La inserción laboral, el salvavidas de los más vulnerables

Lograr la inclusión sociolaboral de las personas en situación o en riesgo de exclusión social es el objetivo del programa ‘Incorpora’ de Fundación ”la Caixa”, que este año cumple su 17º aniversario. Solo en 2022, esta iniciativa ha facilitado más de 40.700 empleos a personas vulnerables. Un tercio de los contratos ha sido de carácter indefinido.
Ana Muguerza29 marzo 2023
<p>El programa 'Incorpora' no concibe la inserción laboral solo como la obtención de un trabajo, sino como una vía clara de integración social. Foto: Fundación ”la Caixa”.</p>

El programa 'Incorpora' no concibe la inserción laboral solo como la obtención de un trabajo, sino como una vía clara de integración social. Foto: Fundación ”la Caixa”.

Si para cualquier persona tener trabajo es importante, para los colectivos vulnerables el empleo es un bote salvavidas. Y no solo porque es un medio para obtener ingresos (y pagar las cuentas), es la embarcación que puede llevarles a revertir esa vulnerabilidad, y a integrarse y participar plenamente en la sociedad.

El acceso a un puesto de trabajo fortalece la autoestima de las personas y mejora su autonomía y confianza para afrontar nuevos desafíos. Además, contribuye considerablemente a la socialización, ya que promueve el desarrollo de relaciones y redes sociales.

Pero, aun siendo un derecho, como establece el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), no todos tienen las mismas oportunidades para acceder a un empleo. Desempleados de larga duración, jóvenes con fracaso escolar, personas privadas de libertad, inmigrantes, mayores de 45 años, personas con discapacidad o con problemas de salud mental, entre otros colectivos, se encuentran en posición de desventaja para conseguir y mantener un trabajo.

Muchos de estas personas se balancean en el alambre de la exclusión social. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a finales de 2021 había en España más de 13 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, un 27,8% de la población, es decir, casi tres de cada diez habitantes se encontraban en esta situación. Para realizar el cálculo, el INE tiene en cuenta tres variables: el riesgo de pobreza, la carencia material y social severa, y el empleo.

Esa cifra, la peor desde 2016, refleja los estragos de la pandemia sobre el mercado laboral. Según el informe Foessa de Cáritas, en solo dos años, el coronavirus dejó en la cuneta de la exclusión social a 2,5 millones de ciudadanos. La compleja situación económica asociada a la covid-19 hizo mella en los grupos más vulnerables y, cuando parecía que se iban despejando los nubarrones de la pandemia, la crisis de la inflación vuelve a golpear con especial virulencia a estos colectivos, los más castigados en tiempos de crisis.

De golpes sabe bien Alberto Cortés. Su vida dio un vuelco a los 54 años, cuando por un problema de salud tuvo que dejar de ejercer su puesto de trabajo como oficial de primera de climatización, para el que se le reconoció la incapacidad permanente.

Intentó retomar su actividad profesional en otro empleo, pero, a la barrera de la edad, se sumó el estigma social hacia las personas con discapacidad, y esto mientras las cuentas familiares, que se alimentaban únicamente de su pensión, se iban deteriorando.


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A Alberto se le cerraban todas las puertas del mercado laboral, hasta que un conocido le habló de los servicios de inserción laboral del Grup Cooperatiu TEB, donde acudió en busca de asesoramiento. Esta entidad es colaboradora del programa Incorpora de Fundación ”la Caixa”, y con la ayuda de uno de sus técnicos, emprendieron juntos el camino de búsqueda de un empleo.

Ese camino estuvo marcado por un itinerario de inserción laboral personalizado con el que Alberto reforzó sus competencias para afrontar procesos de selección. Tras algunas entrevistas, consiguió trabajo como técnico de mantenimiento en una residencia universitaria. “El nerviosismo que tuve en los cuatro años que estuve buscando empleo, la inquietud y la intranquilidad, todo eso ha desaparecido. Ha sido una tranquilidad lograr un trabajo con el que he podido pagar las deudas; una paz, un todo”, confesaba emocionado.

Inserción laboral para la inclusión social

El programa Incorpora de Fundación ”la Caixa” surgió en 2006 con el objetivo de mejorar la integración sociolaboral de las personas en situación o en riesgo de exclusión social, ayudándoles a acceder a un empleo con el apoyo de personal técnico.

Incorpora no concibe la inserción laboral solo como la obtención de un trabajo, sino como una vía clara de integración social, especialmente para colectivos con dificultades de participación en el mercado laboral, y de ahí su definición como un programa de integración sociolaboral.

Solo en 2022, el programa ha facilitado 40.760 puestos de trabajo a personas en situación de vulnerabilidad, de la mano de cerca de 500 entidades sociales y 1.200 técnicos. Esto ha sido posible gracias a la colaboración de cerca de 16.000 empresas. Esta iniciativa tiende puentes entre las empresas y las entidades sociales que lo desarrollan, con las que la Fundación ”la Caixa” acaba de renovar acuerdos de colaboración por decimoséptimo año consecutivo.

Desde el programa se destaca que el año pasado se produjo un incremento considerable de la contratación indefinida, que representan el 33% del total, motivado por la entrada en vigor en abril de la nueva reforma laboral, al tiempo que se produjo una recuperación del empleo en aquellos sectores que más sufrieron las consecuencias de la pandemia, como los de logística y comercio, hostelería y restauración, limpieza y ámbito sociosanitario.

De las 40.760 inserciones de 2022, un 54% han sido de mujeres y, del total, aproximadamente el 25% son de personas con discapacidad. Más del 75% de los empleos (30.889) corresponden a personas en riesgo o situación de exclusión: jóvenes, víctimas de violencia de género, parados de larga duración y exreclusos, entre otros. Más de 37.000 de las contrataciones se produjeron en España, y superan las 3.000 en el extranjero, ya que el programa se desarrolla también en Portugal, Marruecos, Polonia y Hungría.

<p>En 2022, 'Incorpora' ha trabajado de la mano de 500 entidades sociales y 1.200 técnicos, y ha contado con la colaboración de 16.000 empresas. Foto: Fundación ”la Caixa”.</p>

En 2022, 'Incorpora' ha trabajado de la mano de 500 entidades sociales y 1.200 técnicos, y ha contado con la colaboración de 16.000 empresas. Foto: Fundación ”la Caixa”.

“Contar con un empleo es un primer paso para la inclusión social de las personas en situación de vulnerabilidad, ya que mejora su autonomía y permite el reconocimiento de sus potencialidades. Y, para ello, es imprescindible un acompañamiento en red a través de técnicos, entidades sociales y empresas comprometidas”, destaca el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón.

Las competencias digitales se han convertido en herramientas imprescindibles para el proceso de inserción laboral. Por ello, y con el fin de disminuir la brecha digital entre las personas más vulnerables a la hora de buscar un empleo, la Fundación ”la Caixa” y la Fundación Accenture han impulsado la formación Trabajando en digital para que estos colectivos no se queden atrás. El objetivo es impulsar la digitalización para mejorar sus competencias tecnológicas y favorecer su empleabilidad e inclusión social. En 2022 han participado en dicha formación más de 12.500 personas, potenciando así sus aptitudes digitales y sumando un plus a su currículum.

Un programa de intermediación

¿Cómo ayuda Incorpora a las personas beneficiarias? Actúa como mediador en su inserción laboral: los técnicos de Incorpora establecen un perfil de empleabilidad de la persona, revisan con ella las ofertas de trabajo disponibles y analizan conjuntamente cuáles encajan mejor en su perfil.

Le facilitan el acceso a un empleo a través de formaciones y el diseño de itinerarios de inserción individualizados para potenciar sus competencias sociales y laborales, y preparándola para los procesos de selección. La formación incluye prácticas en empresas que facilitarán su entrada al mundo laboral.

Una de las claves de este modelo es que se centra en los aspectos positivos del desempeño, es decir, en lo que una persona es capaz hacer. Pone en valor los recursos con los que cuenta para asumir progresivamente nuevos roles, adquirir habilidades y capacidades. Se trabaja el desarrollo de la autoestima, para que la persona se empodere y sienta que puede revertir la propia situación de vulnerabilidad.

Se trata, en definitiva, de un programa de intermediación que combina las necesidades del tejido social y el empresarial para asegurar el éxito de la inserción laboral en la empresa de las personas beneficiarias.

Para llevar a cabo el programa, Incorpora cuenta con una amplia red de entidades sociales asociadas en todo el país (casi 500). Estas se agrupan en 20 grupos territoriales que actúan como coordinadores, facilitando el trabajo en red o colaborativo, muy importante para la eficiencia y la efectividad del programa, y para responder a las necesidades de las personas y las empresas.

De las 40.700 inserciones facilitadas por 'Incorpora' en 2022, un 54% han sido de mujeres y en torno al 25% de personas con discapacidad.

Porque Incorpora no solo se dirige a las personas, las empresas son también destinatarias claves. El programa contribuye a su sensibilización, fomentando la responsabilidad social corporativa y las políticas de recursos humanos inclusivas, y creando una red de compañías colaboradoras solidarias y socialmente responsables. El programa fomenta entre esas empresas comprometidas la contratación de personas en situación de vulnerabilidad.

El personal técnico realiza una prospección e identificación de los puestos de trabajo a cubrir, y selecciona y prepara a las personas adecuadas para esas empresas. Gestionan de forma gratuita el proceso y asesoran a la compañía en todo momento, también en temas fiscales y de RSC. Incluso después de la inserción laboral, tanto el trabajador como las empresas, cuentan con seguimiento y apoyo en lo que precisen.

Apoyo a los emprendedores

“Las mujeres que tienen un sueño, tienen que luchar por él, buscando oportunidades y picando las puertas, seguro que al final se abre una”. El sueño de Dilora Babaeva era montar un restaurante uzbeko en Barcelona (Uzbekistán es su país de procedencia) y la puerta que tocó, y se abrió, fue la de Incorpora.

Desde 2016, el programa desarrolla una línea de autoempleo (Autoempleo Incorpora) a la que pueden acogerse personas en situación de vulnerabilidad, con actitud y capacidad emprendedoras, que quieren crear su propia empresa. Gracias a esta iniciativa, se atendieron en 2022 a más de 3.000 personas interesadas en abrir un negocio y se facilitó la creación de 1.440 nuevas microempresas.

En Incorpora, Dilora consiguió apoyo y asesoramiento para abrir su restaurante. Los técnicos realizaron con ella un plan de negocio para garantizar la viabilidad del proyecto, y la acompañaron en todo el proceso hasta la constitución de su empresa.

El programa ofrece también a los emprendedores la posibilidad de financiación con condiciones especiales a través de microcréditos, y su labor no termina con el inicio de la actividad empresarial ya que, una vez creada la empresa, se acuerdan visitas trimestrales para seguir asesorando a los beneficiarios y ayudándoles ante cualquier dificultad.

El éxito de esta iniciativa se basa también en la extensa red de entidades disponibles en todo el país. En concreto, la línea Autoempleo Incorpora cuenta con 45 puntos desplegados por toda España.

<p>El año pasado se produjo un incremento considerable de la contratación indefinida, que representan el 33% del total. Foto: Fundación ”la Caixa”.</p>

El año pasado se produjo un incremento considerable de la contratación indefinida, que representan el 33% del total. Foto: Fundación ”la Caixa”.

Reincopora, dirigido a exreclusos

Muchas personas que han estado en la cárcel tienen grandes dificultades para conseguir un trabajo que les permita normalizar su vida y volver a sentirse socialmente integrados. Han visto empobrecidas sus relaciones, tienen que adaptarse a un mercado laboral que cambia a gran velocidad y sobre ellos pesa el estigma de haber estado en prisión.

Reincorpora, otra de las líneas de actuación de Incorpora, está pensado para ayudar a estas personas que han estado privadas de libertad a rehacer su vida facilitando su reinserción social y laboral.

Desde que en 2011 arrancó esta iniciativa y hasta noviembre de 2022, más de 8.500 internos procedentes de 84 centros penitenciarios han logrado un empleo, cifras que avalan la consolidación del programa.

En total, en los doce años de implementación del programa, cerca de 21.000 personas privadas de libertad han participado en los itinerarios personalizados de inserción laboral de Reincorpora y el Ministerio del Interior a través de la entidad Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, y gracias a la colaboración de 48 entidades sociales.

El proyecto, que se dirige a la población reclusa que está en la fase final de su condena, ofrece itinerarios adaptados a las necesidades particulares de los internos, combinando formación y acciones solidarias de servicio a la comunidad para la búsqueda de un empleo, como factor clave para construir un nuevo futuro y lograr la plena inclusión social.

Las empresas también juegan un papel clave en esta iniciativa. Las compañías colaboradoras del programa ofrecen puestos de trabajo a estas personas que buscan una oportunidad laboral.

El objetivo de 'Reincorpora', una de las líneas de actuación del programa, es ayudar a las personas que han estado privadas de libertad a rehacer su vida facilitando su reinserción social y laboral.

La inserción de personas con problemas de salud mental

Otro colectivo con especial dificultad para acceder al mercado laboral es el de las personas con problemas de salud mental, uno de los que presenta mayores tasas de desempleo. En España, según los datos más recientes del INE, solo un 17% de estas personas tiene un trabajo.

Incorpora también ayuda a abrirles las puertas del mercado laboral porque tener un empleo, además de facilitar el reconocimiento social, en el caso de este colectivo constituye un elemento clave en su proceso de recuperación.

A través de su línea Incorpora Salud Mental, el programa desarrolla planes de apoyo para facilitar la ocupación de personas con trastornos mentales y promover la salud mental en el trabajo. Personal técnico especializado estudia cada caso para ofrecer los servicios y herramientas laborales que mejor se adaptan a cada una de estas personas, acompañándolas durante todo el proceso de inserción.

A las empresas, también se les ayuda a facilitar la inserción laboral y el mantenimiento de los puestos de trabajo de este colectivo, además de promover la salud mental en las compañías e impulsar su responsabilidad social corporativa.

Las empresas que promueven la contratación de personas con problemas de salud mental facilitan la normalización de la situación laboral de este colectivo, mejoran su calidad de vida y ayudan a acabar con el estigma social que existe sobre él, a la vez que fomentan la diversidad en el lugar de trabajo.

Contenido realizado bajo acuerdo de colaboración con La Caixa.
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