Educar hoy, dirigir mañana: ¿cómo serán los líderes empresariales del futuro?

El mundo empresarial se encuentra en un punto de inflexión crucial. Con la creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y el impacto medioambiental, las empresas están cambiando la forma en que operan y se requiere un nuevo tipo de liderazgo empresarial para impulsar estas transformaciones hacia un futuro más sostenible.

¿Cómo deberían ser los líderes empresariales del mañana y qué habilidades necesitarán para liderar en esta nueva era? Según un estudio publicado en la revista MIT Sloan Management Review, los líderes del futuro “deberán ser capaces de proveer una visión, facilitar la experimentación, empoderar a sus equipos y posibilitar la colaboración”.

La edición 2021 del informe Global Business Pulse sobre el liderazgo empresarial , elaborado por Grant Thornton, analiza las cualidades más valoradas de los directivos de distintas empresas en varios países del mundo. El estudio destaca que la capacidad de adaptación al cambio (44%), la innovación (43%) y la colaboración en todos los niveles del negocio (29%), se han convertido en necesidades clave, al tiempo que la empatía y la inclusión serán fundamentales para que los equipos rindan al nivel esperado.

Los gestores del futuro deben tener una mentalidad innovadora y estar dispuestos a cuestionar el statu quo. Esto implica pensar más allá de los beneficios a corto plazo y considerar el impacto a largo plazo de las decisiones empresariales en el medio ambiente y en la sociedad en su conjunto. La capacidad de identificar oportunidades para la innovación sostenible y la mejora continua será fundamental para el éxito de las empresas en el futuro.

Además, desde 2021 han aparecido otros rasgos que cada vez tienen más importancia. La empatía ha pasado a un primer plano, tal y como demuestra el hecho de que el 22% de los encuestados la considere un aspecto clave. Según el informe, la empatía, la capacidad de escucha activa y la habilidad para inspirar y motivar a los demás serán aspectos esenciales del liderazgo sostenible en el futuro. Esto implica la capacidad de comprender y gestionar las emociones propias y de los otros, así como de fomentar relaciones significativas y colaborativas dentro de la organización y con los diferentes grupos de interés externos.

Para los responsables de la Escuela de Organización Industrial (EOI), estas son las características que debe cumplir el gestor empresarial del futuro:

Motivadores de logro: los directivos exitosos involucran a las personas de su organización presentándoles nuevos desafíos y asegurándose de que los asuman como propios.

Desarrolladores: la innovación surge naturalmente del talento, pero para que florezca es necesario permitir que el talento crezca y se desarrolle en libertad.

Proactivos: los líderes del futuro son visionarios que detectan rápidamente las tendencias y, lo más importante, logran involucrar a las personas en ese nuevo futuro.

Potenciadores: el nuevo rol del directivo es crear líderes, empoderando a las personas de sus equipos y dándoles la capacidad de tomar decisiones.

Integradores: el líder crea entornos que fomentan la cooperación y las sinergias, ayudando a su equipo a trabajar juntos de manera efectiva.

Para Verónica Jiménez Folcrá, directora de ESIC Emprendedores, “el mundo está en constante evolución y cambio, y el ecosistema empresarial no es un agente aislado. Las cualidades que deberán estar incluidas en los perfiles profesionales más próximos van más allá de las habilidades técnicas. No basta con el dominio de la tecnología, hay que comprenderla, tratarla y tomar decisiones utilizando la inteligencia emocional y la estrategia. Estas son las soft skills que personalizan al individuo y lo hacen único. Los líderes de las empresas del futuro deben ser visionarios, emprendedores, capaces de anticipar y adaptarse a los cambios rápidos. Personas que no temen al riesgo, creativas, y que son capaces de identificar una necesidad de forma ágil en el mercado”.

“Los líderes de las empresas del futuro deben ser visionarios, emprendedores, capaces de anticipar y adaptarse a los cambios rápidos”, Verónica Jiménez, de ESIC.

En lo que respecta a las habilidades específicas relacionadas con la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, según el primer Estudio sobre Sostenibilidad y Liderazgo de las Personas Directivas en España de EADA Business School y la consultora de comunicación Both People&Cooms, las personas directivas que tienen una mayor valoración en comportamientos sostenibles no solo están más sensibilizadas con la sostenibilidad, sino que dominan tres competencias clave: la empatía (de nuevo), el liderazgo (alinear a los equipos en torno a unos objetivos y estrategia bien definidos) y la ejecución (llevar a la práctica esa estrategia movilizando a todas las personas de la organización). Estos líderes deberán tener un compromiso firme con la sostenibilidad en todas las áreas de la empresa, lo cual implica adoptar prácticas y políticas que sean respetuosas con el medioambiente, socialmente responsables y económicamente viables.

Formando a los futuros líderes

Los futuros líderes empresariales están hoy ya preparándose para este escenario. Es crucial por tanto que las escuelas de negocios se adapten para mantenerse al día en un escenario que cambia a toda velocidad y estén preparadas para formar a los líderes que necesitamos. Esto implica integrar la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial en el currículo académico, así como proporcionar oportunidades para que los estudiantes adquieran experiencia práctica en la aplicación de estos conceptos en el mundo real.

Otro objetivo de las escuelas de negocios es garantizar que los graduados de hoy se sientan cómodos trabajando en lugares de trabajo no tradicionales y experimentando con nuevas tecnologías, sin importar la forma que puedan tomar esas tecnologías. Tanto los profesores como los estudiantes deben aprender a gestionar la incertidumbre con aplomo y adaptarse rápidamente a medida que una nueva tendencia cambia a la siguiente.

Mientras que los estudiantes de hace 20 años se familiarizaban con el comercio electrónico y las tecnologías móviles, los estudiantes de hoy están lidiando con el análisis de datos, la inteligencia artificial (IA) y la realidad virtual, junto con los desafíos sociales relacionados con las crisis ambientales en curso.

Por poner un ejemplo, la Escuela de Administración de Empresas (SBM) de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái ha invertido desde 2015 casi 14 millones de dólares en dos grupos de laboratorios de inteligencia cerebral e inteligencia artificial en los que sus alumnos conocen los últimos avances en lo que a tecnología se refiere y pueden desarrollar proyectos de investigación.

Las escuelas de negocios también pueden desempeñar un papel importante al fomentar la colaboración interdisciplinaria y el pensamiento crítico sobre cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente. Esto incluye la realización de proyectos de investigación y consultoría en colaboración con organizaciones y empresas, así como la organización de conferencias y eventos para fomentar el diálogo y el intercambio de ideas sobre temas ambientales y sociales.

Es crucial que las escuelas de negocios se adapten para mantenerse al día y estén preparadas para formar a los líderes, lo que implica integrar la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial en el currículo académico, y que los estudiantes adquieran experiencia práctica.

La Weatherhead School of Management de la Universidad Case Western Reserve (CWRU) de Cleveland lanzó su proyecto xLab en 2019 a través del cual los estudiantes trabajan en proyectos para ayudar a las organizaciones a abordar desafíos digitales apremiantes. Los equipos de estudiantes proporcionan a las empresas prototipos digitales, servicios y modelos de negocio que utilizan tecnologías emergentes y también capacitan a los empleados con las habilidades para usar las tecnologías aplicables una vez finalizado el proyecto. Los estudiantes adquieren experiencia práctica trabajando en innovaciones digitales con compañeros de diferentes disciplinas, y algunos incluso son contratados al finalizar los proyectos.

En España, Verónica Jiménez nos explica la visión de ESIC University: “Observamos constantemente tendencias para ofrecer programas que integren contenidos sobre sostenibilidad y responsabilidad social corporativa a la vez que fomentamos el pensamiento crítico, la creatividad y la innovación a través de metodologías ágiles. Un ejemplo es nuestro Título Superior en Emprendimiento e Innovación donde integramos la puesta en marcha de una empresa real dentro de la universidad. Nuestro enfoque holístico está centrado en el desarrollo integral de los estudiantes como líderes éticos, emprendedores e innovadores, comprometidos con el impacto social”.


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Guido Stein, profesor del departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y director de la Unidad de Negociación de IESE Business School (Universidad de Navarra) insiste en la formación integral de los futuros profesionales: “En el mundo de las empresas por un lado hay cosas que sí cambian, como la tecnología, la terminología, algunas tendencias relacionadas con cambios políticos, cambios sociales, etc. Y luego hay otro grupo de elementos más estables, más perennes, que tienen que ver por ejemplo con cómo somos las personas o cómo es la gestión financiera de una compañía”.

“Nosotros en IESE tenemos una visión generalista: formamos a los directivos y a los empresarios para que tengan una visión global de lo que es una compañía. En una empresa cada uno desempeña una función: financiera, logística, de gestión de personas, tecnológica… En nuestra escuela queremos dar una visión integrada de todas esas áreas, con un enfoque especial en la situación central de las personas, las personas como centro y con una visión de las empresas como contribuidoras al bien común de una sociedad, al margen de su función de generación de riqueza”, añade Stein.

“Queremos dar una visión integrada de todas las áreas de la empresa, con las personas como centro y las compañías como contribuidoras al bien común de una sociedad, al margen de su función de generación de riqueza”, Guido Stein (IESE).

A medida que el entorno empresarial se transforma, las escuelas de negocios deben asegurar que sus estudiantes no solo se incorporen al mercado laboral, sino que estén preparados para dirigir las empresas en un futuro. Diseñando planes de estudio ágiles e innovadores, estas instituciones producirán líderes con visión de futuro capaces de anticipar y dar forma al porvenir.

Los expertos coinciden en que el liderazgo empresarial del futuro estará intrínsecamente ligado al cuidado de las personas, a la sostenibilidad y al cuidado del medioambiente, requiriendo enfoques innovadores, orientados a largo plazo y relaciones colaborativas significativas. Con la preparación adecuada y un compromiso continuo con el aprendizaje, estos futuros líderes estarán preparados para impulsar un cambio hacia un mundo más sostenible y equitativo.

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