Las mujeres ocupan el 38% de los empleos creados por la transición energética

Cuatro de cada diez nuevos empleos vinculados a la transición energética entre 2015 y 2021 están ocupados por mujeres, según un estudio de Fundación Naturgy. En 2022, la participación de las mujeres en estos empleos alcanzó el 18,2%.
HAZ26 junio 2023

En España, las mujeres han ocupado el 38,1% de los nuevos empleos ligados a la transición energética en el periodo 2015-2021, lo que supone un total de 58.136 nuevos empleos ocupados por mujeres. En Europa el porcentaje es el 34%, ligeramente inferior a los datos de nuestro país.

La participación de las mujeres en el empleo de las actividades vinculadas a esta transición fue del 18,2% en el año 2022, teniendo en cuenta que ese mismo año el empleo femenino supuso el 47% en el conjunto de la economía. Este es otro de los principales datos que aporta el estudio El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España, publicado por Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ). Se trata del primer informe que proporciona un diagnóstico ajustado y completo sobre la situación de la mujer en el mercado laboral vinculado a la transición energética, utilizando una multiplicidad de fuentes estadísticas, según sus autores.

Laura Martín, directora del ITJ, ha señalado que “este diagnóstico nos permite profundizar en el conocimiento de la situación e identificar las medidas necesarias para actuar. Tenemos que seguir trabajando para que las mujeres formen parte activa de la transición energética, facilitar su acceso al empleo en todos los sectores y subsectores de esta transformación y velar por la igualdad de condiciones de este empleo. Hacerlo requiere el trabajo conjunto de la Administración, agentes sociales y comunidades científica y educativa”.

El estudio refleja que, tanto en España como en Europa, el empleo femenino ha crecido a un ritmo muy superior al masculino en los subsectores de la transición energética, y que hay que tener en consideración que estos resultados están vinculados a una escasa presencia previa de mujeres. Sin embargo, la conclusión del equipo de personas expertas es clara: la evolución a lo largo de la última década es positiva, pero es todavía demasiado lenta.

Si tomamos de referencia la última década, en España la participación femenina en el empleo de la transición energética ha pasado del 17% en 2012 al 18,2% en 2022. Según el estudio, la brecha de participación de género es “profunda y persistente”, y “al ritmo de avance registrado en los diez últimos años, la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse”, apunta la investigación.

El estudio también permite acotar el diagnóstico a los diferentes subsectores y ramas de actividad vinculados a la transición. Así, de los cinco subsectores contemplados tan solo uno de ellos, el de asesoramiento energético, supera el nivel de masa crítica, es decir, tiene una participación de mujeres por encima del 30%. En cuanto a las ramas de actividad, solo en cinco se supera este nivel de masa crítica, mientras que en 16 se puede considerar que la infrarrepresentación es severa, al no llegar al 15%.

Rafael Villaseca, presidente de Fundación Naturgy, puso en valor los datos que ofrece el estudio, que “son un punto de partida para pensar y concretar cómo actuar”. “La cifra de participación de las mujeres en el mercado laboral de la transición energética es extraordinariamente baja e indica la necesidad de realizar iniciativas para equilibrar esta situación”, enfatizó.

Por su parte, la directora general de Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado, defendió que “estudios como este ponen datos objetivos a una situación que debe ser revertida para garantizar una transición justa desde todas las perspectivas y para la que nuestra fundación cuenta ya con programas formativos y de empleabilidad con foco en las mujeres”.

<p>Gráfico: Fundación Naturgy.</p>

Gráfico: Fundación Naturgy.

Segregación ocupacional y brecha salarial

Además de la brecha de participación, que es la más importante, el estudio también ha detectado la existencia de otras brechas de género, como la segregación ocupacional: las mujeres se concentran en los puestos de trabajo de carácter administrativo, mientras que los puestos técnicos los ocupan sobre todo hombres.

En cambio, la brecha salarial de género es significativamente menor que en el conjunto de la economía: las mujeres cobran de media un 6% menos que los hombres en el sector, frente a un 14% global. Aun así, hay que tener en cuenta que también se detecta una sobre cualificación de las mujeres que trabajan en la transición energética.

Por otra parte, el estudio también analiza una brecha previa, que es la de la participación de mujeres en los estudios técnicos más necesarios para la transición energética, tanto a nivel universitario como de Formación Profesional. El peso de las llamadas titulaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sobre el total de graduados universitarios es del 36% para los hombres y tan solo del 11% para las mujeres. La brecha es aún mayor en la Formación Profesional.

Finalmente, el informe apunta a toda una serie de posibles medidas que pueden contribuir a revertir la situación, interviniendo en cuestiones como la visibilización de las mujeres que trabajan en el sector, la formación reglada y continua o las políticas activas en favor de la equidad por parte de las empresas. En todo caso, el documento sostiene que la mayoría de los problemas detectados no son propios de España, sino que se dan a nivel de toda Europa, y que la solución pasa por la involucración de todos los agentes del sector.

“Para que la transición sea, además de verde, justa, ha de garantizarse al máximo que estas oportunidades de nuevos empleos sean tan accesibles para las mujeres como para los hombres”, según el equipo investigador.

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