Voluntariado corporativo: ayudar a los demás desde dentro de la empresa

Cada vez son más las compañías que desarrollan programas de voluntariado corporativo en España. Una actividad que se ha renovado y afianzado en los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia, y que muchas empresas consideran clave para atraer talento. Gana peso el voluntariado basado en las habilidades y competencias de los empleados; las actividades se han vuelto más digitales; se centran en la inclusión social y en la protección del medio ambiente, y los voluntarios se implican más y lideran los programas.
Ana Muguerza17 febrero 2023

“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Esta frase, que se atribuye a la Madre Teresa de Calcuta, podría guiar la acción de cualquier voluntario solidario, también de los corporativos. Pero ¿qué es exactamente el voluntariado corporativo? Aquel que desarrollan los empleados de una empresa para contribuir a diversas causas sociales y/o medioambientales y que, de una forma u otra, viene apoyado por la compañía, según la definición de la Voluntare, una red internacional para la promoción de este tipo de actividades

Sonia Donaire trabaja como senior people care partner en el departamento de Recursos Humanos de Nokia y ejerce como voluntaria de su empresa desde hace varios años: “Ayudar a personas vulnerables, me hace sentir muy bien porque, con lo poquito que ofreces, ellos te dan más a ti, y te llenas de un cariño y un compromiso que, si no lo vives, no sabes lo qué es”, afirma.

Con Nokia, ha participado en dos actividades de voluntariado en el último año: una, apoyando a personas con discapacidad intelectual con la Fundación Juan XXIII, y otra, de la mano de Voluntechies, acompañando a personas mayores en residencias. “Me hace sentir muy orgullosa de la empresa en la que trabajo. Poder realizar estas acciones y que se sepa que Nokia ayuda en todo lo que puede a la sociedad…Es muy importante el sentimiento de pertenencia y orgullo que genera”, asegura Donaire, que en su empresa ejerce también como nexo de unión entre la compañía y las organizaciones sociales.

En 2018 el 74% de las empresas del IBEX 35 incluían programas de voluntariado corporativo en sus informes anuales. Y, según Benedetta Falletti, coordinadora de la red Voluntare en España y Europa, es un hecho que este tipo de voluntariado ha crecido desde entonces, y no solo en las grandes compañías.

“Las pymes, por su carácter más local, siempre han apoyado y ayudado a colectivos de su entorno, en su barrio. Es algo que llevan en el ADN, pero lo hacían de forma informal. Ahora, lo están empezando a gestionar y profesionalizar”, señala Falletti a Revista Haz, y añade que cada vez contactan más con la organización confederaciones regionales de pymes, así como  mutualidades y colegios profesionales para ofrecer programas de voluntariado a sus asociados.


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Un estudio realizado a finales de 2021 por Voluntare, con el apoyo de la Fundación Endesa, revelaba que el 70% de las empresas tenía previsto incrementar su presupuesto para voluntariado corporativo en 2022. Siete de cada diez compañías esperaban también aumentar el número de voluntarios y llegar a más beneficiarios.

Para la responsable de Voluntare, que cuenta entre sus socios con gigantes como Endesa, CaixanBank o Telefónica, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en la evolución del voluntariado corporativo, que ha salido reforzado de ella.

“Hemos visto una gran disrupción en cuanto al reconocimiento del papel de las empresas en la crisis sanitaria y social. En la fase más dura, el sector privado tuvo una agilidad que no podía tener el Gobierno y supo responder a las necesidades dramáticas de la población: ofreció, no ya donaciones, sino también logística y recursos humanos. Un ejemplo es cómo levantaron un hospital en Ifema de un día para otro. Las empresas también supieron canalizar la inquietud social de sus empleados”, explica.

El voluntariado online ha llegado para quedarse

En la pandemia, las organizaciones tuvieron que transformar su planificación de voluntariado corporativo y la mayoría logró canalizar su actividad sin necesidad de presencia física. El voluntariado digital ya existía antes de la covid, pero durante la pandemia se disparó.

“Ahora vuelve nuevamente mucha presencialidad porque los voluntarios quieren hacer otra vez actividades con personas, con beneficiarios directos, especialmente en temas sociales, pero el voluntariado digital ha llegado para quedarse”, afirma en conversación con esta revista Beatriz Laso, responsable de Give & Gain, la Semana de la Acción Solidaria y el Voluntariado de las Empresas que organiza anualmente Forética y que recientemente ha celebrado su 12ª edición.

Para Benedetta Falletti, de Voluntare, el voluntariado online no ha sustituido al presencial, que “ahora está resurgiendo con una fuerza increíble, como se ha visto en la reciente campaña de Navidad”, pero las actividades a distancia se mantienen porque tienen sus ventajas, y cita la mayor disponibilidad de tiempo o el fácil acceso a la tecnología que permite involucrar en las actividades a voluntarios y beneficiarios que de otro modo no podrían.

Programas personalizados y alineados con el propósito 

Otra tendencia en el voluntariado corporativo es que los programas son cada vez “más personalizados ya que están muy alineados con el core businness, los valores o el propósito de las empresas”, señala Falletti.

“Las compañías cada vez más se identifican con causas sociales donde pueden tener un impacto diferencial respecto a las demás compañías por su conocimiento, su know how o sus recursos; se enfocan en lo que tienen mayor valor añadido”, explica.

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<p>En Telefónica hay voluntarios que contribuyen a luchar contra la vulnerabilidad digital de diferentes colectivos, aportando su conocimiento en digitalización. Foto: Fundación Telefónica.</p>

En Telefónica hay voluntarios que contribuyen a luchar contra la vulnerabilidad digital de diferentes colectivos, aportando su conocimiento en digitalización. Foto: Fundación Telefónica.

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<p>Endesa tiene un programa de Voluntariado Energético para asesorar a familias en situación vulnerable con la factura de la luz, eficiencia energética y el bono social. Foto: Endesa.</p>

Endesa tiene un programa de Voluntariado Energético para asesorar a familias en situación vulnerable con la factura de la luz, eficiencia energética y el bono social. Foto: Endesa.

Es el caso de Endesa, que tiene un programa de Voluntariado Energético, en colaboración con Cruz Roja y la Fundación Ecodes, para asesorar a familias en situación vulnerable con la factura de la luz, eficiencia energética y el bono social.

O el de Telefónica donde, según señala Carlos Palacios, responsable global de Voluntariado y Acción Social de Fundación Telefónica, una parte de la actividad de los voluntarios “está relacionada con su conocimiento, su capacidad y la propia capacidad de la compañía de aportar a la sociedad. Tenemos voluntarios que contribuyen a luchar contra la vulnerabilidad digital de diferentes colectivos, aportando su conocimiento en digitalización”.

Apoyan, por ejemplo, a grupos de refugiados e inmigrantes, a quienes forman y asesoran para mejorar la adquisición de competencias digitales y ayudarles en su inserción laboral. Telefónica también desarrolla actividades vinculadas a la formación digital de personas mayores o al uso responsable de la tecnología por los niños.

Según explica Palacios a Haz, este voluntariado relacionado con la vulnerabilidad digital representa aproximadamente un 40% de la actividad de los voluntarios de Telefónica. El otro 60% es un voluntariado “más social”, vinculado a la cobertura de necesidades básicas o de respuesta a emergencias sociales, y, en este caso, los proyectos están liderados por los propios empleados.

Un ejemplo muy reciente es el terremoto de Turquía y Siria. Gracias en parte a la solidaridad de sus voluntarios, Telefónica ha conseguido recaudar más de 15 toneladas de material de primera necesidad que será enviado a los damnificados.

El liderazgo del voluntario

Precisamente, otra novedad del voluntariado corporativo es el rol más proactivo que desempeñan los voluntarios. “Antes, simplemente se apuntaban a actividades, y ahora las proponen, lideran e involucran a sus compañeros, con el apoyo de la empresa. Lo transforman en algo suyo”, cuenta Falletti.

<p>La aseguradora Generali ha impulsado la reforestación de 14 hectáreas del Monte de Carballedo (Pontevedra), arrasado por los incendios. En esta acción han participado 50 voluntarios. Foto: Generali. </p>

La aseguradora Generali ha impulsado la reforestación de 14 hectáreas del Monte de Carballedo (Pontevedra), arrasado por los incendios. En esta acción han participado 50 voluntarios. Foto: Generali.

Y es que el voluntariado corporativo es un win win para el empleado y para la compañía, como apunta Forética. ¿Ventajas para la empresa? El reconocimiento y posicionamiento externo e interno; sentimiento de orgullo y pertenencia por parte de los empleados; visibilidad como marca comprometida; desarrollo de habilidades soft por parte de los trabajadores, y empleados más motivados y felices.

“El clima laboral es mejor entre los empleados que hacen voluntariado que los que no lo hacen. En Telefónica hemos medido la satisfacción y es de hasta ocho puntos de diferencia a favor de los voluntarios”, comenta Palacios, para quien el programa de voluntariado de la compañía, integrado por 59.000 personas en 30 países y con casi un millón y medio de beneficiarios en 2021, forma parte de la cultura corporativa de la empresa.

Otros beneficios para los empleados son: la adquisición de nuevas competencias y habilidades personales, sociales y profesionales; mejora del bienestar (tiempo de desconexión); fortalecimiento de la relación entre los miembros del equipo; aumento de la motivación y espíritu de pertenencia, señala Forética.

El voluntariado como impulsor de la retención de talento

No son poco los que consideran el voluntariado corporativo como una poderosa herramienta para atraer y retener talento en la empresa.

“Las generaciones jóvenes están mucho más comprometidas y buscan que la organización en la que van a trabajar esté también comprometida con temas sociales o ambientales, con la sostenibilidad en general. Y el hecho de que exista una flexibilidad por parte de la empresa y te ponga facilidades para hacer voluntariado o para apoyar una causa social dentro del trabajo, es algo que cada vez se valora más”, asegura Beatriz Laso en conversación con Haz.

Y añade que es muy importante la implicación de la alta dirección de las empresas en los programas de voluntariado: “El hecho de que desde arriba estén implicados y comprometidos, cala en los directivos y en los empleados, y hace que toda la plantilla lo sienta como algo mucho más propio”.

“Una empresa que no participa socialmente de su entorno o no permite participar a los empleados, tendrá dificultades para captar talento y moverse en un mundo en el que los jóvenes están muy comprometidos socialmente”, Carlos Palacios.

Para Palacios el voluntariado es “esencial” para atraer talento. “Una compañía que no participa socialmente de su entorno o no permite participar a los empleados, tendrá dificultades para captar talento y moverse en un mundo en el que los jóvenes están muy comprometidos socialmente y valoran mucho más que el desarrollo profesional, el personal y el legado que la empresa a la que se van a incorporar dejará a la sociedad”.

Apoyo a la equidad y diversidad social

Durante la pandemia, muchas actividades de voluntariado corporativo se centraron en temas medioambientales, como reforestación o limpieza de ríos y costas, debido sobre todo a que estas iniciativas podían realizarse al aire libre.

Los proyectos relacionadas con el medio ambiente y, especialmente las reforestaciones, se van a mantener, según Beatriz Laso, porque las organizaciones tienen que compensar sus emisiones de CO2 para lograr el net zero -o cero emisiones- y cumplir los objetivos climáticos, y esta es una manera de conseguirlo.

Pero, con el regreso de la presencialidad, se han ‘reanimado’ los temas más sociales, y “muchos proyectos se centran en la equidad y diversidad de la sociedad, buscando una mayor inclusión”, señala Laso .

La tecnología, como temática, también gana peso. “La revolución digital que estamos viviendo crea discriminación. Hay muchas personas que se están quedando atrás, como los mayores u otros sin conocimientos de informática, y hay un fuerte crecimiento de los programas de voluntariado destinados a incluir a esos colectivos”, asegura Falletti.

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