“Soy un ejemplo de que se puede avanzar si tienes apoyos y sabes aprovecharlos”

No hace ni un año que Claudia Tecglen recibía el Premio de la Fundación Princesa de Girona Social por su contribución social al impulsar la igualdad de oportunidades. ¿Cómo? Desde su posición como psicóloga, emprendedora social, comunicadora y, sobre todo, como presidenta de Convives con Espasticidad, donde ha detectado las necesidades de acompañamiento emocional de las personas con discapacidad.
<p>Tecglen nació con parálisis cerebral y hoy es psicóloga, emprendedora y conferenciante, y ayuda a personas con discapacidad. Foto: Claudia Tecglen.</p>

Tecglen nació con parálisis cerebral y hoy es psicóloga, emprendedora y conferenciante, y ayuda a personas con discapacidad. Foto: Claudia Tecglen.

Claudia Tecglen es una persona con mucho rodaje, a pesar de que todavía no ha cumplido los 40. Es psicóloga, emprendedora social, comunicadora, conferenciante y fundadora y presidenta de la ONG Convives con Espasticidad, dedicada a la inclusión de las personas con discapacidad, lo que le ha servido para ser reconocida con el Premio de la Fundación Princesa de Girona Social. Entre sus especialidades está la de dar soporte emocional a este colectivo con el fin de que sus miembros puedan hacerse un hueco en el mundo laboral y mejorar así su independencia económica, superando las trabas que en este tránsito se encuentran.

Y lo hace apoyándose en sus conocimientos, pero también en su propia experiencia, de la que aprende día tras día. Ha heredado el tesón de sus padres, que no se resignaron el día que los médicos les dijeron que su hija, nacida con parálisis cerebral, iba a vivir toda su vida como un vegetal. Con mucho esfuerzo, trabajo médico y tratamientos diversos, Tecglen y su familia fueron superando pequeños retos diarios, no solo de salud, también sociales, educativos y laborales, que han hecho ver a nuestra protagonista que una inclusión real y efectiva es posible.

“Mi historia no es lo importante, solo soy un ejemplo de que se puede avanzar si tienes los apoyos adecuados y sabes aprovecharlos. Con esto quiero decir que igual que tenemos el derecho de recibir oportunidades también tenemos la responsabilidad de aprovecharlas”, explica. En este sentido, reivindica la necesidad de transformar la educación para garantizar que esta se pueda adaptar a las necesidades de cada persona y que no se deje a nadie atrás.

“No se debe poner el foco solo en la nota final, sino en el proceso de aprendizaje del alumno y en mostrar sus fortalezas. Un sistema educativo realmente personalizado y abierto a lo diferente, porque todos pensamos y aprendemos de forma diferente. Cuando nos quitan el derecho a la educación nos están limitando la oportunidad de tener un futuro digno, nos están coartando la libertad. Porque la educación siempre es la mejor arma para saber defenderse ante la vida y es lo único que no nos pueden arrebatar si ya la hemos adquirido. Y a mayor educación, mayores posibilidades de futuro”.

El poder de la formación

En su caso se siente muy afortunada por la formación que ha podido recibir, no sin antes haber peleado por ella, puesto que en sus inicios escolares la intención era derivarla a un centro de educación especial que no era adecuado ni suficiente para sus necesidades intelectuales. Finalmente pudo estudiar en un colegio ordinario, estudiar psicología a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y complementar sus conocimientos en Estados Unidos.


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“En 2007 fui a una de las confederaciones más importantes del mundo de parálisis cerebral y allí me formé en marketing, relaciones públicas, abogacía y captación de fondos. Todo ello me dio las pautas para crear Convives con Espasticidad y a saber cómo funciona una organización de este tipo en Norteamérica, muy diferente a cómo se hace en España”.

Reconoce que este viaje fue de gran ayuda para definir su proceso de profesionalización, algo que desde su punto de vista es esencial para reforzar la confianza de cualquier persona, aún más de aquellas que tienen discapacidad. “A mí podría haberme gustado muchísimo el baile y soñar con ser bailarina profesional, pero todos sabíamos que eso no iba a poder ser, por mucho que me esforzase. Hay que aceptar las propias limitaciones y analizar las vías que uno tiene para avanzar. Yo descubrí, por ejemplo, que me encantaba escuchar a la gente y por eso me decanté por la psicología”.

Otro de sus puntos fuertes es la conversación, lo que le empujó a formarse como speaker y conferenciante. “Ahora tengo un método propio de psicología de acompañamiento a las personas con discapacidad y a sus familias, que combina la psicología cognitivo conductual, el coaching, la mentoría y mi propia experiencia. Porque hay cosas que los libros no te enseñan y la discapacidad se aprende a gestionar a medida que vas viviéndola”, razona.

Un talento que no se puede perder

Tecglen asegura que esa experiencia de vida es muy valiosa para las empresas y que no se debería perder. “En un entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) en el que nos movemos se necesitan profesionales con diferentes talentos. Las compañías no pueden permitirse perder aquellos que han nacido de la diversidad humana, como los que representamos las personas con discapacidad. Tenemos que poner en valor ese talento en mayúsculas ofreciendo nuevas y mejores oportunidades”, resalta.

Según su experiencia, dentro de este colectivo hay personas “extraordinarias y muy inteligentes” que están en sus casas sin poder trabajar porque no se les da una oportunidad y sin alzar la voz porque creen que no pueden hacerlo, ni cambiar con ello los procesos que hace girar los engranajes del sistema económico y social en el que viven.

“La peor limitación que tiene una persona es creerse lo que otros le dicen por una tradición cultural que es errónea. Con esto no quiero decir que la discapacidad te garantice tener un súper talento y que seas un crack en todo lo que haces, pero es una gran maestra de vida que te enseña a gestionar de una manera diferente todos los obstáculos que se te ponen por delante”.

Acompañamiento psicológico

A través de su trabajo y de la asociación que lidera, Claudia Tecglen se ha dado cuenta de lo importante que puede llegar a ser ese acompañamiento psicológico para mejorar la autoestima de las personas con discapacidad y de sus familias. “Es necesario cuando tu situación vital o tus circunstancias estén impidiendo un funcionamiento normal de la vida. Cuando lo ves todo negro de una forma prolongada en el tiempo y te genera tristeza, cuando pierdes la ilusión y ves que no puedes llevar a cabo las tareas del día a día”.

La psicóloga explica que la discapacidad “es una situación impuesta por la vida que es adversa, si no le sabes dar la vuelta a la tortilla, y condicionante”. Desde su punto de vista, no desarrollar la fortaleza mental en una situación así puede ser una gran limitación, mucho mayor que la física. “Es normal sentirse mal y por eso es importante hablarlo, para que esa infelicidad no se perpetúe en el tiempo y podamos avanzar”.

Esto es algo que, según su experiencia, se ha potenciado con la llegada de las redes sociales, “que imponen la tiranía de la felicidad. Hay que tener cuidado con ello”. Aunque su mayor preocupación está en las tasas de desempleo, del 73% entre la población activa con alguna discapacidad. “El trabajo, aparte de darte un salario que te permite vivir tu vida a tu manera te da un sentimiento de utilidad y de pertenencia a un grupo. Te aporta una rutina diaria y, si tienes la inmensa suerte de poder dedicarte a algo que te gusta, también es una fuente de felicidad”.

Comentarios

  1. Qué artículo más interesante y motivador, enhorabuena Gema L. Albendea.
    Desde luego, la protagonista de la noticia, Claudia Tecglen, es un ejemplo para cualquier persona, más allá de que se tenga o no alguna discapacidad, y una dignísima premiada de la Fundación Princesa de Girona Social, me ha encantado conocerla.