Energía asequible y limpia, una prioridad para las empresas iberoamericanas

Según el II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica, las organizaciones consideran que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) más estratégico en los próximos tres años será el número 7 -acceso a una energía asequible y no contaminante-, debido a la situación geopolítica y económica.
HAZ30 junio 2022
<p>Presentación del 'II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica' en la sede de la CEOE. Foto: EAE Business School.</p>

Presentación del 'II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica' en la sede de la CEOE. Foto: EAE Business School.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7 escala once posiciones (de la duodécima a la primera) en la lista de ODS prioritarios para las empresa, respecto al mismo informe de hace dos años. Un ascenso que se atribuye a la guerra de Ucrania y la situación geopolítica en general -que afecta al incremento del coste de la energía-, la crisis económica y el compromiso de descarbonización de la economía.

Así lo refleja  II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica, elaborado por EAE Business School junto al Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE).

El estudio, en el que se han recogido opiniones de cerca de 300 empresas y asociaciones de 20 países iberoamericanos de todos los sectores, tiene como objetivo tener una mayor visión sobre la situación actual y las tendencias en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en las empresas.

Para el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, que participó telemáticamente en la presentación del informe, “la sostenibilidad es una palanca imprescindible para el desarrollo económico y social y este estudio ofrece un mapa completo de lo qué es la sostenibilidad en Iberoamérica, que, desde hace tiempo, está en el centro de las políticas de actuación de centenares de empresas de la región”.

Por su parte May López, autora del informe y directora del MBA Sustainability Management de EAE Business School, señaló que “el compromiso de neutralidad climática y por ende de descarbonización de la economía, con normativas como el reglamento de taxonomía, han generado que se empiece a desinvertir en petróleo, gas y carbón y empiece una especulación de la energía reforzada por actual guerra de Ucrania. Esta situación impacta en las organizaciones iberoamericanas y hace que sitúen al ODS 7 como uno de los objetivos globales claves a priorizar”.

Los otros ODS prioritarios

Después de la energía asequible y no contaminante, la igualdad de género y la salud y el bienestar son otros dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas  prioritarios para las organizaciones.

La investigación señala que, en la actualidad, la RSC está fuertemente marcada por la preocupación medioambiental (40,1% de las organizaciones), la ética (38,8%) e integridad (26,9%), tanto en las grandes empresas, como en asociaciones y pymes.

Así, el cambio climático (24,5%) y la crisis económica (24,5%) se posicionan como los principales riesgos para las organizaciones iberoamericanas en los próximos años, siendo las grandes compañías las más preocupadas por dejar un mejor legado frente al cuidado del planeta y los recursos naturales.

En tercer lugar, se sitúa la ciberseguridad (20,4%), lo que refleja la creciente inquietud por proteger los datos y la información de las empresas.

A nivel geográfico, el estudio también distingue una mayor preferencia por la aplicación global de los planes de RSC en los países situados en Europa, es decir, España, Portugal y Andorra, en los que estos se aplican en un 74,4%, respecto a los países situados en América, un 47,40%. Esta diferencia es, en parte, debida al establecimiento de normas por la Comisión Europea que afectan en mayor medida a las empresas de la UE pero que implican a toda su cadena de valor.

El 40% de las empresas iberoamericanas encuestadas ha incorporado la Agenda 2030 y los ODS a su estrategia. El 26% afirma que está en proceso.

ODS Y ASG en el centro de la estrategia

El II Observatorio pone en relieve el protagonismo de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se han incorporado a la estrategia del 40% de las organizaciones encuestadas.

De las restantes, un 26% afirma que están en  proceso y el 30% aún no lo ha hecho. A este respecto, en Europa esta integración se está llevando a cabo en un 84% de las empresas, frente a un 63% de las localizadas en América.

Incorporación de los ODS que va de la mano del establecimiento de criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno) donde el 70,1% de las empresas iberoamericanas ya los han integrado (39,5%) o están en proceso (30,3%) y que permiten medir el impacto y la evolución de la organización en este sentido.

Según el II Observatorio, tres de cada cuatro organizaciones encuestadas (75,4%) manifiestan estar de acuerdo con que la RSC se consolidará como una forma natural de hacer negocios, de la misma manera que lo han ido haciendo otras funciones como la de calidad.

“Por primera vez en la historia estamos viviendo una crisis de sostenibilidad y son muchos los retos a los que nos enfrentamos, con el riesgo que supone no abordar esta crisis de sostenibilidad de manera coherente, eficiente y coordinada”, explica López, autora del estudio y directora del MBA Sustainability Management de EAE Business School.

“Esta crisis, además de un reto, supone una oportunidad de integrar de forma irreversible la RSC y las estrategias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones, contribuyendo, de esta forma, a la recuperación económica, social y ambiental que los distintos grupos de interés nos demandan», indica López.

“Si algo caracteriza al empresario del siglo XXI es que entiende que la empresa tiene que generar un impacto positivo en sus empleados, pueblos, ciudades y regiones”, añadió Antonio Magraner, secretario general de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, FIJE. Magraner también puso en relieve la importancia de las organizaciones empresariales, que tejen sinergias con instituciones públicas. “Una empresa no puede funcionar sin un Estado fuerte, pero un país tampoco puede hacerlo sin un tejido empresarial detrás”, puntualizó.

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