países y Asuntos Gubernamentales de la Alianza para las Vacunas GAVI, Santiago Cornejo, “pedimos a esos países que intercambien con Covax y con la Unión Africana sus lugares en las filas de producción, de modo que al fin podamos acceder a las dosis que corresponden a los pedidos que hemos hecho”.

Nueva cumbre, nuevas promesas

Ante este panorama, los líderes mundiales reunidos en la Cumbre Mundial de covid-19, organizada por Estados Unidos el pasado 24 de septiembre, volvieron a subrayar su compromiso de garantizar un acceso equitativo a las vacunas a través de Covax. Como anfitrión de la Cumbre, EE.UU. prometió 500 millones de dosis adicionales de la vacuna de Pfizer que se entregarán a los países de renta baja y media-baja a través de este mecanismo, sumando así más de 1.100 millones de dosis entre acuerdos previos y excedentes, para entregar en enero de 2022.

Por su parte, Team Europe, en el que se incluye nuestro país, se comprometió a compartir 500 millones de dosis para mediados de 2022. En concreto, España se comprometió a donar 7,5 millones de dosis adicionales durante el primer trimestre de 2022, además de los 22,5 millones comprometidos actualmente.

Compromisos y promesas, sin embargo, que olvidan los objetivos marcados para el presente año. Como señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, “lo que necesitamos para tener éxito es un apoyo verdaderamente sostenible y férreo, que se entregue ahora, no dentro de 6 o 12 meses”.

Pese a agradecer el esfuerzo de los líderes mundiales, el director del organismo mundial recordó que “si queremos cumplir los objetivos que nos hemos fijado de vacunar al 10% de la población de todos los países a finales de este mes, al 40% a finales de 2021 y al 70% a mediados del próximo año, tenemos que ampliar drásticamente el acceso a las vacunas ahora”.

En la misma línea, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, explicó que “dado que solo el 12% de las promesas realizadas a principios de este año se han convertido en dosis reales, los países de bajos ingresos no pueden esperar más”, e instó a “los países que comparten dosis a que aceleren sus planes de donación”.

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