Museo Dalí: la rentabilidad de la transparencia

HAZ25 octubre 2010

Es verdad, Figueras es la capital del Alto Ampurdán y se encuentra en el centro de la Costa Brava, uno de los destinos turístico más importantes de Cataluña, pero no deja de ser una localidad de poco más de 40.000 habitantes, situada a 120 kilómetros de Barcelona y a 34 kilómetros de Gerona, la capital de la provincia. Los atractivos turísticos de la Costa Brava no explican por sí solos que la Fundación Gala-Dalí se haya convertido en la primera institución privada de España en número de visitantes a museos de bellas artes y la tercera si se consideran también los museos de titularidad pública, sólo por detrás del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Durante el año 2009 los centros de la Fundación Gala-Salvador Dalí recibieron más de un millón doscientos mil visitantes, de los que 840.000 corresponden al Teatro Museo Dalí. La afluencia de visitantes no ha parado de crecer a una tasa anual del 5%. Algunos intentan restar mérito a la romería de visitantes, alegando que Salvador Dalí es un personaje muy mediático y fácil de «vender», pero lo cierto es que el tirón del artista no justifica por sí solo el éxito de la fundación, que se fundamenta en tener muy claros los siguientes principios.

1 LA SATISFACCIÓN DEL CLIENTE (VISITANTE) ES LO PRIMERO.

Como señala Luis Peñuelas, secretario general de la Fundación Gala-Salvador Dalí, «está claro que el producto es bueno, pero hay que salir a promocionarlo y, sobre todo, asegurarse que la experiencia de los visitantes sea excelente y se vayan del museo satisfechos, pues ellos son los principales vendedores».

«Desde la fundación se han impulsado un conjunto de políticas activas –subraya Monstse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos– para conseguir ese grado de satisfacción: como el enriquecimiento constante de la colección mediante compras de obras de Dalí, la mejora de las instalaciones de acceso, el impulso de políticas que faciliten las visitas (facilidades de horario, acceso a la información) y, por último, una programación de exposiciones y publicaciones que ayudan a que Dalí esté muy presente internacionalmente. No gastamos nada en publicidad pero nuestras actividades tienen un gran impacto mediático.

Realizamos muchas exposiciones en el extranjero y eso explica que el 60-70% de nuestros visitantes sean extranjeros, pero sin descuidar los visitantes nacionales, ahora mismo tenemos exposiciones en Madrid, Barcelona y Florencia».

2 SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA DEL MODELO.

Una de las características más importantes de la Fundación Gala-Salvador Dalí es que no recibe ayudas públicas. «No recibimos subvenciones –aclara Luis Peñuelas–. Nuestros ingresos proceden de la venta de entradas, el merchandising, los ingresos de los royalties y las cuotas de los amigos del museo.

Es verdad que el museo en su origen contó con el importante patrimonio de Dalí, pero la filosofía de nuestro patronato ha sido siempre mantenerse al margen de las subvenciones, para asegurar nuestra independencia de cualquier instancia política o administrativa». La gestión económica no sólo es autosuficiente, sino que todos los años genera un importante excedente –durante el 2009 más de cuatro millones de euros– que les permite hacer inversiones en adquisiciones de obra (el 80% de los beneficios se destina a enriquecer la colección) y mejorar las instalaciones.

Además, como resalta Montse, «el no depender de la financiación pública nos permite una agilidad y dinamismo importante en la toma de decisiones, como por ejemplo la compra de obras. Nosotros no necesitamos una autorización administrativa para realizar una compra, basta reunir al patronato y someterla a su aprobación».

Ahora bien, la sostenibilidad económica no se consigue sólo generando un conjunto de fuentes de ingresos estables, sino cuidando la contención de los gastos.

«Somos una entidad pequeña, con una estructura poco pesada y una mentalidad austera en la gestión de los recursos», puntualiza Montse. Y así es, los costes de personal por visitante del museo Dalí son los más bajos de todo el conjunto de los museos de bellas artes españoles; según datos de 2005 los gastos del museo ascendieron a 1,84 euros por visitante, muy por debajo de los 6,32 del Museo del Prado, los 4,9 del Museo Reina Sofía o los 3,92 del Museo Guggenheim.

3 ES PRECISO MEDIR EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DE LA MISIÓN.

La fundación ha seleccionado un conjunto de indicadores para medir el éxito de su actuación. «Desde el punto de vista de la métrica de resultados hay tres principales indicadores que se utilizan para evaluar nuestro impacto: número de visitantes, exposiciones internacionales e incremento del número de amigos del museo; en estos tres capítulos tenemos la suerte de poder mostrar incrementos todos los años.

Ahora bien –matiza Luis–, aunque los visitantes son importantes, no podemos medir el éxito exclusivamente por el número de visitas, sino por el coste que suponen esas visitas; el modelo de visitas debe ser sostenible, hay muchos museos preocupados por aumentar el número de visitas, sin analizar si esa visita asegura la sostenibilidad económica del museo. No es complicado aumentar el número de visitas, pero se trata de hacerlo sin poner en peligro la sostenibilidad del museo. Tenemos otros indicadores más cualitativos relacionados con el grado de satisfacción de las visitas.

Las encuestas con nuestros visitantes son muy satisfactorias, y prueba de ello es el alto porcentaje de visitantes que repiten la experiencia. Nuestra misión es

dar a conocer a Dalí y las cifras muestran que mucha gente conoce a Dalí y que valoran altamente la experiencia».

4 EL COMPROMISO DEL ÓRGANO DE GOBIERNO (PATRONATO) RESULTA VITAL.

A diferencia de la mayoría de los patronatos de los museos y entidades culturales (que tienen un órgano de gobierno puramente decorativo, sobredimensionado, cuyas reuniones tienen más similitudes con encuentros sociales que con reuniones de trabajo) la Fundación Gala-Salvador Dalí cuenta con un patronato, liderado por un presidente, Ramón Boixados, muy comprometido.

«El patronato está organizado por comisiones en función de las áreas más importantes. Tiene una dimensión muy razonable y ha sido el gran impulsor de la transparencia y la rendición de cuentas de la organización.

En realidad la memoria anual tan exhaustiva que presentamos la elaboramos para responder a las exigencias del patronato. Nuestro patronato es muy consciente de que tenemos la obligación de ser muy transparentes porque somos una entidad que se dedica al interés general, en realidad somos como una administración pública con la única diferencia de que no recibimos dinero público. Trabajamos para Salvador Dalí pero con vistas al interés general, y por esa razón tenemos que rendir cuentas a la sociedad del legado que hemos recibido».

Por CE