Descartado el apocalipsis zombi, de momento

El Informe de Riesgos Globales del Wold Economic Forum ofrece periódicamente una exhaustiva perspectiva sobre las principales amenazas al planeta a corto y a medio plazo.
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Foto: Evisceración plaga p.5 (Vince Locke, Cannibal Corpse S).

800 influyentes expertos y mandamases mundiales clasifican sus más acuciantes preocupaciones. En su edición nº 15 que hacía referencia a 2020 (prepandemia) ya incluía a las enfermedades infecciosas como uno de los riesgos más impactantes, aunque no entre los más probables. De aquellos polvos, estos lodos.

Son los cisnes negros de Nassim Taleb los que nos deberían hacer reflexionar. Los sesgos cognitivos distorsionan nuestra percepción de la realidad. El cerebro no es capaz de evaluar diferentes alternativas con un eficaz y eficiente análisis coste beneficio.

La forma en la que se plantean las opciones, la retrospección o el exceso de confianza, por ejemplo, pueden ejercer una influencia decisiva por una u otra opción.

Multiplicar probabilidad por impacto esperado sería un modo lógico de tomar decisiones. Un impacto negativo de 100.000.000 euros con una probabilidad de 0,0001% es equivalente a otro de 1.000 euros que sucederá en el 10% de los casos. El coste de cubrir ambas situaciones es el mismo: 100 euros.

¿Y si sucediera un apocalipsis zombi? Sin duda, el mundo se pondría patas arriba. Las decisiones que se deberían tomar serían a vida o muerte. Ante tamaña crisis global, buscaríamos, sin duda, la seguridad en el grupo.

El grupo protege al individuo. Para que un grupo funcione correctamente cada miembro debe ejercer una función. El líder del grupo es el guía. Su responsabilidad emana de la confianza.

Si el mundo se viera arrasado por una invasión de muertos vivientes ¿Cuál sería la decisión más adecuada? ¿Huir hacia una gran ciudad?

Esa sería la recomendación del Gobierno. El Ejército podría custodiarla fácilmente y proteger a la población civil de los infectados. El plan solo tiene un fallo: tan solo que hubiera una baja, esta se convertiría en un zombi… en medio de un festín de sabrosos ciudadanos. En una semana, como mucho, las grandes urbes se habrían transformado en cementerios.

Otra opción sería acampar en los alrededores. Si la situación se restablecía sería más fácil ser rescatados por el Ejército. En seguida surgirían los conflictos. ¿Es mejor llegar a la ciudad, acampar cerca de ella o alejarse?

En un mundo destruido no existe posibilidad alguna de comunicarse a distancia. Los repetidores de telefonía o radio se encuentran inutilizados. Ante ese panorama ¿qué es más sensato? ¿permanecer a una cercana pero prudente distancia de una gran ciudad o buscar nuevos emplazamientos más confortables y seguros?

The Global Risks Report nº 16 de 2021 (pospandemia) sigue, tozudo, asignando probabilidad cero a un apocalipsis zombi. Además de la covid-19, incorpora, eso sí, un matiz a los constantes y crecientes riesgos tecnológicos.

En cuanto a los papeles de cada miembro del grupo ¿deberían los hombres cazar y las mujeres realizar las tareas domésticas (cuidado y vigilancia de los niños, lavado de la ropa…) como se hacía en épocas primitivas? El sentido común parece aconsejar que todas las personas porten armas. ¿Los niños también? En cualquier caso, las reglas para su uso deberán ser tajantes para evitar accidentes.

De la necesidad surgirán las ventajas competitivas. ¿Por qué no una mujer puede ser la mejor tiradora del grupo y liderar la coordinación tanto de un perímetro de seguridad como la de avanzadillas en busca de víveres y medicinas? Andrea Harrison lo es en el cómic The Walking Dead (Robert Kirkman y Charlie Adlard, Planeta), interpretada por Laurie Holden en su versión televisiva (AMC).

En el mundo actual, con el pretexto de la factura social o la corrupción, ciudades enteras son arrasadas no por zombis sino por hordas de violentos encapuchados. Las redes sociales transiten en tiempo real imágenes y vídeos de comercios saqueados, vehículos destruidos y neumáticos incendiados que se asemejan a las distopías a las que solo el Juez Dredd de Carlos Ezquerra y John Wagner hacía frente.

The Global Risks Report nº 16 de 2021 (pospandemia) sigue, tozudo, asignando probabilidad cero a un apocalipsis zombi. Además de la covid-19, incorpora, eso sí, un matiz a los constantes y crecientes riesgos tecnológicos: los ciberataques (apagón Internet, robo de datos, manipulación y noticias falsas) importan como tales, pero también por su impacto social (concentración del poder, desigualdades digitales).

Y, por supuesto, siguen en la cúspide de nuestras preocupaciones, sospechosos habituales como el clima extremo, los desastres naturales o la pérdida de la biodiversidad.

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