Más de un millón y medio de menores reciben formación sobre las consecuencias del consumo de alcohol
Desde la puesta en marcha de su oferta educativa en 2001, la Fundación Alcohol y Sociedad (FAS) ha formado a 1.683.893 adolescentes de entre 12 y 18 años sobre los efectos y las consecuencias del consumo indebido de bebidas alcohólicas.
Solo en el curso 2010-2011 se intervino en más de 1.300 centros llegando a 175.533 alumnos. Los programas pedagógicos que imparte FAS buscan implicar al conjunto de de la comunidad escolar –alumnos, familias y profesores– y tienen un triple objetivo: retrasar la edad de inicio en el consumo de alcohol en los menores, reducir el número de adolescentes que consumen y reducir la cantidad de alcohol que ingieren los que ya han empezado a hacerlo.
Creada y financiada por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), la Fundación Alcohol y Sociedad imparte desde hace diez años una oferta educativa compuesta por tres programas: el programa pedagógico «Adolescencia y Alcohol», el programa on-line «Las Caras del Alcohol», y las intervenciones familiares.
Estos programas tratan de abarcar a toda la esfera de influencia del menor y se apoyan en una rigurosa metodología respaldada por la Universidad de Barcelona a través de la Fundación Bosch i Gimpera.
Para evaluar y adaptar su oferta educativa a los posibles cambios sociales y patrones de consumo, la Fundación Alcohol y Sociedad realiza evaluaciones anuales y longitudinales de cada uno de sus programas.
Para comprobar la eficacia del proyecto, cada año FAS realiza encuestas en las que se compara las respuestas dadas a varias preguntas por parte de una muestra representativa de alumnos que han recibido el programa pedagógico «Adolescencia y Alcohol» con un grupo control.
Las conclusiones muestran que tres cuartas partes de la población adolescente consideran que se deberían tomar más medidas para prevenir el consumo del alcohol en su colectivo. En general, los alumnos que han participado en el programa pedagógico «Adolescencia y Alcohol» afirman estar más y mejor informados y en mayor medida perciben los riesgos del consumo y abuso del alcohol que los alumnos no intervenidos. De hecho, casi un tercio de los alumnos declaran que su consumo de alcohol disminuirá gracias a la implementación del programa.