Seis claves para impulsar la confianza en el tercer sector

Apostar por la profesionalización, independencia financiera y cooperación son algunos de los retos a los que se enfrenta el tercer sector en materia de gestión, según el Club Excelencia en Gestión.
HAZ24 marzo 2022

Los nuevos retos en materia de gestión a los que se enfrentan las fundaciones y el tercer sector en general fueron puestos sobre la mesa en una jornada organizada por el Club Excelencia en Gestión, asociación multisectorial sin ánimo de lucro sobre gestión y transformación de las organizaciones, y la Asociación Española de Fundaciones (AEF). Un encuentro en el que se subrayó la necesidad de que las entidades no lucrativas sean “transparentes y sostenibles para alcanzar la necesaria confianza de sus grupos de interés”.

En el evento participaron también Fundación Ampans, Fundación Once y Fundación Prode, enfocadas a dar apoyo y acompañamiento a personas con distinto tipo de discapacidad.

Las organizaciones dieron  a conocer su experiencia de trabajo con modelos de gestión como el EFQM que han contribuido a su transformación en los últimos años, marcados por la pandemia. Una etapa que ha servido para “replantear convenciones, romper con malos hábitos, cambiar prioridades, abordar nuevos retos y también nuevas oportunidades en el ámbito fundacional”, según los organizadores.

De las reflexiones extraídas de este encuentro virtual, y que se pueden extrapolar a otras organizaciones, el Club de Excelencia en Gestión ha elaborado un listado con las seis claves para potenciar el valor intangible de la confianza en el tercer sector:

  • Contribuir a la cohesión social y territorial con proyectos supraterritoriales que estén alineados con el propósito de cada fundación y que atiendan a las necesidades y peticiones de los grupos de interés. A ser posible, llevándolos a cabo en colaboración con otras fundaciones que forman parte de un mismo ecosistema y revitalizando alianzas para potenciar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  • Intensificar la cooperación a través del trabajo en red y del desarrollo de proyectos transversales de interés general, alejados de tendencias que miran hacia la desigualdad y la polarización social. Han de establecerse alianzas estratégicas tanto con el sector público como con los diferentes actores sociales y económicos, y compartir el conocimiento a nivel interno y externo.
  • Independencia y sostenibilidad. Es importante evitar la dependencia financiera y de recursos externos, públicos y privados. Conseguirlo a través de actividades propias y de estrategias enfocadas a compartir recursos, aprovechando sinergias entre las acciones programadas.
  • Evaluación continua. La búsqueda de reconocimientos en forma de sellos de excelencia y calidad es un incentivo para mejorar constantemente y conseguir la implicación de todos los miembros de la organización. De la misma forma, un benchmarking adecuado y acompañado, ayuda a establecer objetivos comparables con otras organizaciones ejemplares, extrapolando los buenos hábitos y prácticas para conseguir mejores resultados.
  • Apostar por la profesionalización. Invertir en especialistas en digitalización y en nuevas infraestructuras, en gestión de recursos humanos o monitorización de resultados, etc., para ser más ágiles, fiables y transparentes. De esta manera, es más fácil adaptarse a los cambios, se mejoran los procesos de trabajo y se aporta una eficiencia que es esencial para poder seguir funcionando en el futuro.
  • El propósito, siempre presente. Ha de estar en cualquiera de las acciones que se pongan en marcha desde la fundación, tanto a nivel interno como externo. Para obtener buenos resultados, toda organización debe saber por qué existe, hacia dónde va, plantearse lo que va a hacer y cómo lo va a hacer y lo que quiere lograr en el futuro. Y todo ello debe estar plasmado en ese propósito.
Comentarios