Aumenta el apoyo de voluntarios y donantes de Cáritas

HAZ4 noviembre 2014

Durante 2013, la Confederación Cáritas Española ha seguido avanzando en su opción por los últimos y no atendidos, construyendo oportunidades y procesos para 2.513.563 personas en situación de exclusión social en España y otras 2.509.771 en los países del sur.

Para ello, el conjunto de las setenta Cáritas Diocesanas de todo el país invirtieron 291.346.117 euros, de los cuales 218.290.147 euros (el 75%) proceden de aportaciones privadas y 73.055.970 euros (25%) de fondos públicos.

La acción de Cáritas ha sido posible con la participación de 78.017 voluntarios y 4.171 trabajadores remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y servicios.

Estos datos se han dado a conocer durante un encuentro informativo en el que se ha presentado la Memoria 2013 de la institución.

En este documento se pone de manifiesto, un año más, el fortalecimiento del compromiso solidario de voluntarios y donantes privados que colaboran con la acción de Cáritas. Así lo demuestra el incremento de un 10% con relación a 2012 del número de personas voluntarias (un aumento que en los últimos cinco años ha sido de 18.331 personas, un 30,7%).

Lo mismo cabe señalar para los fondos privados manejados por Cáritas Española, que en 2013 registran un aumento de casi 25 millones de euros con relación a 2012. Se trata de un compromiso sostenido en el tiempo, ya que en los últimos cinco años las aportaciones de donantes particulares han crecido alrededor de 75 millones de euros, lo que supone una subida del 52,7%.

La fortaleza de la solidaridad privada ha hecho posible que los más de 291 millones de euros invertidos en 2013 hayan aumentado unos quince millones de euros con relación a 2012, que suponen un incremento del 5,45%. Si se observa la evolución del último quinquenio, los recursos anuales invertidos por Cáritas han aumentado en más de 61 millones, lo que supone una subida del 26,6%.

Este apoyo social al trabajo de Cáritas ha sido especialmente valorado por Rafael del Río, presidente de Cáritas España, durante la presentación de la memoria, quien ha asegurado que «junto al ejemplo de coraje que nos dan los destinatarios de nuestras acciones, el verdadero valor de estas páginas está también en la generosidad y el compromiso cada vez mayor de voluntarios, socios y donantes para estar allí donde no está nadie y para caminar al lado de los últimos».

Para el presidente de Cáritas, la memoria anual «ofrece un retrato real y positivo de las posibilidades de futuro que, en medio de un escenario social de dificultades, hemos conseguido abrir para que más de cinco millones de personas recuperen su dignidad».

Al hilo de los datos contenidos en la memoria, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ha lanzado una invitación al conjunto de la sociedad a «crear juntos una nueva realidad». Esa acción conjunta tiene que abarcar también los derechos sociales, para lo que, en palabras de Mora, hace falta «denunciar las causas económicas de la desigualdad, optar por una sociedad donde salud, protección social, educación y vivienda estén garantizados para todos, y abrir nuestros espacios de convivencia a la participación de los empobrecidos».

Esta apelación se dirige también a «construir una economía que ponga en el centro a las personas y no descarte a los más pobres, a redistribuir el trabajo para que todos podamos acceder a un empleo digno y de calidad; y a asumir estilos de vida sencillos y hábitos de consumo responsable, respetuosos con el medio ambiente».

En el ámbito de la cooperación internacional, la propuesta de Cáritas pasa por «actuar en las regiones y comunidades del mundo más olvidadas, de aprender de la sabiduría de los países del Sur para formar una sola familia humana que trabaje por la paz, la reconciliación y la democracia; y de solidarizarnos con las víctimas de las emergencias, el hambre o las migraciones. Y es que solo estando dispuesto a darse y a compartir tiempo, bienes y capacidades con los últimos, a reclamar modelos austeros y transparentes de gestión pública y privada es posible construir una nueva realidad».

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