El sector asegurador ante la recuperación verde

Dejada atrás la etapa más complicada de la crisis del coronavirus, se hace necesario solucionar la actual situación social, económica y también medioambiental. Ante esta nueva realidad, el profundo conocimiento de los riesgos ambientales junto con las políticas sostenibles y las inversiones del sector asegurador juegan sin duda un importante rol en la mejora de la situación.

Las vidas, los medios de subsistencia y las economías de todo el mundo han experimentado los efectos de la pandemia. La covid-19 ha puesto de manifiesto y en algunos casos ha agravado los problemas sociales y medioambientales subyacentes.

Estos problemas han estimulado los llamamientos a “reconstruir mejor” por parte de actores políticos, empresariales y académicos. En esta recuperación verde el sector asegurador tiene un papel clave.

Son diversos los efectos que el cambio climático tiene sobre los entornos físico, social y económico, y todos, de un modo u otro, están presentes en el sector asegurador.

Se puede afirmar que los principales extremos climáticos relevantes para los sectores financiero en general, y asegurador en particular, son: las temperaturas máximas y mínimas y los impactos sobre la salud animal; las precipitaciones torrenciales e inundaciones y su ausencia, con sequías, desertización y fuegos, los episodios de rayos, las tormentas tropicales y extratropicales y el incremento del nivel medio del mar.

Prácticamente toda la actividad mundial está relacionada tanto con el clima como con el seguro, por lo que los efectos que el primero tenga sobre la actividad económica afectarán al segundo. Por tanto, para el sector de los seguros es un factor decisivo el conocimiento futuro del clima y en particular de los fenómenos extremos.

El clima y su modificación intervienen en el sector asegurador a través de tres aspectos fundamentales, como son la suscripción de los seguros, las inversiones y las políticas medioambientales de las compañías.

En cuanto a los efectos potenciales de las empresas aseguradoras en el cambio climático, el Reglamento (UE) 2020/852 del Parlamento Europeo de 18 de junio de 2020 relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles, más conocido como Reglamento de Taxonomía, considera que las actividades relacionadas con seguros “distintos de los de vida” contribuyen a la adaptación al cambio climático.

Entre los criterios técnicos de selección mencionados en la Taxonomía para decidir si un seguro de ese tipo realiza una contribución sustancial a la adaptación al cambio climático está el que la empresa aseguradora ejerza un liderazgo en modelos de medición de los riesgos climáticos, utilizando las técnicas de modelización más avanzadas que reflejen adecuadamente ese tipo de riesgos, sin basarse solo en tendencias históricas, e integrando escenarios prospectivos.

También considera que realizan una contribución sustancial a la adaptación climática aquellos productos de seguros vendidos en el marco de la actividad aseguradora que ofrecen bonificaciones basadas en el riesgo por las medidas preventivas adoptadas por los tomadores de seguros.

En cuanto a la posibilidad de causar un perjuicio significativo a dicha adaptación, la Taxonomía considera que ello no ocurre si las actividades aseguradas no son las de extracción, almacenamiento, transporte o fabricación de combustibles fósiles ni los vehículos, bienes u otros activos destinados a esos fines.

La inversión verde, el mejor vehículo de sostenibilidad

Las inversiones verdes representan una gran oportunidad para luchar contra el cambio climático y lograr un planeta más sostenible. En esa línea de actuación, Mapfre e Iberdrola han sellado recientemente un acuerdo de colaboración estratégico para invertir de manera conjunta en energías renovables en España.

Concretamente, han creado un vehículo pionero de coinversión entre una energética y una compañía aseguradora, que contará con 230 MW en proyectos verdes -tanto eólicos como fotovoltaicos- de la cartera de activos de la empresa energética.

Esta colaboración combina la fortaleza y capacidades de dos compañías líderes, comprometidas con la transición energética y la economía verde como vía para la recuperación de la industria y el empleo, así como para la transformación del tejido industrial del país.

Para Antonio Huertas, presidente de Mapfre, “esta alianza entre líderes nos permite crecer juntos y, en nuestro caso, continuar diversificando nuestra cartera en un entorno de bajos tipos de interés, y cumplir con nuestro objetivo de potenciar las inversiones de impacto positivo medioambiental. A su vez, seguimos por esta vía con nuestra apuesta por la eficiencia energética como instrumento de crecimiento verde basado en una economía baja en carbono”.

Mapfre refuerza con este proyecto su apuesta por las inversiones sostenibles en España. Hasta el momento, había materializado todas estas inversiones en activos alternativos a través de fondos, tanto inmobiliarios, de infraestructuras o de capital privado.

<p>Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, junto a Antonio Huertas, presidente de Mapfre. Foto: Mapfre.</p>

Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, junto a Antonio Huertas, presidente de Mapfre. Foto: Mapfre.

La política ambiental de Mapfre

Al igual que las de otros muchos sectores, las políticas medioambientales en el asegurador también son críticas a la hora de contribuir a un planeta más sostenible.

Mapfre es una empresa especialmente concienciada con la sostenibilidad y así queda reflejado en sus planes y compromisos en esa área.

No solo se trabaja para reforzar los modelos de análisis de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza de forma integral, desde el negocio y como inversores, sino que también se identifican oportunidades de desarrollo sostenible para el negocio asegurador.

Mapfre sigue avanzando en sus compromisos con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y con su estrategia de lucha contra el cambio climático, que se apoya en la reducción de la huella ambiental de la compañía. Mide su impacto ambiental y establece objetivos de reducción de emisiones y neutralidad de carbono, a través del Plan Corporativo de Huella Ambiental 2021-2030, recientemente aprobado.

Mediante ese plan, Mapfre asume compromisos para 2030 como la reducción del 50% de su huella de carbono, la reducción del 40% consumo de energía, el consumo del 100% de la electricidad de origen renovable, la reducción del 20% de los viajes negocio, o la implantación de una flota corporativa compuesta al 100% por vehículos eco, entre otros objetivos.

La política medioambiental de Mapfre constituye el marco de actuación en el que se generan, impulsan y definen los principios de actuación en esta materia, siempre siguiendo los estándares internacionales e incorporando la economía circular y el capital natural dentro de la gestión de la organización. La empresa dispone de los certificados ambientales ISO 14001, ISO 50001 e ISO 14064, relativos a sistemas de gestión ambiental, sistemas de gestión energética, y verificación y contabilización de gases de efecto invernadero, respectivamente.

También se está trabajando en la incorporación de las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) en la participación financiera de la empresa, con objeto de tenerlas totalmente integradas a partir de 2024, así como la inclusión de los criterios ambientales, sociales y de gobierno (ASG) tanto en la inversión como en la suscripción y definición de productos bajos en carbono.

Por lo que respecta a productos y servicios con coberturas medioambientales, Mapfre tiene en la actualidad aseguradas 252.276,20 hectáreas de cultivo y bosques sostenibles, 70.000 MW procedentes de energías renovables eólica y solar, y 60.441 vehículos de bajas emisiones asegurados con la póliza ecológica.

La empresa participa en grupos de trabajo de cambio climático, movilidad sostenible, economía circular, biodiversidad y Objetivos de Desarrollo Sostenible a través del Grupo Español de Crecimiento Verde, en eventos Greenweekend celebrados en España y en los grupos de trabajo del Conama (Congreso Nacional de Medio Ambiente).

Contenido realizado bajo acuerdo de colaboración con Mapfre.
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